Controladores aéreos atraviesan una situación crítica en EEUU, con alta carga horaria y menos personal, según reporte
La presión permanente a la que se ven sometidos los controladores aéreos en el desempeño de un trabajo agotador y estresante está dando pie a una plantilla cada vez más reducida, con problemas de salud física y emocional y propensa a cometer más errores, de acuerdo con un reporte publicado por el diario The New York Times.
Los controladores aéreos llevan sobre sus hombros la responsabilidad de preservar la seguridad en los cielos de Estados Unidos. Desbordados ante la merma del personal especializado, están llegando a laborar hasta diez horas por día, seis días a la semana, de acuerdo con el informe basado en una serie de quejas presentadas ante la istración Federal de Aviación (FAA).
Según el reporte periodístico, el agotamiento por trabajar al borde de los límites físicos y mentales les está pasando factura. El Times encontró al menos siete informes sobre controladores durmiendo en el trabajo y al menos cinco informes de controladores con rastros de alcohol o drogas en sus sistemas.
Asismimo, encontró reportes de peleas en las torres de control y varias quejas de los trabajadores por malas condiciones de trabajo. Según datos de la FAA citados en el reporte, el 63% de las instalaciones se consideran insuficientemente dotadas de personal.
La FAA dice que "volar nunca ha sido tan seguro"
El Times cita datos internos de la FAA según los cuales en el ejercicio fiscal que finalizó el 30 de septiembre se registraron hasta 503 incidentes "significativos" en el control del tráfico aéreo, un aumento de 65% con respecto al año anterior.
El reporte recoge un testimonio de Ashley Smith, que trabajó como controladora aérea en Atlanta durante más de una década. Según ella, la plantilla solo contaba con 77 de los 110 trabajadores cualificados que debería tener.
La propia Smith escribió por correo electrónico una queja ante un alto funcionario de la FAA tras un error de un controlador que provocó un accidente entre dos aviones de Delta: "La dotación de personal es ridícula y cada vez peor".
Sin embargo, en un comunicado la FAA dijo que el informe del Times "no refleja el alto nivel de seguridad del espacio aéreo de nuestra nación".
"Volar nunca ha sido tan seguro, en gran parte gracias a nuestros controladores aéreos. Les animamos a que informen de sus preocupaciones e incidentes de seguridad sin temor a represalias", añadió la agencia.
Menos controladores aéreos tras la pandemia del covid
El sindicato de controladores aéreos afirma que para compensar la escasez de personal estos trabaajdores están obligados a trabajar hasta seis días al menos una semana de cada mes en el 40% de las instalaciones de tráfico aéreo del país.
El pago de horas extraordinarias es un buen complemento a la remuneración de los controladores, que suele rondar las seis cifras, pero aún así mucho no soportan la alta carga de trabajo y terminan con problemas emocionales o renunciando.
Un controlador de Jacksonville citado en el reporte dijo que había sufrido "múltiples ataques de pánico" y que hay colegas que "han perdido su seguro médico por depresión y algunos que han abandonado la FAA porque la situación se ha puesto muy fea".
El problema de la escasez de controladores aéreos no es nuevo. En 1981, el entonces presiente Ronald Reagan despidió a 11,000 de estos trabajadores cuando fueron a una huelga y prohibió que los reengancharan una vez finalizada la protesta. Doce años más tarde, el presidente Bill Clinton levantó la prohibición.
El problema se agravó con la pandemia del covid-19. Muchos controladores aéreos renunciaron a sus puestos mientras que la FAA redujo la formación de nuevos especialistas debido a las estrictas normas sanitarias de la época.
En la última década, el número de controladores formados ha disminuido un 10%, a pesar de que el tráfico aéreo ha aumentado un 5%, según el reporte.
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