La Casa Blanca impulsa un proyecto de ley migratoria basado en méritos que busca reducir la inmigración legal a la mitad
El presidente Donald Trump se reunió este miércoles en la Casa Blanca con los senadores republicanos David Perdue (Georgia) y Tom Cotton (Arkansas), quienes redactaron y presentaron en el Congreso un plan migratorio basado en méritos.
El proyecto de ley S.534, presentado en el Senado el 13 de febrero y que por ahora no ha tenido más apoyo que el de estos dos legisladores, reduciría la inmigración legal a futuro en el país.
Desde el salón Roosevelt de la Casa Blanca, el presidente Donald Trump precisó este miércoles que la propuesta de ley requeriría a los solicitantes de greencard que "hablen inglés, que puedan mantenerse financieramente y que contribuyan con nuestra economía".
Además, el mandatario aseguró que deben poseer méritos profesionales que justifiquen su entrada legal al país y su al mercado laboral. El proyecto "reduciría la inmigración no calificada", dijo Trump.
"Nuestro sistema de inmigración actual está desactualizado y no satisface las diversas necesidades de nuestra economía", dijo Caroline Rabbitt, ayudante de Cotton, a The Weekly Standard. "El senador Cotton y el senador Perdue se unirán al presidente Trump para desvelar una legislación encaminada a crear un sistema de inmigración basado en las calificaciones, que haga a Estados Unidos más competitivo, aumente los salarios de los trabajadores estadounidenses y cree puestos de trabajo", agregó.
Trump citó un plan migratorio basado en méritos a finales de febrero cuando pronunció un discurso ante ambas cámaras del Congreso.
La propuesta Cotton-Perdue, que cuenta con el respaldo del presidente, dejaría fuera a inmigrantes o personas mayores que ya no estén dentro de la fuerza laboral, algo que según ha dicho Trump, permitiría al país ahorrar miles de millones de dólares.
También afectaría los programas de visas de trabajo para extranjeros, tal como las visas tipo H-1B, H-2A y H-2B, y con ello favorecería la mano de obra estadounidense. También eliminaría la lotería de visas, que cada año sortea 50,000 residencias legales permanentes.
De cumplirse las ideas de Trump, inmigrantes que cada año ingresan a Estados Unidos bajo el actual sistema –regulado por la Ley de Inmigración y Nacional de 1965 (INA)– ahora quedarían fuera de la posibilidad de asilo y/o refugio, así como aquellos familiares adultos cuya residencia fue tramitada por ciudadanos y residentes legales permanentes.
Trump dijo ante el Congreso que “proteger a nuestros trabajadores implica reformar nuestro sistema de inmigración legal”, y que el actual sistema se encuentra “obsoleto, hunde los salarios de nuestros trabajadores más pobres, y pone una presión enorme sobre los contribuyentes”.
El anuncio
A principios de 2017, Cotton y Perdue presentaron una legislación que, según ellos, reduciría efectivamente el número de tarjetas verdes emitidas cada año de un millón a aproximadamente 500,000.
"En los últimos 40 años hemos visto un enorme aumento en la inmigración", dijo Cotton, argumentando que la cantidad actual está fuera de los niveles "históricos".
El proyecto, por ahora solo respaldado por republicanos, modificaría el sistema de preferencia para familiares no inmediatos, dejando fuera a hijos adultos o padres adultos de los actuales residentes legales permanentes.
En la elaboración del plan también ha participado el director de política de la Casa Blanca, Stephen Miller. Miller fue asesor del exsenador y actual fiscal general, Jeff Sessions, un declarado opositor a una reforma migratoria que incluya un camino para legalizar a los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
Durante la campaña, Trump prometió que en un plazo de 18 meses deportaría a la totalidad de los indocumentados. Cinco días después de ser electo, el 13 de noviembre, dijo a la cadena CBS que solo se enfocaría en la deportación de hasta tres millones de indocumentados criminales y cuatro millones de extranjeros que habían violado los términos de sus visas.
El 25 de enero, sin embargo, firmó dos órdenes ejecutivas migratorias, una sobre el muro en la frontera con México y otra sobre las ciudades santuario, decretando la presencia indocumentada como una amenaza a la seguridad pública y nacional.
El mandatario también ordenó aumentar las detenciones de indocumentados y acelerar las deportaciones.
Propuesta parecida
En 2007 los republicanos también propusieron en el Senado un proyecto de ley migratoria basado en méritos, pero para favorecer a indocumentados que se encontraban en el país, llevaran tiempo, carecieran de antecedentes criminales y pagaran impuestos.
El plan, presentado por el exsenador Chuck Hagel (Nebraska), incluía un camino a la ciudadanía para indocumentados que se encontraban en Estados Unidos desde antes del 7 de enero de 2004, pero siempre y cuando reunieran una puntuación específica de acuerdo a una lista de requisitos.
El proyecto Hagel precisaba que aquellos inmigrantes sin papeles que entraron al país después del 7 de enero de 2004, y aquellos que no estaban contribuyendo, deberán ser "identificados y deportados".
Este plan de 2007 prevía que para conseguir la green card, el inmigrante debía recibir por lo menos un 65% de puntuación favorable. El sistema de puntuación incluía categorías tales como servicio militar, habilidad para comunicarse en inglés, conocimiento de la historia de Estados Unidos, trabajos sociales en iglesias o en la comunidad, antecedentes penales limpios, pago de impuestos, propiedades, historial de empleo y educación.
El proyecto fue desestimado porque creaba varias categorías de inmigrantes, y no todos los indocumentados eran tratados de la misma manera para regularizar sus permanencias en el país.