"Había cuerpos por todos lados": así ocurrió el ataque en Manchester

Eran aproximadamente las 10:35 pm, hora de Manchester. Acababa de terminar el concierto de Ariana Grande en uno de los estadios de la ciudad británica y la gente comenzaba a abandonar el recinto.

La Arena de Manchester tiene una capacidad para unas 21,000 personas, el estadio cerrado de mayor tamaño de Europa.

Justo en el vestíbulo, y en el momento en que muchos salían, ocurrió una gran explosión.

Testigos citados por la cadena británica de noticias BBC indicaron que en pocos segundos el área se convirtió en una zona de guerra y que el pánico se apoderó de muchos, especialmente los más jóvenes, que son la gran mayoría de los seguidores de la cantante pop estadounidense nacida en Florida.

La explosión dejó al menos 22 personas muertas y unas 50 heridas.

Padres que esperaban a sus hijos fuera del recinto explicaron que la onda expansiva de la detonación rompió cristales y estremeció a los que estaban más cerca.

Incluso vecinos en el área residencial contigua a la Arena de Manchester dijeron que sintieron el remezón de la explosión.

"Fue horrible", describió Josh Elliott a la BBC, quien en ese momento salía del concierto.

Michelle Sulivan le contó al diario británico The Guardian que con la explosión la gente comenzó a correr casi por instinto y a gritar descontrolada. "Salimos corriendo, yo y mis hijas de 12 y 15 años".

Muchos lloraban descontrolados casi de manera simultánea a la llegada de patrullas de la policía, una tras otra.

Una vez que tomaron el lugar y se dieron cuenta de la gravedad del incidente, comenzaron a pedir ambulancias, que de un momento a otro inundaron la escena de la explosión.

La policía está calificando el hecho como un acto terrorista llevado a cabo por Salman Abedi, quien viajó desde Londres para cometer el atentado.

"Todos en la ciudad estamos en estado de shock, especialmente por los jóvenes, nuestros pensamientos están obviamente con sus familiares", dijo a los medios el prefecto de la ciudad, Pat Karney.

El número importante de víctimas se debe a que el vestíbulo de la Arena de Manchester está conectado con la estación del metro, por lo que muchos de los que salían de allí tomaron esa ruta.

En medio de la confusión, el escuadrón antibombas de la ciudad llevó a cabo una explosión controlada ante un paquete sospechoso que localizaron cerca del ataque. Sin embargo, resultó ser falsa alarma.

La bomba que explotó en el vestíbulo estaba muy cerca de la tienda que vende mercancía de los artistas que se presentan en la Arena, lo que hizo grande el número de muertos.

Emma Johnson estuvo allí y dijo entre lágrimas a BBC Radio Manchester, que no duda que se trató de una bomba y que después de la detonación hubo una onda de fuego que luego impregnó de humo todo el lugar.

Tras la explosión también se produjo una lluvia de cristales y muchas de las personas resultaron heridas por ello.

"Había cuerpos por todos lados", dijo Elena Semino al diario The Guardian, quien sobrevivió junto a su esposo y a su hija.

La ciudad se ha volcado a asistir a las personas que viajaron a la ciudad solo para asistir al concierto de Ariana Grande con el hashtag #RoomForManchester ofreciendo habitaciones a los que no pudieron viajar por la cancelación del sistema de trenes.

En Londres la primera ministra Theresa May emitió un comunicado después de las 2:00 de la madrugada, hora británica. "Nuestros pensamientos están con las víctimas y los familiares de quienes resultaron afectados".