Biden se lleva Maine y sella su resurrección con una larga lista de victorias del Supermartes
A Joe Biden le han hecho falta tres intentos en la primarias y varias décadas para tener su momento político (el ex vicepresidente ya se postuló a la presidencia por el Partido Demócrata en 1988 y 2008), pero no ha sido hasta esta semana que todo se ha confabulado a su favor para que se le vea con opciones reales de ser el candidato demócrata para la Casa Blanca.
A los ocho estados que sumó a su favor en el Supermartes (Carolina del Norte, Massachusetts, Virginia, Minnesota, Tennessee, Arkansas, Alabama, Oklahoma y Texas) le sumó este miércoles Maine.
Pese a que las proyecciones iniciales del martes le daban la victoria de ese estado del noreste al senador de Vermont Bernie Sanders, el ex vicepresidente se proclamó vencedor de la primaria de ese estado este miércoles. Con más del 95% de los votos escrutados, Biden se lleva 11 delegados frente a los 9 de Sanders y a los 4 de la senadora de Massachusets Elizabeth Warren.
La llamada por algunos "resurrección política" del ex vicepresidente se produce después de que el lunes sumara importantes apoyos, entre ellos lo de los ex candidatos Pete Buttigieg y Amy Klobuchar que dejaron la contienda electoral el domingo y el lunes, respectivamente, después de la primaria de Carolina del Sur, en la que Biden arrasó.
A esos respaldos se le sumó este miércoles el del ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, quien se retiró de la campaña después de su flojo desempeño en el Supermartes y anunció que se une a los esfuerzos de Biden para intentar frenar una nueva presidencia de Donald Trump.
Estas jugadas han sido interpretadas como un impulso del ala más moderada del Partido Demócrata para apuntalar la campaña de Biden frente al empuje del liberal senador de Vermont Bernie Sanders, el que más delegados había conseguido hasta el Supermartes y quien ha demostrado tener fuertes apoyos entre los más jóvenes y los hispanos.
En el Supermartes, Sanders consiguió el premio grande de California, además de las victorias en las primarias de Colorado, Utah y Vermont.
Aunque Elizabeth Warren y la congresista de Hawaii Tulsi Gabbard siguen en campaña, después del Supermartes parece que la carrera demócrata será una reedición de la de 2016 en la que Bernie Sanders se enfrentó, en representación del ala más progresista del partido, al establishment moderado representado entonces por Hillary Clinton.
