Estos son los dos proyectos de ley sobre los dreamers que la Cámara de Representantes tiene sobre la mesa
Mientras al Senado le restan menos de tres semanas para debatir y aprobar una solución para los cerca de 800,000 jóvenes beneficiarios de la Acción Diferida del 2012 (DACA), en la Cámara de Representantes aguardan dos proyectos de ley sobre la mesa, pero el liderazgo republicano no tiene prisa por llevarlos al pleno.
Uno de ellos, el más flexible, es bipartidista y cuenta con el respaldo de al menos 40 congresistas, entre ellos los demócratas Pete Aguilar (California), Zoe Lofgren (California) y Henry Cuellar (Texas), y los republicanos Ileana Ros-Lehtinen (Florida), Pete King (Nueva York) y David Valadao (California). Este proyecto cuenta con el respaldo de integrantes del sector privado, entre ellos FWD.us, organización creada por los principales directivos de la industria de tecnología.
La otra iniciativa, patrocinada por el ala ultraconservadora del Partido Republicano, fue presentada por los congresistas republicanos Bob Goodlatte (Virginia), presidente del poderoso Comité Judicial de la cámara baja, y Raúl Labrador (Idaho), uno de los asesores del presidente Donald Trump en asuntos migratorios. Este segundo proyecto cuenta con el respaldo de la Casa Blanca.
El plan bipartidista incluye un camino a la residencia legal permanente para los dreamers. El otro, en cambio, advierte que no habrá ningún “camino especial hacia la tarjeta verde” para los jóvenes que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años.
Te explicamos las diferencias entre ambos programas.
Green card (tarjeta verde)
Plan bipartidista. Propone otorgarle a ciertos dreamers que llevan tiempo en Estados Unidos una residencia provisional y, al cabo de ocho años, que accedan a la residencia legal permanente. Los dreamers que hayan cometido un delito o crimen serían inisibles y no calificarían para la residencia.
Bajo este plan, los dreamers podrían gestionar la ciudadanía tras cinco años de residencia legal permanente.
Plan republicano. Propone un permiso migratorio que autorice a los dreamers permanecer en el país durante tres años. Al término de ese plazo, los beneficiarios podrán renovar indefinidamente la autorización de permanencia, pero no habla de una residencia legal permanente que les permita convertirse en ciudadanos estadounidenses.
“Los destinatarios solo pueden hacer uso de los caminos existentes (no habrá un camino especial) hacia la tarjeta verde”, se lee en la propuesta.
Muro
Plan bipartidista. Propone elaborar un informe detallado sobre los tramos y las vallas físicas en la frontera para determinar qué tipo de muro se necesita. Bajo este plan, se establecería una estrategia que incluya las recomendaciones de gobernadores y autoridades de los estados fronterizos, además de las comunidades inmpactadas.
Plan republicano. Construir el muro a todo lo largo de la frontera con México.
Seguridad fronteriza
Plan bipartidista. Propone mejorar la actual infraestructura para mejorar la seguridad en áreas de alto tráfico de entrada ilegal y aumentar la vigilancia electrónica.
Plan republicano. Propone utilizar tecnología avanzada adicional en la seguridad de las fronteras, aumentar la seguridad en los puertos de entrada, contratar 10,000 nuevos agentes para ICE y la Patrulla Fronteriza, y autorizar a la Guardia Nacional para que proporcione apoyo aéreo y de inteligencia en la frontera.
Demoras en las cortes
Plan bipartidista. Propone contratar 55 nuevos jueces de inmigración en 2018, otros 55 en el 2019 y 55 en el 2020 para reducir los atascos en las cortes de inmigración, que superan los 667,000 casos a principios de enero de 2018.
Plan republicano. Propone acelerar los casos de deportación y ejecutar las órdenes de deportación emitidas por los jueces de inmigración.
Sistema de entrada y salida
Plan bipartidista. Propone revisar y mejorar el actual sistema de entradas y salidas de extranjeros del país.
Plan republicano. Propone crear un nuevo sistema biométrico para controlar el ingreso y salida de individuos en los puertos de entrada aéreo, marítimo y terrestre.
Niños de la frontera
Plan bipartidista. Respetar el debido proceso migratorio, descongestionar las cortes de inmigración y que sean los jueces quienes decidan los futuros de los jóvenes no acompañados que llegaron ilegalmente al país. También propone elaborar estrategias conjuntas para abordar el problema de la inmigración proveniente del denominado Triángulo del Norte (Guatemala, El Salvador, Honduras y México).
Plan republicano. Propone asegurar el retorno ordenado de los menores no acompañados detenidos en la frontera y detener a los menores y sus padres indocumentados cuando lleguen a la frontera.
Ciudades santuario
Plan bipartidista. No las menciona.
Plan republicano. Propone autorizar al Departamento de Justicia para que suspenda la entrega de fondos federales a aquellas jurisdicciones que se nieguen a colaborar con el gobierno federal en los esfuerzos para ubicar, detener y deportar a inmigrantes indocumentados. También recomienda permitir a las víctimas de crímenes cometidos por extranjeros demandar a las ciudades santuario.
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Asilo
Plan bipartidista. No lo menciona.
Plan republicano. Pide aumentar los castigos a las solicitudes de asilo fraudulentas, aumentar el requisito de "miedo creíble" para erradicar peticiones de asilo con poca base y recomienda quitar el asilo a las personas que voluntariamente regresan a sus países de los cuales huyeron.
Cruce ilegal
Plan bipartidista . Propone soluciones para desincentivar el cruce indocumentado a Estados Unidos. También trabajar con los gobiernos de países donde se genera la inmigración ilegal a Estados Unidos para contenerla por medio de programas de asistencia.
Plan republicano . Convertir en delito federal el cruce ilegal de la frontera y aumentar el castigo a los individuos deportados que regresar sin autorización a Estados Unidos.
Reforma migratoria
Ninguno de los planes contempla una reforma migratoria integral que incluya la legalización de los 11 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.
Cabe destacar que el 25 de enero de 2017 el presidente Trump decretó, al firmar las órdenes ejecutivas relacionadas con la construcción del muro en la frontera con México y las ciudades santuario, que la inmigración ilegal (indocumentada) constituye una “amenaza a la seguridad pública y nacional” de Estados Unidos.