La cancelación de DAPA no afecta el perdón 601-A, que permite a indocumentados salir de EEUU para volver con una visa
La muerte definitiva del programa DAPA (que iba a proteger a padres indocumentados con hijos estadounidenses) anunciada este jueves por el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, John Kelly, supone desmontar parte del paquete de acciones ejecutivas de inmigración aprobado en 2014 por el expresidente Barack Obama. Sin embargo, además de mantenerse el programa DACA (que protege a los dreamers), hay otra medida trascendental de ese paquete que no se ha tocado: el perdón 601-A, que permite a inmigrantes salir de EEUU para volver con una visa sin ser afectados por la Ley del Castigo (que no deja regresar antes de un máximo de 10 años a aquellos que vivieron en el país de forma ilegal).
“Se mantiene este beneficio incluido en las acciones ejecutivas del presidente Barack Obama firmadas el 20 de noviembre del 2014”, dice Ezequiel Hernández, un abogado de inmigración que ejerce en Phoenix, Arizona.
“El perdón favorece a miles de inmigrantes que permanecen indocumentados y tienen que salir del país para hacer el trámite consular y luego regresar con una visa de inmigrante a Estados Unidos”, agregó.
Este beneficio que afecta específicamente a cónyuges, padres e hijos indocumentados de ciudadadanos estadounidenses y residentes legales fue otorgado por Obama “para que puedan poner un pie fuera del territorio de EEUU y no les caiga encima la Ley del Castigo”, explica Nelson Castillo, un abogado de inmigración que ejerce en Los Angeles, California. “Pero se trata solo de una parte de un proceso complejo que requiere varios pasos”, advierte.
La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) reitera que los inmigrantes que tramiten el perdón 601-A deberán “demostrar dificultades extremas que sufrirán sus cónyuges o padres ciudadanos estadounidenses o residentes legales si la exención no es concedida”.
Preste atención
Los familiares que demuestran o tienen pruebas de la existencia de sufrimiento extremo “son elegibles para gestionar el perdón 601-A”, dice Castillo. Sin embargo, previene que “el permiso no garantiza que la persona gane el proceso consular y reciba la visa de inmigrante”.
Cuando un ciudadano o un residente legal permanente pide la green card para el conyugue indocumentado o un hijo o un padre, el Centro Nacional de Visas Departamento de Estado le notifica a la USCIS cuando existe un cupo de visa disponible.
El paso siguiente es tramitar el perdón 601-A para poder salir del país y hacer el trámite consular, donde será entrevistado por un funcionario quien determinará si es elegible para recibir una visa de inmigrante. Si se la dan, puede volver a Estados Unidos y esperar que la USCIS le envíe finalmente la tarjeta de residencia permanente.
La USCIS estima que el beneficio migratorio del Perdón 601-A beneficia a unos 100,000 inmigrantes indocumentados cónyuges, hijos o padres de ciudadanos o residentes legales permanentes.