Si conduces un carro fabricado entre 2002 y 2018, sus bolsas de aire podrían ser un peligro para ti. Te contamos por qué
La bolsas de aire instalados en autos fabricados en Estados Unidos que fue rechazada por el fabricante de los mismos.
La negativa de cumplir con la orden por parte del fabricante de los dispositivos, ARC Automotive con sede en Knoxville, Tennessee, pone potencialmente en riesgo a 33 millones de personas en los Estados Unidos que conducen vehículos equipados con los infladores.
El problema con los infladores de ARC Automotive
Según la NHTSA los infladores cuestionados podrían explotar con fuerza suficiente para hacer estallar una pequeña bombona de metal expulsando peligrosos restos metálicos.
El ente regulador argumenta que el retiro está justificado porque dos personas han muerto en Estados Unidos y Canadá y al menos otras siete han resultado heridas por los infladores de ARC.
NHTSA sostiene que subproductos de soldadura durante la fabricación pueden obstruir un respiradero dentro del cartucho del inflador que está diseñado para dejar escapar el gas para llenar rápidamente las bolsas de aire en caso de choque. La presión puede acumularse hasta el punto en que el recipiente explota.
Después de una investigación de ocho años, la NHTSA concluyó tentativamente que el defecto afecta los infladores de automóviles fabricados entre 2002 y enero de 2018, cuando ARC instaló equipos en sus fábricas que podrían detectar posibles problemas de seguridad.
ARC sostiene que no existe tal defecto de seguridad
El fabricante alega que la demanda de NHTSA se basa en una hipótesis y no en conclusiones técnicas y que la agencia no tiene autoridad para ordenar recalls, los cuales son responsabilidad de los fabricantes de automóviles.
En una carta a la NHTSA, ARC dijo que ningún fabricante de automóviles ha encontrado un defecto común a los 67 millones de infladores cuestionados y que no se ha identificado ninguna causa básica en las rupturas de los infladores, las cuales “fueron el resultado de anomalías de fabricación 'únicas' aleatorias que los fabricantes de vehículos abordaron adecuadamente a través de retiros de lotes específicos".
Un comunicado de la NHTSA dice que tanto ARC como los fabricantes de automóviles son responsables de los retiros del mercado y que la agencia tiene el poder de ordenar un retiro por parte de un fabricante de partes que suministre a varios fabricantes de automóviles.
El siguiente paso es que la NHTSA emita una decisión final sobre si los infladores están defectuosos y luego celebre una audiencia pública. El ente regulador podría llevar a ARC a los tribunales para que ordene el recall.
Qué ocurre mientras se resuelve el enfrentamiento entre ARC y la NHTSA
Debido a que ARC suministra infladores que están incluidos en las bolsas de aire construidas por otros fabricantes, no existe una manera fácil para advertir a los propietarios que sus vehículos están equipados con infladores fabricados por ARC.
Para complicar más el asunto, ni la NHTSA ni ARC ni los fabricantes de automóviles han publicado una lista completa de los modelos afectados, y no está claro si tal lista existe o cuando podrá estar disponible.
La disputa entre la NHTSA y ARC hizo que los fabricantes de automóviles trataran de determinar cuáles de sus vehículos contienen los infladores cuestionados.
Cuestionados por The Associated Press, voceros de Ford, Kia y Toyota itieron que algunos de sus vehículos están equipados con infladores de ARC. Ford y Kia dijeron que aún están investigando y Ford añadió que ninguno de sus vehículos había “tenido ningún inflador de bolsas de aire ARC roto en las calles”.
Otros fabricantes de automóviles dijeron que estaban tratando de encontrar una causa y que estaban trabajando con el gobierno. Otros no respondieron a las solicitudes de información de The Associated Press.
Para Michael Brooks, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Center for Auto Safety, la situación es similar a las primeras etapas del retiro del mercado de los infladores de bolsas de aire Takata, en la que pasaron años antes de que se anunciaran todos los modelos afectados.
Tanto ARC como Takata usaron nitrato de amonio para inflar las bolsas de aire pero, según Brooks, la situación de Takata era más peligrosa porque en sus infladores el químico podría deteriorarse con el tiempo cuando se expone a altas temperaturas y humedad.
A diferencia de Takata, ARC usa nitrato de amonio solo como un químico secundario para inflar las bolsas de aire, por lo que en el caso de ARC el problema parece derivar de un defecto de fabricación.
De 2017 a 2022, los problemas de ARC provocaron siete retiros del mercado imitados por parte de los fabricantes de automóviles.
El más reciente de ellos ocurrió el viernes, el mismo día que NHTSA anunció su acción contra ARC, cuando General Motors anunció un recall de ciertas camionetas SUV GMC Acadia, Chevy Traverse y Buick Enclave de 2014 a 2017 porque los infladores ARC podían explotar.
Una de las personas que murió fue Marlene Beaudoin, una madre de 10 hijos de 40 años de la península superior de Michigan que fue golpeada por fragmentos de metal cuando su SUV Chevrolet Traverse 2015 estuvo involucrada en un accidente menor en 2021. Cuatro de sus hijos que la acompañaban no resultaron heridos.
General Motors, que dice que no sabe qué causó la explosión del inflador, contrató a una empresa de ingeniería para ayudar a investigar.
Mientras se resuelve la disputa entre la NHTSA y ARC, Brooks recomienda que los propietarios de vehículos de los fabricantes potencialmente afectados General Motors, Ford, Toyota, Stellantis, Volkswagen, BMW, Hyundai/Kia, insistan que sus concesionarios les informen si su vehículo en particular contiene un inflador ARC.
“ Cuantos más clientes se quejen, más presión ejercen sobre los fabricantes”, dijo.
Con información de The Associated Press