Muchos migrantes no tendrán derecho a protección legal en EEUU y serán deportados, dice Human Rights Watch
Anticipando una crisis mayor que la actualmente desatada por Donald Trump.
"Ni Estados Unidos ni México están obligados a proteger a las personas que no cumplen con las bases legalmente definidas para la protección (por asilo) y muchos de los migrantes no tendrán un reclamo legal de protección y serán deportados, en algunos casos por tercera o cuarta vez", explicó a Univision Noticias Bill Frelick, investigador para Centroamérica del grupo de derechos humanos.
Frelick dijo además que las causas que dieron origen al éxodo migratorio desde el denominado Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) hacia Estados Unidos obedecen a una serie de "factores que empujan a las personas a abandonar sus hogares" y todos ellos "caracterizan una tormenta perfecta".
Entre esos factores se incluyen la corrupción de los gobiernos, la violencia de las pandillas, la crisis económica, la falta de inversión social, el cambio climático, la pérdida de valor de las cosechas y la escasez de trabajos.
¿Un marco legal obsoleto?
"Al marco legal le gusta poner todo en cajas ordenadas con líneas claras que delimitan la inclusión y la exclusión cuando, de hecho, la realidad es mucho más complicada que eso", apunta este experto al analizar la política de asilo y los factores o causas para pedir asilo en Estados Unidos de los migrantes que viajan en la caravana.
Frelick señala que al existir una base legal apegada a los reglamentos definidos hace casi 40 años, cuando los escenarios eran totalmente distintos a los de ahora, los reclamos quedan a la deriva y expuestos a ser rechazados sin contratiempos, exponiendo a los peticionarios de asilo a deportaciones inmediatas.
"¿Cómo entonces caracterizamos esta caravana?", se pregunta el investigador. Él mismo responde: "Si bien es cierto que hay fuerza y seguridad en los números, el momento de la caravana es motivo de cierta preocupación, pero incluso también de sospecha".
La jugada de Trump
Las sospechas crecen con el paso de los días. ¿Por qué ahora, faltando apenas dos semanas para las elecciones de medio tiempo en Estados Unidos, cuando los electores acudan a elegir una nueva Cámara de Representantes y un tercio del Senado, ambos controlados por los republicanos?
"Dadas las críticas que surgen en medio de las elecciones, el momento de la caravana parece jugarse a favor del presidente Trump, quien lo está utilizando para avivar los temores antiinmigrantes", indica Frelick.
Este investigador recuerda que el éxodo de 2014, cuando la Patrulla Fronteriza detuvo durante ese año fiscal a más de 68,000 menores no acompañados y un número similar de familias, "incitó al presidente Barack Obama y al vicepresidente Joe Biden a emprender esfuerzos para aumentar la ayuda para abordar las innumerables causas del desplazamiento en Centroamérica, entre ellas seguridad, gobierno y economía”.
A diferencia de ese entonces, "el éxodo de 2018 le brinda al presidente Trump un pretexto para construir su muro en la frontera entre Estados Unidos y México y/o militarizar la frontera socavando el derecho de asilo, amenazando las relaciones comerciales con México y recortando la ayuda a Centroamérica", advierte.
Entre la vida y la muerte
Frelick dice además que la caravana se enfrenta a problemas reales "de vida o muerte" que deben abordarse y que lo que menos necesitan los migrantes es "ser eclipsados por la postura y las amenazas", en particular por parte del presidente.
"En lugar de amenazar a las personas vulnerables por temor a perder sus vidas, el presidente debería rechazar la retórica. Una caravana de varios miles de migrantes y solicitantes de asilo no es 'una embestida', como se ha referido el mandatario en su cuenta de la red social Twitter", indica y recuerda que la marcha se originó en San Pedro Sula, uno de los municipios más violentos y con más pandillas del mundo.
De acuerdo con el investigador, no es sorprendente que las personas que viven allí se sientan obligadas a irse, pero precisa que las causas de la migración son múltiples y la necesidad individual de protección de las personas puede variar.
"Es muy probable que una evaluación justa, caso por caso, reconozca algunas solicitudes de asilo y niegue otras", pero insiste en que el discurso blandido por el mandatario deja pocas opciones a los refugiados. "El tuit de Trump de que toda persona que llegue ilegalmente será arrestada, detenida y devuelta voluntariamente ignora los derechos de los solicitantes de asilo que Estados Unidos ha aceptado respetar, así como las realidades que enfrentan las personas que huyen para salvar sus vidas".
"Los solicitantes de asilo no necesitan pasaporte, visa o carta de invitación. Tanto Estados Unidos como México tienen la obligación legal de evaluar las solicitudes de refugio antes de enviar a alguien a un lugar donde puedan enfrentar persecución y abuso", apuntó Frelick.
Desde su punto de vista, para detener el éxodo se deben abordar las causas de raíz, entre ellas el fin de la corrupción y la impunidad por los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad del estado. "Las personas generalmente no quieren abandonar sus hogares si pueden vivir vidas normales y seguras en sus respectivas naciones".
De dónde vienen
Informes a los que tuvo Univision Noticias revelan que desde 2014, año en que explotó el primer éxodo procedente de los países del Triángulo Norte, muchos menores no acompañados provienen de áreas urbanas violentas, en cambio muchos guatemaltecos provienen de regiones agrícolas.
El éxodo de 2018 registra el mismo comportamiento, señalaron fuentes conocedoras de los informes.
Entre otras razones por las cuales huyen o emigran las personas a Estados Unidos se incluyen las percepciones erróneas de la política de inmigración de Estados Unidos, entre ellas que el gobierno acepta los pedidos de asilo y luego los libera, permitiéndoles esconderse entre la población indocumentada.
Otra razón hallada por investigadores es la reunificación familiar y las oportunidades socioeconómicas en Estados Unidos, las cuales escasean críticamente en Centroamérica.
Los centroamericanos también huyen por la falta de estabilidad económica y política, el crimen y la violencia, los cambios ambientales en sus países de origen, argumentos que coinciden con las investigaciones llevadas a cabo por Frelick.
Las ciudades o departamentos de Honduras que más refugiados registran son Cortés, Lloro y Olancho, mientras que en El Salvador son San Salvador, San Miguel y Usulután. En Guatemala la lista la encabezan Huehuetenango, El Quiché y San Marcos.