Accidente aéreo en Washington DC: la investigación preliminar muestra lecturas de altitud contradictorias
Datos preliminares del accidente de aviación más mortífero en Estados Unidos en casi 25 años mostraron lecturas contradictorias sobre las altitudes de un avión de pasajeros y un helicóptero del Ejército que colisionaron cerca del Aeropuerto Nacional Reagan en Washington DC la semana pasada, causando la muerte de todos los ocupantes de ambas aeronaves, informaron este sábado los investigadores.
Quienes están estudiando las causas de la tragedia también señalaron que, aproximadamente un segundo antes del impacto, la grabadora de vuelo del avión registró un cambio en su ángulo de inclinación. Sin embargo, no especificaron si ese cambio de ángulo significaba que los pilotos estaban intentando realizar una maniobra para evitar la colisión.
Los datos de la grabadora de vuelo del avión mostraron que su altitud era de 325 pies (99 metros), con un margen de error de más o menos 25 pies (7.6 metros), en el momento del accidente, ocurrido la noche del miércoles, informaron a periodistas funcionarios de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB en inglés). Sin embargo, los datos de la torre de control indicaron que el helicóptero Black Hawk se encontraba a 200 pies (61 metros) en ese momento.
La discrepancia de aproximadamente 100 pies (30 metros) aún no ha sido explicada y eso será investigado junto con decenas de factores adicionales, dijeron las autoridades.
Los investigadores esperan reconciliar las diferencias de altitud con los datos de la caja negra del helicóptero, cuya recuperación está tomando más tiempo debido a que se empapó de agua tras caer en el río Potomac. También señalaron que planean refinar los datos de la torre de control, que pueden ser menos fiables.
"Ese es nuestro trabajo, averiguarlo", dijo Todd Inman, miembro de la NTSB, visiblemente molesto por las preguntas de los periodistas que pedían más información y claridad sobre las lecturas durante una conferencia de prensa el sábado por la tarde. Inman reconoció que había desacuerdo dentro del equipo de investigación sobre si debían divulgar la información o esperar a tener más datos.
Las autoridades señalaron que la altitud máxima permitida para el helicóptero en ese momento era de 200 pies (61 metros).
Las causas del accidente aéreo en Washington DC: una "investigación compleja"
Nadie sobrevivió a la colisión, que ocurrió cuando un vuelo de American Airlines procedente de Wichita, Kansas, con 64 personas a bordo, se preparaba para aterrizar en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, justo al otro lado del río Potomac, frente a la capital. El helicóptero Black Hawk del Ejército llevaba tres soldados a bordo.
"Esta es una investigación compleja", dijo Brice Banning, investigador principal de la NTSB. "Hay muchas piezas aquí. Nuestro equipo está trabajando arduamente para recopilar estos datos".
Banning también habló sobre los últimos momentos registrados por las dos cajas negras del avión, que capturaron sonidos en la cabina y datos de vuelo.
"La tripulación tuvo una reacción verbal", indicó Banning, señalando que la grabadora de datos mostró "que el avión comenzó a aumentar su ángulo de inclinación. Se escucharon sonidos del impacto aproximadamente un segundo después, seguidos por el fin de la grabación".
Los investigadores están analizando las acciones del piloto militar y del control de tráfico aéreo. La istración Federal de Aviación (FAA en inglés) lleva tiempo lidiando con la escasez de controladores aéreos.
Las investigaciones completas de la NTSB suelen durar al menos un año, aunque los investigadores esperan tener un informe preliminar en 30 días.
Inman expresó su frustración por el hecho de que ocurran accidentes como este, señalando que la junta ha hecho "cientos" de recomendaciones para mejorar la seguridad en la aviación que no han sido implementadas.
"De la tragedia obtenemos conocimientos para mejorar la seguridad de todos. Eso es lo que estamos haciendo ahora mismo, enfrentando una tragedia, pero necesitamos mejorar la seguridad", dijo.
"¿Quieres hacer algo al respecto? Adopta las recomendaciones de la NTSB. Salvarás vidas", añadió, mencionando que ha pasado horas con las familias de las víctimas desde el accidente. "No quiero tener que reunirme de nuevo con padres en esas circunstancias".
Según Inman, las familias están atravesando momentos difíciles. "Algunas querían abrazarnos. Otras están molestas y enfadadas", dijo Inman. "Todos están dolidos. Y aún quieren respuestas, y nosotros queremos dárselas".
Accidente aéreo en Washington DC: siguen las operaciones de recuperación
Más temprano este sábado, equipos de rescate y buzos buscaron en el río y retiraron restos del accidente. Un buque de la Guardia Costera equipado con una grúa esperaba cerca, mientras que algunos del equipo de recuperación se sumergían en el agua, rodeados de embarcaciones de emergencia más pequeñas.
Hasta la tarde, se habían recuperado los restos de 42 personas, incluidas 38 que ya han sido identificadas, informaron las autoridades de emergencias de Washington. Se espera recuperar todos los restos, aunque probablemente será necesario extraer el fuselaje del avión del agua para completar la operación.
También el sábado, el Ejército identificó a la capitán Rebecca M. Lobach, de Durham, Carolina del Norte, como la tercera soldado fallecida en el accidente. Los nombres de los otros dos soldados se dieron a conocer el viernes, pero el de Lobach se mantuvo en reserva ante una petición inicial de su familia.
Funcionarios del Ejército indicaron que la tripulación del helicóptero tenía una amplia experiencia y conocía bien el congestionado espacio aéreo de la ciudad. Las aeronaves militares realizan con frecuencia este tipo de vuelos para practicar rutas que utilizarían en caso de que fuera necesario evacuar a altos funcionarios del gobierno durante un ataque o una catástrofe mayor.
Según las autoridades, más de 300 personas participaron en las labores de recuperación en distintos momentos. Tras un viernes lluvioso, el cielo despejado y las temperaturas más cálidas del sábado ofrecieron mejores condiciones para los equipos de trabajo. También se desplegaron dos barcazas de salvamento de la Marina para levantar restos de gran tamaño.
"Este es un trabajo desgarrador", declaró el viernes el jefe de bomberos de Washington, John Donnelly Sr., a los periodistas. "Ha sido una respuesta difícil para muchos de nuestros equipos".
Mientras el país aún lloraba la tragedia, un avión ambulancia se estrelló en una intersección concurrida de Filadelfia el viernes por la noche, causando la muerte de las seis personas a bordo, incluida una niña mexicana que acababa de recibir tratamiento en un hospital, y al menos una persona en tierra. Al menos tres personas seguían hospitalizadas el sábado con heridas, y las autoridades advirtieron que podrían pasar días antes de conocer el balance completo de muertos y heridos.
El accidente del miércoles fue el más mortífero en Estados Unidos desde el 12 de noviembre de 2001, cuando un avión se estrelló en un barrio residencial del distrito neoyorquino de Queens, poco después de despegar del aeropuerto Kennedy. El accidente causó la muerte de las 260 personas a bordo y de cinco personas en tierra.
Los expertos destacan regularmente que volar sigue siendo extremadamente seguro, pero el espacio aéreo congestionado alrededor del Aeropuerto Nacional Reagan puede suponer un desafío incluso para los pilotos más experimentados.
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