"No hay nada más que se pudo haber hecho": testimonio de la destrucción por incendios en Los Ángeles
Los feroces incendios que desde la semana pasada arden en el área de la ciudad de Los Ángeles han matado a por lo menos 24 personas y obligado a cerca de 100,000 a huir de sus hogares. El testimonio de un residente del área de Los Ángeles dice que nunca antes vio tanta destrucción y cree que se ha hecho todo lo humanamente posible para combatir el fuego.
Uno de los afectados es, Alex Gálvez, quien habló con Univisión Noticias mientras trabaja para proteger su hogar en el área de Glendale, que todavía se considera en peligro después del cambio en el patrón de los vientos que están empujando el fuego hacia la zona donde vive.
“Esto es algo histórico”
“Las ráfagas de ayer en la noche, hoy y mañana, hace que las llamas vengan hacia el sur, donde está mi casa”. “Los incendios están a dos millas de nosotros”, dijo Gálvez.
De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas ‘bandera roja’ el domingo por condiciones severas de incendio hasta el miércoles, con vientos sostenidos de 50 mph y ráfagas en las montañas que alcanzarán los 70 mph.
Con la ayuda de de su comunidad, incluyendo jardineros y otros trabajadores, Gálvez está tratando de proteger su casa contra el fuego. El domingo trataron de retirar todas las hierbas secas que pudieran alimentar las llamas y de “eliminar todo lo que ha dejando las ráfagas” en su destructivo paso.
Gálvez, que trabaja como abogado de inmigración, dijo que los de su comunidad se mantienen en comunicación constante. “Nos estamos llamando y cuando tengo que ir al trabajo me mandan textos diciéndome dónde está el fuego” dijo Gálvez agregando que “tenemos mangueras por donde quiera”.
Tanto él como su familia están bien, “pero en alerta porque esto no se ha acabado y, aunque hemos visto mucho progreso, pienso que los fuegos que están al norte en el Valle de San Fernando son los que van a constituir la segunda ronda”. “Los próximos dos días van a ser primordiales” dijo.
“Esto es algo histórico”, nos aseguró el abogado, explicando que las rafagas de viento de 80 y 90 millas por hora tienen un efecto similar al de alguien ”pegándole a la casa y a los árboles con un martillo, dejando pedazos por donde quiera que podrían servir de combustible para las llamas”.
Gálvez hablaba de los fuertes vientos de Santa Ana, los cuales han sido señalados de convertir los incendios forestales provocados la semana pasada en infiernos que arrasan barrios enteros alrededor de Los Ángeles.
“Todo lo que veo en la calle son latinos trabajando”
“Mucha de la ayuda que estamos viendo ahora viene de la comunidad inmigrante”, dijo Gálvez.
“Estamos viendo mucha ayuda de los inmigrantes cuando se trata de donaciones de comida y ropa para los damnificados” explicó el abogado añadiendo que “cuando se trata de lo laboral, especialmente de labores de limpieza también está ayudando mucho”.
Gálvez relató la historia de uno de los jardineros que lo ayudó a limpiar los alrededores de su propia casa para prepararla para la posible llegada del fuego. “Tenía un montón de casas en las que trabajaba allá en Pacific Palisades, y me dijo que todas las casas donde laboraba ya se quemaron”, dijo el abogado añadiendo que ”ahora está acá tratando de ayudar”.
“Todo lo que veo en la calle son puros latinos trabajando”, dijo Galvez anticipando que muchos de ellos tendrán problemas para sustentarse de la manera como lo habían hecho hasta la llegada de los incendios.
“Muchas de las casa quemadas se proyecta que van a tomar al menos tres años para iniciar su reconstrucción”, dijo Gálvez anticipando que particularmente a “los jardineros se van a ver muy afectados porque se les murió todo el trabajo”.
Pero no solo son los jardineros quienes ven su modo de sustento interrumpido, sino también “muchos trabajos de latinos en tiendas en centros comerciales que se quemaron, en tiendas, en servicios de mantenimiento en escuelas”, explicó el abogado.
“Toda una comunidad ya se quemó, desapareció”, dijo Gálvez.
“Va a tomar tiempo hasta que se inicien los trabajos de reconstrucción”, explicó el abogado quien dijo además que para empeorar la situación él no cree que haya suficientes apartamentos ni casas a la renta para compensar todo lo que se ha perdido”.
Gálvez relató la historia de una asistente legal de su oficina de abogados que pidió permiso para ir a trabajar vistiendo jeans, lo único que pudo rescatar antes de huir de su casa en la devastada área de Altadena. Aunque no ha podido regresar, ya tuvo la afortunada noticia de que la suya fue una de solo cinco casas que no se quemaron en su vecindario.
No hay nada más que se pudo haber hecho para combatir los incendios
Para Gálvez los señalamientos de culpas por la gran destrucción causada por los incendios de Los Ángeles “son críticas que están teniendo vida afuera de Los Ángeles”.
“Quienes vivimos aquí en Los Ángeles sabemos que no hay nada más que se pudo haber hecho para combatir los incendios” dijo el abogado explicando luego que “no existen suficientes bomberos y camiones para combatir incendios con las extraordinarias ráfagas que los estaban avivando, por lo que incluso están llegando bomberos desde México y Canadá, y de otros estados como Utah”.
“Nunca he visto tantos helicópteros y aviones trabajando al mismo tiempo” dijo Gálvez, quién cree que esta narrativa señalando errores es algo que solo vive en las redes sociales pero “para quienes vivimos aquí, nada de eso es cierto”.
“Yo viví el terremoto de Northridge de 1994 donde incluso perdí un compañero de la escuela, pero la destrucción de estos incendios se siente 10 veces peor”, dijo Gálvez.
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