La guerra contra las ciudades santuarios amenaza la seguridad de nuestras comunidades

El fiscal general, Jeff Sessions, les ha declarado la guerra a las ciudades santuario, y al hacerlo pone en riesgo la seguridad de miles de comunidades en nuestro país.
Al amenazar a las comunidades santuarios con negarles fondos federales para las agencias dedicadas a forzar el cumplimiento de la ley, Sessions ha dejado claro que la istración Trump está dispuesta a sacrificar nuestra seguridad solo por hacer valer un punto ideológico antiinmigrante, usando creencias que no tienen ningún mérito estadístico realista ni moral.
Según Trump y Sessions las ciudades santuario están llenas de violencia y por sus calles rondan cientos de inmigrantes indocumentados que son criminales y que pueden atacar en cualquier momento. Insisten en que las ciudades santuario son menos seguras y que el hecho de que las agencias encargadas de hacer cumplir la ley –alguaciles y policías municipales– no se dediquen a aplicar las leyes de inmigración en sus comunidades pone en riesgo nuestras vidas. Al igual que los más de 300 comentarios falsos que ha hecho Trump desde que fue nombrado presidente del país, esta información es falsa.
Para empezar, las estadísticas no justifican la orden de Sessions de negarle recursos a las agencias encargadas de hacer cumplir la ley en las ciudades santuario. Lo único que justifica este tipo de orden federal de Trump y su istración es el racismo, la xenofobia y los intereses políticos de la derecha, ya que por más de una década estudio tras estudio han demostrado que las ciudades santuario son más seguras y que los inmigrantes son menos propensos a cometer un acto criminal que aquellos nacidos en el país.
Un comentarista de la cadena ultra-derechista Fox News no pudo defender sus argumentos una vez que le señalé el más reciente estudio sobre el bajo crimen en los condados santuario. El estudio, conducido por el Centro para el Progreso de America (CAP por sus siglas en inglés), comparó las ciudades santuarios con ciudades que no son identificadas como tal (basadas en la codificación de ICE) en temas de seguridad y economía. Los resultados hablan por si solos. Entre ellos resalta la cifra que indica que, en promedio, en los condados santuario hubo 35.5 menos crímenes cometidos por 10,000 personas comparados con los condados que no son denominados santuario. Igualmente, estudios conducidos por varias entidades, al igual que estadísticas de agencias de ley, apuntan a que los inmigrantes son menos propensos a cometer un crimen que los que son nacidos en este país. Las estadísticas no respaldan los argumentos de Sessions y de Trump. Por el contrario, apuntan a que las ciudades santuario actualmente benefician a nuestra seguridad y a nuestra economía.
Las mismas agencias encargadas de hacer cumplir la ley alrededor del país se han declarado en contra de las medidas antisantuario de Sessions. El jefe de una de las uniones de policías más grandes del país advirtió recientemente a Trump que los recortes a las ciudades santuarios pondrían en riesgo la seguridad de las comunidades, agregando que estarían en contra de cualquier recorte de fondos federales hechos por la istración. Las agencias de cumplimiento de la ley requieren de toda la ayuda disponible para proteger a sus comunidades, y esto incluye establecer una relación amigable con quienes forman parte de ellas. De ello depende la habilidad de las agencias de obtener información de la comunidad para aprehender a personas que han cometido delitos graves.
Lo único que hacen Sessions y Trump con este ataque a las agencias de ley y a las ciudades santuario es debilitar a ambas en la lucha por mantener nuestras comunidades seguras, dejar a alguaciles y policías sin recursos y vulnerables en la lucha contra el verdadero crimen.
Como todas las propuestas que ha hecho Trump, desde la desastrosa reforma de salud –que le habría quitado el seguro médico a más de 24 millones de personas–, hasta la eliminación de decenas de ordenes ejecutivas diseñadas para proteger el medio ambiente, el ataque a las ciudades santuario no ayuda a nuestro país. Es solamente una manera más de atacar a la comunidad inmigrante, especialmente a la comunidad latina, disfrazada de una ley de seguridad contra criminales imaginados en su realidad alternativa que al final del día tendrá consecuencias reales y dañinas para todos.
Hay muchos oficiales de ley y políticos alrededor del país que reconocen este peligro y que han decidido luchar en contra de Sessions y la istración Trump. Estas personas saben lo que sus comunidades necesitan y reconocen que es mejor establecer un ambiente en donde cada persona, sin importar su estatus legal, tenga la posibilidad de confiar en quienes están allí para protegerlos. Además reconocen que la mayoría de las personas inmigrantes e indocumentadas no son criminales, sino personas honestas que solo buscan vivir una vida tranquila. Es por esto que más de 30 entidades han firmado una demanda en contra de las órdenes de Trump de castigar a las ciudades santuario, y están dispuestas a declararse a favor de la comunidad inmigrante. Al apoyar a la comunidad inmigrante, están apostando por la seguridad del país entero. Y para comprobar esto existen suficientes evidencias y hechos reales.
Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.