Conoce a Martín Batalla, uno de los dreamers que llevó al gobierno a la Corte Suprema para defender DACA
Martín Batalla Vidal se convirtió en el tercer demandante contra la decisión de un juez federal de Texas que en febrero de 2015 frenó la entrada en vigor de la ampliación de la Acción Diferida ( DACA) y DAPA, un programa que amparaba de la deportación a unos 5 millones de indocumentados padres de residentes y/o ciudadanos estadounidenses.
Batalla fue víctima de un error istrativo por parte del entonces gobierno de Barack Obama. La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) comenzó, en enero de ese año, a enviar renovaciones de Autorizaciones de Empleo válidas por tres años, siendo que el programa original sólo permitía dos años renovables por un mismo período de tiempo mientras el beneficio estuviera vigente.
Fue este el argumento que utilizaron 26 estados gobernados por republicanos, encabezados por Texas, para pedirle a la corte presidida por el juez Andrew S. Hanen que cancelara ambos programas, y acusaron al gobierno de no haber publicado previamente el nuevo reglamento en el Registro Federal (diario oficial) y permitir el comentario público antes de su entrada en vigor.
La USCIS emitió unas 108,000 autorizaciones de empleo (EAD) válidas por tres años, incluso después del dictamen. Cuando el tribunal se percató del problema, ordenó al gobierno cancelar los documentos, entre los que se encontraba el permiso de trabajo de Batalla.
La demanda
En 2016 Batalla, con el respaldo de la organización proinmigrante “Make the Road New York” y otros beneficiarios, presentaron una querella contra la orden preliminar emitida por Hanen. Luego, ante la posibilidad de que Donald Trump pusiera fin a DACA, como lo había prometido durante su campaña, junto con la organización “Se Hace Camino New York” solicitaron enmendar su demanda para impugnar la determinación del mandatario republicano.
Un año más tarde, en septiembre de 2017, se sumaron a la querella los dreamers Antonio Alarcón, Eliana Fernández, Carlos Vargas, Mariano Mondragón y Carolina Fung Feng, todos ellos residentes en Nueva York.
El grupo espera que los magistrados de la Corte Suprema, cuando este martes escuchen los argumentos de los abogados del gobierno y de quienes defienden el programa, dictaminen que el programa activado el 15 de agosto de de 2012 es legal. Y sostienen que la cancelación de DACA anunciada por el gobierno de Trump el 5 de septiembre de 2017 violó la Ley de Procedimiento istrativo, que, según ha dicho el Constitutional ability Center, prohíbe una acción “arbitraria, caprichosa” que abuse de la discreción o, en caso contrario, no esté de acuerdo con la ley por parte de una agencia federal y la 5ta Enmienda de la Constitución.
“Me siento feliz, me siento contento, porque sé que al final del día vamos a ganar esta lucha”, dice Batalla a Univision Noticias vía telefónica desde Washington, donde llegó la mañana de este lunes en compañía de su madre y amigos para asistir a la audiencia. “Detrás nuestro tenemos a nuestras familias, nuestra comunidad, tenemos muchos aliados que nos han apoyado durante todo el proceso”, señala.
Un niño de 7 años
Batalla llegó a Estados Unidos a la edad de 7 años tras cruzar la frontera y, junto a su familia, se estableció en Queens, Nueva York. Fue uno de los 108,000 soñadores que en 2015 recibieron autorizaciones de empleo de tres años que luego fueron revocadas en cumplimiento al fallo emitido por el juez Hanen.
“No fue justo”, alega. Y argumenta que cuando solicitó la renovación del permiso de trabajo fue el gobierno federal el que se lo otorgó por un período de tres años.
Tras el dictamen, ninguno de los afectados por el error del gobierno tuvo la oportunidad de apelar la decisión de la corte. Sobre todo, teniendo en cuenta que no fueron ellos, los dreamers, quienes cometieron el error.
Martín Batalla trabaja como asistente de enfermería en una clínica de rehabilitación de lesiones cerebrales en Queens, Nueva York. Pudo finalizar sus estudios porque, tras el incidente de 2015, el gobierno le envió una nueva autorización de empleo. Pero en 2016 cuando Trump ganó la elección presidencial, los temores respecto a la posible cancelación del programa se activaron.
“Pero como siempre he dicho, nosotros somos soñadores y no dejamos de hacerlo. Así fue como nos enseñaron nuestros padres, nosotros somos el reflejo de ellos”, apunta.
El activista dice además que “ellos fueron quienes nos trajeron, lucharon por nosotros. Nuestros padres dejaron atrás sus familias, lo sacrificaron todo. Ese es el ejemplo que nos dieron. Ahora nosotros los imitamos a ellos y estamos convencidos de que ganaremos esta batalla y luego la guerra”.
A la pregunta qué harán si la Corte Suprema falla en contra de DACA en el 2020, Batalla señala que “antes de que el presidente Obama activara el programa estábamos peleando, luchando, haciendo huelgas, hablando con el Congreso. Esto es solo una batalla más. Y no solo lo hacemos por DACA, también por el TPS y los 11 millones de indocumentados que, al igual que nosotros, pagan impuestos, tienen familias establecidas, carecen de antecedentes criminales y contribuyen al engrandecimiento de nuestro país”.
DACA fue 9 de enero de 2018 una corte federal de California lo restituyó y a partir de entonces el programa se mantiene vigente con el respaldo de otros dos fallos, uno del Distrito de Columbia y otro de Brooklyn.
En noviembre del año pasado la Corte de Apelaciones del 9º Circuito ratificó los fallos de las cortes inferiores. En junio de este año la Corte Suprema anunció que revisaría la legalidad del programa y programó una audiencia para este partes 12 de noviembre, para escuchar los argumentos tanto del gobierno como de los defensores del programa.