Aborta la menor indocumentada que entabló una batalla legal contra el gobierno de Trump
La menor indocumentada que entabló una batalla legal hace más de un mes para conseguir abortar pudo poner fin a su embarazo, según confirmó a Univision Noticias Amanda Bennett, directora del programa Jane´s Due Process, que ofrece ayuda legal a jóvenes en Texas que se encuentran en la misma situación que la inmigrante.
La intervención se produjo en la mañana de este miércoles, según indicó Bennett, antes de que el Departamento de Justicia pudiera apelar la decisión de este martes de una corte federal que había dado vía libre al aborto.
La decisión judicial determinaba que Jane Doe, como se le conoce en los documentos de la corte a la menor de 17 años que llegó sin acompañantes a Estados Unidos proveniente de Centroamérica y se encuentra en un albergue de Texas, podía someterse a un aborto.
El fallo 6-3 revirtió la decisión del pasado viernes que le obligaba a encontrar un tutor en 11 días para someterse al procedimiento. La joven llegó al país el pasado mes de septiembre y tiene poco más de 16 semanas de embarazo. El albergue de Brownsville, donde se encuentra retenida, es controlado por la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR), que a su vez forma parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Pese a que ya consiguió la intervención, su futuro sigue siendo incierto, ya que su caso migratorio "sigue su curso", según indicó Bennett.
En sus palabras
"Soy una chica de 17 años que vino a este país para construirme una vida mejor. Mi camino no ha sido fácil, pero vine aquí con la esperanza en mi corazón de construir una vida de la que pueda sentirme orgullosa", dijo la inmigrante en un comunicado, publicado por su guardián.
"Sueño con poder estudiar, convertirme en una enfermera y, algún día, poder trabajar con personas mayores", continúa la nota dada a conocer por ACLU, la Unión Americana de Libertades Civiles, que se encuentra al frente de su defensa.
"Cuando fui detenida, me llevaron a un refugio para niños. Ahí fue donde me dijeron que estaba embarazada. Inmediatamente supe lo que era mejor para mí en ese momento, como lo sé ahora: no estoy preparada para ser madre", continúa.
En el comunicado, la menor recuerda que ha pasado más de un mes en el centro para menores desde que decidió abortar, pero subraya que ella "no le diría a ninguna otra niña en mi situación lo que debería hacer. La decisión es suya y solo suya".
"Esta es mi vida, mi decisión. Yo quiero un mejor futuro. Yo quiero justicia", concluye.
Tras la lucha de este caso, la asociación ACLU publicó un mensaje en su cuenta de Twitter en el que afirmaba que "nadie se equivoque: los esfuerzos de la istración de (Donald) Trump para entrometerse en las decisiones de las mujeres no parará con Jane Doe. No dejaremos de luchar hasta que toda mujer tenga derecho a los servicios de aborto".
El caso de esta menor ha tenido una gran relevancia nacional, ya que ha vuelto a poner sobre la mesa los derechos reproductivos de las mujeres y lo que se ha considerado un ataque por parte del gobierno al derecho del aborto.
También ha puesto el foco en el derecho de las inmigrantes indocumentadas, ya que la interrupción voluntaria del embarazo está garantizada por las leyes estadounidenses, independientemente del estatus legal de la mujer.
"El solo acto de entrar a Estados Unidos sin documentos no implica que el cuerpo de un inmigrante no le pertenece. Tampoco la sanción de haber entrado ilegalmente puede forzar a una niña a tener un bebé", reflexionó Patricia Millett, jueza de circuito que formó parte de la corte que este martes permitió la interrupción del embarazo.