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Partido Demócrata

El enorme aporte de Stacey Abrams en el histórico avance demócrata en Georgia

La activista y excandidata a la gobernación de Georgia logró movilizar a niveles sin precedentes en favor de los demócratas el voto de la comunidad afroestadounidense en ese estado tradicionalmente republicano.
15 Nov 2020 – 02:32 PM EST
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La noche del 5 de febrero de 2019 se gestó un hito en el discurso sobre el estado de la nación: por vez primera, una afroestadounidense, Stacey Abrams, respondió al mensaje anual de un presidente de Estados Unidos.

Un año más tarde, Abrams se ha convertido en un factor determinante en el resultado que hasta ahora favorece por un pequeñísimo margen al candidato demócrata, Joe Biden, en el conteo de votos de las elecciones presidenciales en el estado de Georgia.

La campaña que emprendió Stacey Abrams tras perder su intento de convertirse en gobernadora del estado sureño en 2018 ayudó a impulsar una participación masiva de votantes en ese tradicional bastión republicano, sobre todo entre la comunidad afroestadounidense.

Su influencia se pudo notar sobretodo entre los más jóvenes (población entre 18 y 29 años), quienes, según algunas encuestas hechas a la salida de centros de votación, votaron en un 90% por Biden y en un 8% por Trump.

Abrams puede ser considerada el cerebro detrás del buen desempeño de Biden en Georgia, un estado del sur rodeado por Alabama, Florida, Tennessee y Carolina del Sur, donde Trump arrasó, lo que hace más notable el avance demócrata.

Apoyo popular

Unos meses antes de responder al presidente Trump, durante las elecciones de medio mandato de 2018, Abrams logró lo que ninguna mujer negra había conseguido hasta entonces: competir por la gobernación de un estado por uno de los dos partidos más importantes a nivel nacional.

Si bien la excongresista perdió esas elecciones en contra del republicano Brian Kemp —por un margen de 50,000 votos—, ganó lo más importante para un político: reconocimiento popular, incluso más allá de su estado.

Durante una intervención en un acto público en la pasada campaña electoral, ella misma recordó que cuando tuvo un tiempo extra en sus manos después de 2018, "decidí que me concentraría en dar una pelea justa en favor de la democracia”.

Abrams decidió fundar la organización Fair Fight en Atlanta para luchar contra las prácticas y mecanismos que históricamente han dificultado el voto entre las minorías, sobre todo los afroestadounidenses, y que los demócratas consideran como "supresión" del voto, para activar a sectores de la población excluidos del proceso político.

Su ascenso dentro del partido y el reconocimiento `público la metieron en la lista de las posible vicepresidentas para completar la f´órmula de Biden, un papel que ella buscó activamente y para el cual fue seleccionada finalmente la senadora Kamala Harris, otra mujer de color.

Sin embargo, Abrams canalizó todo su empuje en la campaña electoral en favor de Biden y Harris. Así se pudo ver en un discurso de cierre de campaña el pasado 1 de noviembre en el condado de Gwinnett, Georgia, donde alentó a sus seguidores a no temer a sus adversarios.

"Sabemos a lo que nos enfrentamos esta vez. Sabemos cómo es el derecho a votar en el estado de Georgia. Sabemos lo que es tener líderes que quieren escuchar nuestras voces y quieren tomar las decisiones correctas. Así que no temamos cuando escuchemos las mentiras, no caigan en pánico cuando les digan que no vamos a ganar", sostuvo.

Compromiso de fondo

Stacey Abrams nació en Madison, en el condado de Dane, Wisconsin, el 9 de diciembre de 1973, pero fue criada junto a sus cinco hermanas en un hogar humilde de Gulfport, Mississipi.

Cuando adolescente se mudó a Atlanta con Carolyn y Robert sus padres, ella una encargada de biblioteca, el era un trabajador del puerto, y ambos ministros de la iglesia Metodista, a quienes cita frecuentemente en sus discursos cargados de emotividad.

Según contó en sus memorias durante su campaña a la gubernatura de Georgia, Abrams conoció la situación de la salud en el país cuando su familia tuvo que adquirir una importante deuda para hacer frente al cáncer que padece su padre.

Esa deuda, junto a la adquirida para pagar sus estudios universitarios, provocaron retraso en sus pagos de impuestos, situación que le ha valido algunas críticas de sus opositores políticos.

Muy joven, Abrams se mudó a Atlanta, donde se sumó a las filas del Partido Demócrata. Allí consiguió una buena cantidad de sus logros políticos gracias a sus aptitudes retóricas y académicas.

En 2006 fue elegida para ocupar un lugar en la Cámara de Representantes de Georgia convirtiéndose después en la primera mujer en encabezar la minoría demócrata (entre 2011 y 2017) en la Asamblea General del estado.

Su labor de 11 años en la Cámara de Representantes de Georgia y su activismo social le valió el reconocimiento y apoyo de figuras demócratas como Nancy Pelosi, Bernie Sanders, Cory Booker, Kirsten Gillibrand y el de la ahora visepresidenta electa Kamala Harris.

Junto a su trabajo político, la mujer de 46 años de cabello rizado ha escrito 8 novelas románticas y de suspenso, algunas de ellas convertidas en éxitos de ventas, bajo el pseudónimo de Selena Montgomery.

"Georgia ahora es azul, lo que cambiará la vida al estado y a sus residentes, especialmente a los habitantes negros que vivimos aquí”, aseguró a la BBC Kristin Hunt, vecina y compañera de equipo de Abrams. “Eso, en gran medida es gracias a Stacey Abrams y a muchas mujeres negras que estuvieron en las calles registrando gente para votar y provando que nuestro voto cuenta”.

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