Pete Buttigieg abandona sorpresivamente la carrera presidencial demócrata
El candidato demócrata Pete Buttigieg abandonó este domingo la carrera para ser el próximo candidato de su partido en las elecciones presidenciales de 2020.
"Esta noche tomé la difícil decisión de suspender mi campaña por la presidencia (...) pero haré todo en mi poder para garantizar que tengamos un presidente demócrata en enero próximo", dijo Buttigieg sin especificar a quién respaldará.
"Nuestro objetivo siempre ha sido ayudar a unificar a los estadounidenses para vencer a Donald Trump (...) y reconocemos que en este momento en la carrera la mejor manera para mantener la esperanza en esos objetivos e ideales es apartarnos y ayudar a unificar a nuestro partido y país", agregó.
En un emotivo discurso que dio en la ciudad de Indiana que gobernó, South Bend, el político de 38 años les pidió a sus seguidores "continuar en la causa asegurando de generar cambios en la Casa Blanca".
Buttigieg entró en la contienda de las primarias demócratas como un joven con políticas moderadas al que no le importó declarar abiertamente que es homosexual y está casado. Ante decenas de simpatizantes, él dijo que espera que otros vean que fue posible para un político gay "liderar una campaña presidencial con su esposo a su lado".
Inicialmente, su nombre no estuvo entre los favoritos, pero poco a poco comenzó a subir en las encuestas e incluso llegó a liderar algunos sondeos de opinión. Además, su triunfo en Iowa, aunque por un estrecho margen, lo puso nuevamente como uno de los posibles contrincantes a Donald Trump en 2020. Sin embargo, en las siguientes contiendas para la designación del candidato demócrata, Buttigieg comenzó a tener resultados menos prometedores.
"Nada de esto habría sucedido sin su apoyo, gracis al poder de la visión de esta campaña, prueba de que Estados Unidos tiene hambre de un nuevo tipo de políticos", expresó la noche del domingo.
El candidato “millennial, gay y episcopaliano”, como él mismo se describe, quedó en un modesto cuarto puesto en las primarias de este sábado en Carolina del Sur, lo que significa que no sumó ningún delegado. De hecho, según han ido avanzando las primarias hacia estados más diversos, su atractivo para los votantes se ha reducido, revelando las dificultades que tuvo su campaña para atraer a las minorías.
Hasta ahora, se situaba en tercer lugar en el conteo total de delegados, con 26, por detrás de Bernie Sanders (que lleva 58) y Joe Biden (50).
Las previsiones, según las encuestas, no eran buenas para Buttigieg para las próximas citas. Según una encuesta de esta semana de Univision Noticias, el exalcalde de South Bend tenía solo un apoyo del 6% en Texas, uno de los estados que vota el próximo Supermartes y en el que se decidirán 261 delegados, el mayor número después de California.
Pese a su pronta salida, la presencia de Buttigieg pasará, sin duda, a la historia. Con solo 37 años, solo dos más que lo que marca la ley para ser presidente de Estados Unidos, se hubiera convertido el mandatario más joven en la historia estadounidense y también el primero abiertamente gay. Tienen experiencia militar (fue veterano en Afganistán) y es muy religioso, dos cosas a las que alude en sus discursos, a los que suele acudir con su esposo.
Un perfil centrista
Sus propuestas siempre se han movido en el campo del pragmatismo y la centralidad, alejado de las propuestas de algunos de sus compañeros como Bernie Sanders o Elizabeth Warren
Buttigieg optó por una agenda en la que puso énfasis en derechos de los trabajadores, propuestas económicas liberales que, según sus críticos dentro de la izquierda del Partido Demócrata, no parecen distintas de las de algunos republicanos y una postura moderada que le ha ganado críticas desde esos sectores más liberales.
La gente de Sanders se ha enfocado también en la lista de donantes de Buttigieg, quien, al contrario de su rival, no tiene empachos en recibir fondos de grandes financistas, aunque el exalcalde asegura que lo hace solo cuando considera que coinciden con el mensaje de cambio que dice querer impulsar.
En diciembre pasado, fue muy criticado por Sanders y por Warren por realizar un evento para recaudar fondos en una elegante cava de vinos del Valle de Napa, California, a la que asistieron varios millonarios interesados en su candidatura.
“Necesitamos la ayuda de todos los que estén comprometidos en ayudarnos a derrotar a Donal Trump”, se defendió Buttigieg durante el sexto debate demócrata en Los Ángeles.
Buttigieg se presentaba como una voz del cinturón industrial de Estados Unidos, una región tradicionalmente demócrata o con estados "péndulo" que se inclinó por Trump en 2016. En numerosas ocasiones, indicó que su experiencia como alcalde de South Bend (donde asumió el poder en 2011) le ha dado las herramientas para entender los reclamos del Medio Oeste norteamericano desencantado por años de declive económico.
“No solo me preocupan los problemas de la Casa Blanca, me preocupan los problemas que hicieron que surgiera esta Casa Blanca”, dijo en una entrevista en agosto del año pasado.
Al principio de la campaña para las primarias, muchos pensaron que la de Buttigieg sería una propuesta de ruptura, teniendo en cuenta ese perfil "distinto" del candidato. Pero rápidamente se posicionó como una opción moderada de centro, con un mensaje que buscaba eventualmente atraer a algunos republicanos (o al menos a esos votantes independientes que en 2016 respaldaron a Trump, sobre todo en estados del Medio Oeste).
Y aunque entre cierto sector demócrata eso puedo haber causado desilusión, para otros representó la oportunidad de apoyar una cara nueva, a un político que no sale del 'establishment', pero que no quería arrasar con lo que representa Washington DC, como suele ser el mensaje de los outsiders que llegan a la capital estadounidense.
En algunas entrevistas con medios reconoció que su campaña compartía la condición de "extraña", que le endilgaron a la de Trump en 2015 cuando anunció que buscaría la nominación republicana. Pero él asegura que hasta allí llegan las coincidencias.
Por ahora, se desconoce si dará su respaldo a alguno de sus compañeros que aún siguen en la carrera por la nominación.