La Casa Blanca asegura que no apoya una extensión de DACA por tres años a cambio de dinero para el muro
La Casa Blanca aseguró en la tarde de este miércoles que el Gobierno no favorece un acuerdo de inmigración con el Congreso que implique extender por tres años DACA para proteger de la deportación a los dreames. Así lo aseguró a Ap, el subsecretario de prensa Raj Shah, después de publicarse una información en el diario The Washington Post que afirma que el presidente Trump ahora sí está abierto a negociar una solución de este tipo a cambio de dinero para el muro.
Este doble juego ocurre en el arranque de las discusiones de las llamadas 'pláticas del ómnibus' o 'ley del autobús', donde ambos partidos discuten sobre el paquete final de niveles de fondos para el año fiscal 2018.
Los demócratas del Senado reaccionaron diciendo que "no hemos recibido nada por ahora", pero aseguraron conocer reportes que indican que el presidente quiere negociar un acuerdo sobre DACA.
"Por los reportes que hemos visto, vemos que entre las personas encargadas de estas negociaciones se encuentra Stephen Miller, una de las voces más antiinmigrante del gobierno del presidente Trump", dijo a Univision Noticias Juan Pachón, de la oficina del Senador Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey).
"Falta por ver. Decir que la Casa Blanca ya tiene un acuerdo hecho no es verdad. Del dicho al hecho hay mucho trecho. Y no debemos olvidar que están pidiendo (el gobierno de Trump) algo permanente, como el muro, a cambio de algo temporal (extensión de DACA por tres años). Esto es algo muy criticado por los demócratas, porque se trata de una necociacion que tiene poco balance", agregó.
En enero, cuando el Congreso aprobó extender por segunda vez de manera temporal el presupuesto de gastos del 2018, fijó plazo hasta el 23 de enero para volver a debatir el tema.
Según The Washington Post, Miller y el jefe de asuntos legislativos de la Casa Blanca, Marc Short, dirigirían el nuevo Plan, que parece rechazar la Casa Blanca.
El viernes los republicanos presionaron para anticipar las discusiones e incluir en ellas nuevamente el tema de DACA, que en los últimos seis meses fue debatido sin llegar a un acuerdo bipartidista y bicameral.
El diario dijo que la nueva oferta de Trump de extender por tres años el beneficio migratorio, tal y como opera hoy en día por disposición de los tribunales, representa un cambio importante para el mandatario, quien en enero advirtió que rechazaría cualquier iniciativa de ley sobre los dreamers que no incluyera los pilares de su reforma migratoria.
Trump ha solicitado al Congreso $25,000 millones para impulsar una reforma migratoria que incluye, entre otros, la construcción del muro en la frontera con México, reducir la inmigración en cadena, eliminar la lotería de visas, reducir la inmigración legal en un plazo de 10 años, aumentar las redadas y detención de indocumentados y acelerar las deportaciones.
El 6 de marzo Trump había antipado en su cuenta de la red social Twitter que estaba de acuerdo a "negociar" con el Congreso una solución para los soñadores.
DACA fue cancelado por Trumpo el pasado 5 de septiembre, pero el 9 de enero una corte federal del norte de California ordenó restituirlo tal y como se encontraba antes de ser eliminado el programa, excepto para aquellos dreamers que nunca lo habían solicitado.
El 13 de febrero un segundo tribunal, de Brooklyn, Nueva York, emitió un fallo similar.
El plan
El nuevo proyecto migratorio de la Casa Blanca mencionado a primera hora por el Post, debería aprobarse antes del 23 de marzo, fecha tope para que el Congreso apruebe el presupuesto final de gastos del 2018. Los negociadores lo entregarían esta semana al legislativo.
El martes Trump viajó a un tramo de la frontera de San Diego para visitar ocho muestras piloto del proyecto del muro que tiene bajo su mando el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Durante un discurso, el mandatario dijo que el muro “salvará miles y miles de vidas, ahorrará a los contribuyentes cientos de miles de millones de dólares al reducir el crimen, el flujo de medicamentos, el fraude al bienestar y las cargas en las escuelas y hospitales".
También indicó que "el muro ahorrará cientos de miles de millones de dólares, muchas, muchas veces más de lo que costará".
Desde el inicio de su campaña, Trump ha vinculado a la inmigración con el crimen. El 2 de junio de ese año, en un discurso pronunciado en Arizona, el mandatario se refirió a los inmigrantes mexicanos como traficantes de drogas, asesinos y violadores, calificativos que fueron condenados por la comunidad inmigrante y los gobiernos de los países latinoamericanos.
Cambio de estrategia
El aparente cambio de estrategia se da luego del fracaso de las negociaciones en el Congreso sobre los dreamers y que el propio Trump impuso tras cancelar DACA el pasado 5 de septiembre.
En esa ocasión, dio un plazo de seis meses, hasta el 5 de marzo de este año, para que el Congreso legisle una solución permanente para los soñadores protegidos de la deportación por la Acción Diferida de 23012.
Luego de seis meses de debate, demócratas y republicanos no llegaron a un acuerdo. Por una parte, el ala ultraconservadora presentó un plan que incluyó los principios migratorios del presidente, pero la iniciativa apenas consiguió 39 votos en el Senado, tres de ellos demócratas. Para aprobarlo requería 60.
En la Cámara de Representantes, el proyecto ni siquiera fue llevado al pleno por falta de respaldo, a pesar que los republicanos controlan el pleno con 241 asientos y solo necesitan 218.
Fuentes demócratas aseguran que el plan de Trump, reflejado en el proyecto de ley republicano de los legisladores Bob Goodlatte y Raúl Labrador, no tiene más de 140 respaldos.
El proyecto Goodlatte-Labrador volvió a asomar el martes en la Cámara, un día antes de la nueva oferta de Trump.