Recomendaciones para 'factchequear' estas elecciones
A pocos días de las elecciones, el factcheking es el arma más efectiva para contrarrestar la divulgación de contenidos falsos o imprecisos.
"Publicar en la época del consumo de noticias en línea presenta a los verificadores de hechos un rompecabezas: cómo garantizar que un buen contenido sea visible y, al mismo tiempo, evitar distraer a nuestra audiencia con un exceso de estímulos visuales o, lo que es peor, reforzar la información inexacta", señalan los investigadores de una alianza entre las organizaciones sin fines de lucro Full Fact, Africa Checks y Chequeado.
El análisis de las organizaciones se basa en los medios de información en línea y recomienda factquechear las elecciones con tres objetivos claros: corregir la desinformación, incrementar la percepción de calidad en las historias nuevas y contribuir con la creación de una cultura de precisión.
Precisos desde el encabezado
Los títulos fijan una primera impresión difícil de cambiar y con frecuencia es lo único que ve la audiencia, especialmente en redes sociales. Por eso, el tiempo es clave para atajar la desinformación, se recomienda ser rápidos al momento de confrontar errores.
"Siempre es recomendable comenzar por presentar la historia real, cuál es la verdad del hecho que se está narrando, en lugar de perder tiempo enumerando lo que está mal (…). Es importante acudir a las fuentes de información y recordar que una verificación de datos falsos puede caber en los 140 caracteres de un tweet. ¿Qué salió mal y cuándo? ¿Quién? ¿Por qué sucedió?", dice el manual de la alianza entre verificadores.
Y las correcciones son más creíbles cuando las realiza la fuente original de desinformación. "Hay una buena razón para que los verificadores de datos presionen a los que cometieron el error a corregir el registro", explican.
Las investigaciones de campo se centran en sitios web y redes sociales, aún quedan muchas dudas sobre la dinámica de las aplicaciones de mensajería directa como WhatsApp.
Imágenes que no distraigan o confundan
La forma como nos comunicamos afecta a cuántas personas llegamos. La presentación también incide en lo que el público aprende e incluso en lo que cree. Incluir una imagen relevante ayuda a captar la atención en las redes sociales. Los artículos con imágenes se ven cuatro veces más que los titulares solos.
Sin embargo, los estímulos visuales son un arma de doble filo. Una imagen que refleja el contenido del artículo puede fortalecer el aprendizaje al aportar una "segunda dosis" de la misma información, pero una discordante puede distraer la atención. Entonces, la elección requiere precaución.
Un experimento que expuso a más de 1,700 padres a diferentes formas de refutar el vínculo vacuna-autismo encontró que los participantes a los que se les mostraron imágenes de niños enfermos tenían menos probabilidades de aceptar la evidencia. Aunque los padecimientos presentados fueron prevenidos por la vacunación, es probable que la mera asociación entre vacuna- enfermedad haya sido suficiente para reforzar el mito.
Un debate más honesto
La verificación de hechos también puede contribuir con una cultura de precisión. Un estudio de campo entre legisladores estadounidenses - elegidos al azar- que fueron advertidos sobre los posibles daños a la reputación que podrían provocar los hallazgos del factchequear la información encontró que estos funcionarios tenían menos posibilidades de ser sorprendidos haciendo declaraciones cuestionables, en comparación con aquellos legisladores que habían recibido información no relacionada.
"Es cierto que es solo un estudio con una pequeña muestra. Pero nos da motivos para esperar que, más allá de la búsqueda diaria de inexactitudes, la verificación de datos también puede convertirse en parte de una cultura de debate honesto".
Si es fácil de leer, es fácil de entender
Pese a la existencia de diversos medios multimedia, un pequeño experimento mostró que los participantes prefirieron los textos con imágenes sobre los formatos de audio con video. Y dentro de la información escrita, eligieron aquellos que seguían el principio de la pirámide invertida.
Una investigación adicional -con 210 participantes- arrojó que los contenidos que tenían la información clave en la parte superior y se componían de párrafos cortos y sencillos se recordaban más rápidamente, con mayor precisión y tomaban menos tiempo para ser leídos, en comparación con los textos narrativos. Los gráficos fueron más efectivos cuando se presentaron tendencias.
Fuentes directas y conclusiones claras
Otra recomendación que aplica para las coberturas electorales es el manejo de las declaraciones en los textos. Los lectores prefieren el uso de verbos sencillos y directos ("dice", "dijo"), contrariamente a las preocupaciones de que pueda ser confundido con sesgo.
Un cierre claro también afianza el contenido. Un experimento entre 400 estudiantes de Estados Unidos reveló que las noticias que sopesaron los hechos y propusieron una conclusión clara fueron catalogados de mayor calidad, más capaces de satisfacer las necesidades de información y con más probabilidades de aumentar el uso de noticias en el futuro.
En resumen, se sugiere que una forma de lograr el equilibrio correcto podría ser centrarse en escribir una buena historia y luego hacer un uso estratégico de imágenes relevantes en las redes sociales para garantizar la participación de la audiencia.