Dreamers cuentan sus historias de éxito al Congreso y claman por una ley que les otorgue estatus legal en EEUU
Los dreamers no se rinden. Algunos llegaron a Estados Unidos cuando apenas tenían unos meses de nacidos y jamás imaginaron, años más tarde, que enfrentarían el fantasma de la deportación. Pero a pesar de lo difícil que se ha puesto su futuro inmediato desde que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca, no pierden la esperanza de que, antes que finalice el 2018, el Congreso apruebe una ley que les otorgue la residencia legal permanente (green card).
“Los demócratas y los republicaos, juntos, tienen el poder para hacerlo a partir de ahora”, dice Greisa Martínez, directora de abogacía de United We Dream (UWD), el principal grupo de dreamers del país. “Sólo tienen que ponerse de acuerdo”, agrega.
El problema es que ambas bancadas no coinciden en cómo. Por una parte, los republicanos conservadores que respaldan ciegamente a Trump piden una ley que incluya fondos para construir el muro en la frontera, y también para aumentar el número de agentes de inmigración, nuevas cárceles para indocumentados, más redadas y acelerar las deportaciones.
Otros menos extremistas quieren una ley que legalice a los dreamers beneficiarios de DACA dentro de un proceso escalonado que arrancaría con una permanencia temporal controlada. Y que al término de un cierto plazo y cumplidos requisitos de estudio y/o servicio en las Fuerzas Armadas, opten por una residencia temporal, y en el curso de un par de años conseguir la codiciada green card (tarjeta verde).
Los demócratas y algunos republicamos moderados, por su parte, exigen una ley que legalice inmediatamente a los casi 800,000 beneficiarios de DACA, y rechazan incluir dentro del proyecto de ley cualquier referencia a dinero para la seguridad fronteriza o acelerar las deportaciones.
“Para eso, este martes vamos a instalar una gigantesca pantalla de televisión frente al Congreso”, explica Martínez. “Le bautizamos ‘DreamActTron’. En ella proyectaremos historias de éxito de dreamers para que las escuchen los congresistas y decidan aprobar el Dream Act limpio”.
La historia de Aguirre
Sheridan Aguirre es un joven activista de United We Dream protegido por DACA hasta el 2019 y que vive en Austin, Texas.
“Pero yo ya tengo amigos que ya no tienen nada. Y es por eso que en este momento es urgente que el Congreso pase el Dream Act”, dice en un video en español que será publicado a partir de mañana martes en el ‘‘DreamActTron’ a un costado del Capitolio en Washington DC.
El activista, miembro de UWD, dice que la organización ”exige a los del Congreso un Dreac Act limpio y ahora, antes de que finalice el 2017”, para de esa forma alejar el fantasma de la deportación de los casi 800,000 dreamers amparados por DACA.
DACA fue activado el 15 de agosto de 2012 por el expresidentes Barack Obama en respuesta a la inacción del Congreso con el tema de la reforma migratoria.
El pasado 5 de septiembre, el gobierno de Trump canceló el programa para de esa manera cumplir un compromiso de campaña hecho por el mandatario.
El fiscal general Sessions, quien hizo el anuncio, dijo que el futuro de los dreamers quedaba ahora en manos del Congreso, instancia que a la fecha no ha resuelto qué hará con los miles de jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños.
El ‘DreamActTron’
El denominado ‘DreamActTron’ consiste en una gigantesca pantalla de televisión “que vamos a instalar en las afueras del Capitolio”, dice Martínez. “Y a partir del miércoles varios dreamers asistirán a un costado del Congreso para hablar con congresistas de ambos partidos”.
“Nuestro objetivo es que conozcan nuestras historias y se despierte en ellos la necesidad de aprobar la ley antes del 22 de diciembre, cuando finaliza el período de sesiones del 2017”, agrega la activista.
"Cada vez que Paul Ryan mire por la ventana, verá las caras de la juventud inmigrante que sería deportada a menos que el Congreso apruebe el Dream Act este año", asegura la organización.
El grupo cuenta en su página de Facebook que también lucirían fotografías y transmisiones en vivo de todo el país para que los del Congreso debatan y aprueben pasen un Dream Act limpio, sin enmiendas de seguridad nacional.
La pantalla será instalada en la 3ra Calle del Noroerste entre Madison Drive NW y Jefferson Drive NW, al otro lado de la calle desde el reflector del Capitolio.
Los rostros y los mensajes de los dreamers se proyectarán las 24 horas del día, agrega uno de los anuncios.
“Debido a que Paul Ryan y otros políticos aún no nos han abierto sus puertas, estamos intensificando nuestra presencia en el Capitolio en las próximas dos semanas. Y cada vez que miren por su ventana, verán nuestras caras y por qué necesitamos una ley limpia”, dice Adrian Reyna, directora de membresía de United We Dream y potencial beneficiaria de una ley por parte del Congreso.