Revelan detalles inéditos de la zona de subducción de Cascadia, cuyo movimiento podría desatar un fuerte terremoto en EEUU
Hace poco más de 300 años, un potente terremoto de una magnitud superior a 8 sacudió violentamente parte de la región que corre desde el sur de British Columbia hasta el norte de California, conocida entre los científicos como la zona de subducción de Cascadia y de la cual poco se conocía hasta que recientemente una investigación arrojó detalles sobre cómo se encuentra esa zona que podría desatar otro megaterremoto.
La zona de subducción de Cascadia es una franja de 600 millas de largo, que pasa también por Washington y Oregon, en la que el suelo marino se ha ido deslizando lentamente debajo de la corteza de América del Norte, explicó en un comunicado Lamont-Doherty Earth Observatory, un centro parte de la escuela del clima de Columbia University, que participó del revelador estudio en esa región.
Es una zona en la que científicos pusieron su mira porque, si bien es imposible predecir terremotos, lugares con características similares han dado paso a megaterremotos como el del 2011 en Fukushima, Japón. Zonas similares, lee el comunicado, también existen en la costa de Alaska, Chile y Nueva Zelanda. Son zonas en las que las placas tectónicas hacen presión unas con otras en una forma "altamente peligrosa".
Los científicos creen que en la zona de Cascadia se producen grandes terremotos cada 500 años aproximadamente, y el último se registró en los 1700.
A pesar de que trata de una zona que puede sacudirse de forma tal que cambie significativamente los lugares como los conocemos actualmente, nunca antes se le había estudiado de forma detallada. El grupo de científicos, entre los cuales estuvieron los de Columbia University, se dieron a esa tarea en un intento por predecir posibles escenarios de un terremoto devastador y ayudar así a que las autoridades diseñen códigos de construcción y sistema de alerta que puedan minimiza los daños, explicaron en el comunicado.
"Los modelos actuales usados en las agencias públicas se basan en datos limitados y de baja calidad de la década de 1980", dijo en el comunicado Suzanne Carbotte, geofísica marina de Lamont-Doherty Earth Observatory. La zona "tiene una geometría más compleja de lo que habíamos asumido. El estudio brinda un nuevo esquema de análisis de daños a causa de terremotos y tsunamis", agregó.
Estudiando la zona de subducción de Cascadia desde las profundidades del mar
Los científicos, agregaron en el comunicado, lanzaron al lecho marino instrumentos geofísicos por casi las 600 millas de esta zona de subducción. El objetivo era conocer el estado de la placa y los sedimentos a su alrededor.
Los hallazgos fueron publicados en la revista Science Advances. Uno de los más importantes es que se halló que la zona de la falla no es una estructura continua y que está dividida en al menos cuatro segmentos. Y que es posible que esa división permita que el movimiento de uno no se replique en todos.
"Los científicos durante mucho tiempo se han preguntado si en eventos pasados, como en el terremoto del 1700, quebraron la zona completa o solo parte de ella, una pregunta clave porque, mientras más larga sea esa ruptura, mayor será el terremoto", dice el comunicado.
Si bien científicos sostienen que la actividad sísmica de la zona de subducción de Cascadia se produce cada 500 años, agencias gubernamentales y centros de estudio permanecen a la expectativa. La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) estima que unas 13,000 personas podrían perder la vida a causa de un sismo y tsunami mayor en la zona.
Por este motivo es que FEMA ha llevado a cabo ejercicios de preparación ante un eventual evento catastrófico como este en años recientes. Por ejemplo, en 2022 puso en marcha el ejercicio llamado Cascadia Rising, en el cual se analizó un plan de respuesta con la participación de más de 1,800 representantes de los estados de Alaska, Idaho, Oregon y Washington.
“Sabemos que solo es cuestión de tiempo antes de que ocurra el gran terremoto (...) La destrucción física será inmensa, pero el impacto humanitario se va a sentir mucho más allá de la zona del terremoto”, dijo el de la Región 10 de FEMA, Willie G. Nunn.
Los estados que podrían verse afectados mantienen planes permanentes de respuesta. Es el caso de la Oficina de Manejo de Emergencias de Oregon, que alienta a las personas a estar preparadas para estar solas durante un mínimo de dos semanas tras el eventual sismo.
Científicos han advertido que, pese a las estrategias de respuesta ante la posible catástrofe, las autoridades no han hecho lo suficiente para contar con infraestructura adecuada. Corina Allen, geóloga jefe de riesgos del Servicio Geológico de Washington, advirtió a la cadena CNN que los edificios construidos antes de 2005 no están diseñados para enfrentar los efectos de la falla de Cascadia.
El asesor principal de infraestructuras y riesgos de la Universidad Estatal de Portland, Yumei Wang, coincidió. "Lo que me quita el sueño es que sé que no estamos tomando las medidas necesarias, tan rápido como deberíamos, para proteger a nuestra gente", declaró a CNN.
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