Lee aquí la sentencia que el juez Merchán impuso a Trump en el caso de 'Stormy Daniels'
Este es el texto completo de la histórica sentencia que impuso el juez Juan Merchán, de la Corte Suprema de Nueva York, al expresidente y presidente electo Donald Trump por el caso de falsificación de registros comerciales para ocultar los pagos hechos a la actriz porno 'Stormy Daniels' para que no hablara de la relación sexual que supuestamente tuvieron años atrás.
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"Sr. Trump, usted comparece hoy ante esta corte a fin de concluir este procedimiento penal con la imposición de la sentencia. A pesar de haber tomado la inusual medida de informarle por anticipado mi inclinación, antes de imponer la sentencia, creo que es importante para usted, así como para aquellos que observan este procedimiento, entender el razonamiento detrás de la sentencia que estoy por imponer.
La imposición de la sentencia es una de las decisiones más difíciles y significativas que cualquier juez de una corte penal está llamado a hacer. Nuestra legislatura estableció los parámetros para una sentencia válida, pero es el juez quien debe decidir qué constituye una conclusión justa para un veredicto de culpabilidad.
La corte está investida de una amplia discrecionalidad para determinar qué fuentes y evidencias considerar para llegar a una sentencia apropiada. Al hacerlo, la corte debe considerar los hechos del caso junto con cualquier circunstancia agravante o mitigante.
Durante mi tiempo como juez he sido llamado a lidiar con esta gran responsabilidad para innumerables acusados que han sido encontrados culpables después de sus juicios por una gran variedad de ofensas, que van desde delitos no violentos Clase E hasta los más crímenes más atroces incluyendo homicidios, tráfico sexual y abuso sexual de niños.
La tarea siempre es difícil y merecedora de una cuidadosa consideración. Bien sea que la sentencia sea una liberación incondicional o encarcelación de 25 años hasta cadena perpetua.
Sin embargo, nunca antes esta corte se había enfrentado con un grupo de circunstancias tan únicas y notables. De hecho, se puede decir con justicia que este ha sido un caso verdaderamente extraordinario.
Hubo una atención mediática sin precedentes, interés público y seguridad intensificada que involucró a varias agencias, y aun así el caso fue algo paradójico, ya que una vez cerradas las puertas del tribunal el juicio mismo no fue más especial, único o extraordinario que los otros 32 casos que se celebraron en este palacio de justicia al mismo tiempo.
Se llevó a cabo la selección del jurado, se siguieron las mismas reglas para las evidencias, se hicieron las declaraciones de apertura, los testigos fueron llamados y examinados, se presentaron pruebas, se entregaron las conclusiones, se aplicó la misma carga probatoria y el jurado conformado por ciudadanos ordinarios entregó su veredicto. Y fue todo llevado a cabo de acuerdo a las reglas procedimentales y guiado por la ley.
Por supuesto, parte de lo que lo hizo sentir algo normal fue el extraordinario trabajo, preparación y profesionalismo de los secretarios judiciales, oficiales de la corte, reporteros de la corte, personal de seguridad y del personal de este edificio, que hicieron su trabajo como si se tratara de cualquier otro juicio penal.
Si bien uno puede decir que este juicio fue en muchos aspectos algo normal, lo mismo no puede ser dicho sobre las circunstancias que rodean a esta sentencia, y eso es por el cargo que usted una vez ocupó y que pronto ocupará nuevamente.
Sin duda, son las protecciones legales otorgadas al cargo de presidente de Estados Unidos las que son extraordinarias, no el ocupante del cargo. Estas protecciones legales otorgadas a la presidencia, especialmente en el contexto de un procedimiento penal, han sido establecidas por nuestros fundadores, la Constitución y más recientemente interpretadas por la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso Trump v. Estados Unidos, decidido el 1 de julio de 2024.
Como con cualquier otro acusado en su posición, es mi obligación considerar todos los factores mitigantes y agravantes para informar mi decisión. Algunos de esos factores agravantes ya fueron expresados en mi “decisión Sandoval” al inicio de este juicio así como en mis recientes decisiones por escrito del 16 de diciembre y del 3 de enero, por lo que no serán repetidas nuevamente.
Sin embargo, las considerablemente extraordinarias protecciones legales otorgadas a la presidencia es un factor que anula a todos los demás. Para estar claro, las protecciones otorgadas a la presidencia no son un factor mitigante, no reducen la gravedad del crimen, o justifican su comisión de ninguna manera.
Las protecciones constituyen, sin embargo, un mandato legal que de acuerdo al imperio de la ley esta corte debe respetar y seguir.
A pesar del extraordinario alcance de esas protecciones, un poder que no contienen es el de anular el veredicto de un jurado. La jurisprudencia, que hasta el 1 de julio era escasa, deja claro que Donald Trump el ciudadano ordinario, Donald Trump el acusado penal, no habría tenido derecho a tan considerables protecciones.
Me refiero a protecciones que van más allá de aquellas que se le otorgan a los acusados ordinarios que cada día navegan el sistema legal penal.
No, los ciudadanos ordinarios no reciben esas protecciones legales, es la presidencia la que otorga esas protecciones de largo alcance a su ocupante y fueron los ciudadanos de esta nación quienes decidieron recientemente que usted nuevamente recibiera los beneficios de esas protecciones que incluyen, entre otras cosas, las cláusula de supremacía y la inmunidad presidencial.
Es a través de ese lente, y de esa realidad, que esta corte debe determinar una sentencia legal.
Después de un análisis cuidadoso y en obediencia a los mandatos gobernantes y de acuerdo al imperio de la ley, esta corte ha determinado que la única sentencia legal que permite el dictado un veredicto de culpabilidad sin invadir el cargo más alto de la nación, es una de libertad incondicional, que la legislatura del estado de Nueva York ha determinado es una sentencia legal y permisible para el crimen de falsificación de registros legales en primer grado.
Es así que en este momento impongo esa sentencia para cubrir todos los 34 cargos. Señor, le deseo buena suerte al asumir su segundo término en la presidencia. Gracias".
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