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Debate Presidencial Estados Unidos

Cómo Kamala Harris sacó a Donald Trump de sus casillas en el debate presidencial

A pesar de formar parte del gobierno de turno, Kamala Harris buscó presentarse ante su rival, Donald Trump, como la candidata del cambio, con la estrategia de tentar al expresidente con temas a los que es reactivo. La vicepresidenta parece haber alcanzado un éxito más allá de sus escenarios más optimistas.
Publicado 11 Sep 2024 – 04:02 PM EDT | Actualizado 11 Sep 2024 – 04:02 PM EDT
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En su primer (y quizás el único) debate presidencial la vicepresidenta Kamala Harris buscó dos objetivos: presentarse ante un electorado que la conoce mucho menos que a su rival, el expresidente Donald Trump, y definirse como candidata "del cambio", a pesar de formar parte del gobierno de turno.

Para lograr ese segundo objetivo, la candidata demócrata debía sacar a Trump de sus casillas y tratar de presentarlo ante el electorado como el mismo candidato que rechazó en 2020, en parte, por lo que consideron su discurso divisivo e irrespetuoso con algunos sectores de la sociedad.

Así, tras la salida de Joe Biden de la contienda, Harris quiere venderse como la representante de una nueva generación política lista para tomar la antorcha de manos de los hoy ancianos que han dominado la política estadounidense en los últimos años.


Harris parece haber tenido éxito. Según una encuesta rápida de CNN, la vicepresidenta ganó el debate por un margen del 63% al 37%, similar al con el que el presidente Biden perdió el debate de junio. Eso pone e relieve lo mucho que cambió la dinámica de la contienda presidencial 2024 desde la llegada de la vicepresidenta.

Todo empezó con el inesperado saludo de Harris a Trump

Desde el inicio del debate, Harris pareció salir a sorprender a Trump. Cuando los candidatos entraron al escenario, cada uno desde el extremo del lado donde se encontraba el podio asignado, Harris inesperadamente cruzó el área, se acercó a Trump y le tendió la mano.

“Kamala Harris” dijo la vicepresidenta estrechando la mano de un visiblemente incómodo Trump. “Tengamos un buen debate”, añadió Harris en un tono conciliador que desaparecería para no volver.

Harris sorprendió a Trump algunas veces más, como cuando invitó a la audiencia a asistir a uno de los mitines del expresidente para que vieran como hablaba de personajes ficticios como el personaje de película Hannibal Lecter en lugar de hablar de los problemas de la gente y como la audiencia “aburrida y cansada” los abandonaba temprano

Fue algo que Trump no pudo evitar responder, acusando a Harris de llevar en autobús a multitudes pagadas as sus mítines en lugar de responder a la implicación de que no le importan los votantes comunes.

Ataques previsibles en los que cayó Trump

Harris también logró sacar a Trump de sus cabales, incluso con ataques completamente previsibles.

Durante uno de ellos, relacionado al tema de la inmigración y la frontera sur, en el que las encuestas le dan al candidato republicano una clara ventaja sobre Harris. Sin embargo, Trump no logró acorralar a la vicepresidenta que logró que él mismo se saliera de la línea.

Harris acusó a Trump de haber matado el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza para evitar un triunfo legislativo para Biden, quien entonces era su rival electoral, a lo que Trump respondió con una diatriba inconexa en la que habló desde el peligro de una tercera guerra mundial hasta inmigrantes ilegales comiendo las mascotas de los ciudadanos de Springfield, Ohio.

En Springfield, se están comiendo a los perros, la gente que entró, se están comiendo a los gatos”, dijo Trump, una mentira que llevó a una de las verificaciones más contundentes del moderador David Muir, quien le dijo a Trump que el de la ciudad declaró a ABC News que “no ha habido informes creíbles de afirmaciones específicas de mascotas que hubieran sido dañadas, heridas o abusadas por de la comunidad de inmigrantes".

Otro ataque previsible fue en el tema del aborto cuando Harris responsabilizó a Trump de las consecuencias de la derogación por parte de la Corte Suprema de la decisión Roe vs. Wade, protegía el derecho al aborto a nivel nacional, un hecho por el que Trump minutos antes se había tomado el crédito.

Harris señaló que el fin de Roe vs. Wade permitió que muchos estados republicanos impusieran fuertes restricciones al aborto y habló de los peligros que enfrentan las mujeres embarazadas en esos estados.

Trump respondió airadamente con su afirmación falsa sobre asesinatos de bebés recién nacidos en estados demócratas, lo que Harris calificó de “insulto a las mujeres estadounidenses” y llevó a la moderadora Linsey Davis a verificar la mentira de Trump recordando que en ningún estado es legal matar a un bebé.

Los anzuelos marginales que Trump también mordió

Trump mordió las carnadas de Harris en varios temas marginales, como las elecciones de 2020, los juicios que enfrenta y sus 34 convicciones penales, o como líderes mundiales "se ríen" de él y lo consideran una “desgracia”, usando uno de los insultos favoritos de Trump en su contra.

Cada vez que Harris lo tentó, Trump respondió con largas peroratas sobre lo mucho que es irado por el primer ministro de Hungría, Viktor Orban, un líder muy criticado dentro de la Unión Europa por quienes lo consideran como un déspota que ha limitado las libertades en su país.

También Trump se salió de su guion para repetir el infundio de que inmigrantes ilegales votan en las elecciones estadounidenses, la supuesta corrupción de Biden y su hijo Hunter en negocios que habrían hecho con China y Ucrania, y para acusar a Harris y al Departamento de Justicia de haber orquestado los juicios penales en Nueva York y Georgia en su contra (aunque se trata de sistemas estatales sobre los que el gobierno federal no tiene injerencia alguna).

Harris ni critica ni se solidariza con Biden

A lo largo de la noche, Trump no logró precisar a Harris en dos puntos en los que más débil luce: economía en imngracion, donde el verbo exagerado de Trump terminaba por dejar libre a la candidata demócrata.

Era en esa misma línea en la que, a pesar de no estar ya en la contienda, Trump atacó frecuentemente al presidente Biden lo que, aunque diluyó la fuerza de sus ataques contra Harris, buscaba una reacción de la vicepresidenta que nunca obtuvo.

En múltiples oportunidades, el expresidente habló despectivamente de su sucesor, burlándose de él por siestas que supuestamente toma, o acusándolo de corrupción e incompetencia, sin lograr que Harris se inmutara ni respondiera.

Los ataques de Biden fueron tan frecuentes que en un punto durante el debate la vicepresidenta le recordó a Trump: “No estás compitiendo contra Joe Biden, estás compitiendo en mi contra”. Algo que Trump a veces parece olvidar.


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