null: nullpx
Elecciones 2018

Exconvictos de Florida quieren recobrar su derecho al voto: 180,000 son hispanos

Una enmienda que será sometida a votación en Florida el 6 de noviembre podría restablecer el derecho al voto de 1.4 millones de criminales convictos que cumplieron su condena. Esto podría alterar el equilibrio político en el estado pendular más grande del país. Hablamos con varios de ellos.
9 Oct 2018 – 02:00 PM EDT
Comparte
Default image alt
De izquierda a derecha, fila superior: Bryan Russi, Caridad Galán y Ángel Sánchez. Fila de abajo: David Ayala, Yraida Guanipa e Ignacio Calderín. Crédito: David Maris

A la edad de 36 años, Ángel Sánchez es uno de los mejores estudiantes de la facultad de derecho de la Universidad de Miami, y el mes pasado habló en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Harvard.

En su tiempo libre, visita escuelas públicas y prisiones para dar charlas motivadoras sobre cómo tomar las decisiones correctas en la vida.

Sin embargo, a pesar de todos sus logros académicos y sentido de servicio comunitario, hay un deber cívico que Sánchez no puede cumplir. Como exconvicto, no puede votar bajo la ley actual de Florida.

Esto se debe a que cuando tenía 16 años fue sentenciado a 30 años por intento de asesinato con un arma de fuego. Su vida ha cambiado completamente desde sus primeros años como adolescente "súper depredador" cuando formaba parte de una pandilla callejera de Miami.

Pero la ley de Florida hace que sea extremadamente difícil para los criminales convictos que pagaron su pena recuperar el derecho a votar, pues les exige que esperen hasta siete años después de haber finalizado su período de libertad condicional antes de que puedan solicitar 'clemencia' al gobernador, una forma de indulto donde los condenados pueden pedir la restauracion de los derechos civiles.

Sánchez espera que todo esto cambie el 6 de noviembre cuando los votantes de Florida acudan a las urnas. Además de elegir a sus del Congreso y otros funcionarios estatales y locales, los votantes tendrán la oportunidad de reformar la constitución estatal mediante la aprobación de la Enmienda Cuatro, la cual les permitiría votar automáticamente a los criminales que hayan completado su sentencia y hayan sido liberados, con la excepción de asesinos y delincuentes sexuales.

La enmienda necesita el apoyo del 60% de los votantes para su aprobación y encuestas recientes han mostrado que el apoyo supera el 70%.

"No hay otro tema a votación en noviembre que sea más importante", dice Dave Lawrence, un importante defensor nacional de los niños y exeditor de The Miami Herald. "Definitivamente, somos mejores que esto", dijo en un reciente evento en Miami sobre la Enmienda Cuatro.

La constitución de Florida tiene una de las prohibiciones de voto más restrictivas de la nación, un vestigio de su constitución posterior a la Guerra Civil, redactada en 1865, la cual les prohibía el derecho al voto a negros y criminales. Fue revisada en 1868 para permitir que todos los hombres votaran, pero se mantuvo la prohibición para los delincuentes condenados. Debido a la alta tasa de encarcelamiento de personas negras, el 21% de los afroestadounidenses en edad de votar en el estado no pueden votar. Se estima que la prohibición también afecta a más del 10% de los votantes hispanos elegibles.

Univision entrevistó a media docena de 'ex-convictos' hispanos que pasaron más de una década en la cárcel, pero que desde su liberación han llevado vidas ejemplares.

Intención histórica


"Sabemos cuál es la intención histórica. Fue diseñada para reprimir a los esclavos recién liberados", dice Desmond Meade, un exdelincuente sin hogar que es presidente de la Coalición para la Restauración de los Derechos de la Florida (FRRC, por sus siglas en inglés), que ha recaudado 12 millones de dólares para promover la enmienda que será sometida a votación. "Ésta es la continuación del movimiento por los derechos civiles", agregó, y señaló que, si se aprobara, la enmienda sería la mayor adición de nuevos votantes potenciales desde que el Congreso redujo la edad para votar de 21 a 18 años en 1971.

Solo tres estados, Florida, Kentucky y Iowa, les impiden a los exconvictos recuperar su derecho al voto. De hecho, los 1.6 millones de Florida representan aproximadamente el 25% de los seis millones de criminales marginados en toda la nación. (Bajo la Enmienda Cuatro, solo 1.4 millones de delincuentes recuperarían sus derechos debido a la exclusión de asesinos y delincuentes sexuales).

Hay actualmente 100,000 personas en prisión en Florida y otros 115,000 criminales bajo algún tipo de supervisión comunitaria, según el Departamento de Correcciones de Florida.

Muchos países les permiten a los reclusos votar, incluyendo Canadá y algunas naciones de Europa y América Latina.

'Clemencia'


El sistema de clemencia de Florida es tan arbitrario que la Corte Suprema del estado lo ha considerado injusto y comediantes de programas televisivos nocturnos como John Oliver lo han ridiculizado a nivel nacional.

El actual gobernador, el republicano Rick Scott, ha restaurado el derecho al voto de menos de 3,000 personas durante los ocho años que lleva en el cargo. Su predecesor, Charlie Crist, un republicano que desde entonces ha cambiado de partido, restauró el derecho al voto de unos 150,000 exconvictos en apenas cuatro años.


"El estado impone lo que, para todos los efectos prácticos, es una prohibición de por vida a las personas con condenas por delitos graves", dice Myrna Pérez, directora del Proyecto de Derecho al Voto y Elecciones del Centro de Justicia Brennan de la Universidad de Nueva York. Además de no poder votar, la Constitución de Florida les niega a los criminales condenados el derecho a participar en un jurado, poseer un arma de fuego u ocupar cargos públicos hasta que se restablezcan los derechos civiles.

El gobierno de Florida ha enfrentado múltiples juicios relacionados con temas de derecho al voto. Un grupo de exconvictos demandó el hecho de que el sistema de clemencia violaba sus derechos constitucionales. Un juez de distrito les dio la razon en abril y criticó a Scott por la naturaleza arbitraria de las audiencias periódicas de clemencia del estado.

"En Florida, los funcionarios electos y partidistas tienen una autoridad extraordinaria para otorgar o retirar el derecho al voto de cientos de miles de personas sin restricciones, pautas o estándares", escribió el juez de distrito Mark Walker en un dictamen en abril en el que se le ordenó a Scott crear un proceso más justo para restaurar el derecho al voto de los exconvictos. Un tribunal de apelaciones bloqueó el dictamen de Walker y la batalla judicial sigue sin resolverse.

Si la enmienda se aprueba en noviembre, la demanda sería redundante. "Sería un gran día si viéramos que nuestro caso se vuelve irrelevante", dijo Jon Sherman, abogado principal de la Red Legal de Elecciones Justas y abogado principal en la demanda. Señaló que algunos delitos menores pueden no implicar sentencias de cárcel, incluyendo el robo, el fraude y algunos delitos viales, sin embargo, el derecho al voto se eliminan aún en esos casos.

Los solicitantes de clemencia tienen que asistir a una audiencia ante el Gobernador para responder a una serie de preguntas personales relacionadas con su familia, hábitos de consumo e historial laboral. Cualquier infracción legal, tan trivial como una multa de estacionamiento, puede resultar en el rechazo de una solicitud.

"Cuando ves cómo se rebajan las personas, es humillante", dijo Meade. "Sus preguntas son muy invasivas. Realmente afecta muy profundamente".

Los grupos conservadores han estado relativamente tranquilos con relación a la enmienda hasta el momento. De hecho, los partidarios normalmente estoicos del Partido Republicano, como la Coalición Cristiana de América y los multimillonarios hermanos Koch, la han respaldado.

El perdón es divino


"Como cristianos, luchamos por más divinidad, y perdonar a quienes han prevaricado contra la sociedad, y encaminarlos a una relación apropiada es algo un poco más divino, y por eso apoyamos la Enmienda 4", escribió Keith den Hollander, Director Nacional de Campo de la Coalición Cristiana de América.

Rick Scott es un firme defensor de las víctimas del crimen y sus familias, y ha luchado contra los esfuerzos legales para eliminar la autoridad legal del Gobernador sobre el proceso de clemencia. "Si eres un delincuente, creo que deberías tomarte el tiempo para que podamos ver que te has reintegrado y has hecho lo correcto para la sociedad antes de que puedas recuperar tus derechos", dijo a principios de este año.

Una organización sin fines de lucro llamada Floridians For A Sensible Voting Rights Policy (Floridanos Por Una Política Sensata de Derecho al Voto) se opone a la Enmienda argumentando que "el valor de cada voto legal se diluye y disminuye por cada voto ilegal emitido por delincuentes, no ciudadanos, personas muertas, impostores, ladrones de identidad y personas que votan más de una vez''.

Ashley Moody, la candidata republicana a fiscal general del estado, también se opone a la enmienda. "No puedo apoyar con la conciencia tranquila la Enmienda 4, ya que les permitirá a los criminales violentos el restablecimiento automático de los derechos sin una determinación caso por caso de cuándo ese restablecimiento es realmente adecuado", dijo en mayo. Sin embargo, agregó que estaba dispuesta a considerar "un procedimiento menos engorroso".

Estado pendular


En Florida, donde las elecciones a menudo se ganan por pequeños márgenes, restablecer el derecho al voto podría marcar una gran diferencia en las contiendas futuras. El presidente George W. Bush ganó el estado de Florida en 2000 por 537 votos. Las dos últimas elecciones para gobernador se decidieron por un margen de 60,000 votos en un estado con 13 millones de votantes registrados.

Según un análisis de 2016, si se les permitiera a los floridanos con condenas por delitos graves registrarse, aproximadamente 258,060 se inscribirían como demócratas, 46,920 como republicanos y 84,456 como independientes y de terceros partidos.

Impacto político: Neil Volz

Analizando un estudio que combinó los datos de clemencia con los archivos de votantes en 2012, los investigadores encontraron que el 59% se registraron como demócratas, el 18% como republicanos y el 23% como independiente o de terceros partidos.

"Perdí un derecho que nunca tuve"


Sánchez señala que apenas era un niño cuando violó la ley. “Es irónico el hecho de que perdí el derecho a votar incluso antes de la edad de adquirir ese derecho. Perdí un derecho que nunca tuve".

Después de cumplir los 12 años de edad y entrar y salir en repetidas ocasiones de centros de detención de menores, eventualmente fue juzgado como adulto a la edad de 16 años, después de que fue arrestado por un tiroteo entre pandillas. En la cárcel descubrió la lectura y la pasión por la ley, obtuvo su título de preparatoria y comenzó a estudiar en línea para hacerse asistente legal. En el proceso, descubrió errores en su caso legal y logró que su sentencia se redujera a la mitad, y finalmente fue puesto en libertad después de 12 años y cuatro meses.

"Así fue como descubrí mi pasión por la ley", dijo.

Desde su liberación, ha superado numerosos obstáculos para alcanzar impresionantes logros académicos. Recientemente se convirtió en elegible para solicitar clemencia, pero no ha podido encontrar los registros judiciales de sus casos que se requieren para presentar una solicitud.

Comenzó por ser el mejor de su clase en el Valencia College en Orlando, con un título en estudios paralegales con un promedio de calificaciones de 4.0, mientras vivía en un refugio para personas sin hogar del Ejército de Salvación. En la Universidad de Florida Central (UCF, por sus siglas en inglés), donde también se graduó con un promedio de 4.0, obtuvo dos títulos en estudios jurídicos y ciencias políticas. Fue galardonado con la Orden de Pegaso de la UCF, el más alto honor otorgado a sus graduados e invitado a dar el discurso de graduación de 2014.


Su tesis en la UCF examinó el impacto de la privación de derechos a los 'exconvictos' entre los hispanos de Florida, la cual reveló que hay casi 180,000 delincuentes hispanos sin derechos en Florida. También descubrió que los datos sobre los hispanos en el sistema de justicia penal eran altamente inexactos, y los hispanos no contados no se consideran una raza separada. El Departamento de Correcciones de Florida (FDOC, por sus siglas en inglés) "se queda corto sistemáticamente en el conteo de hispanos (y cuenta de más a los blancos) en casi un 8%, es decir, hay más de 2.5 veces más hispanos en los datos del FDOC que lo que en realidad informa", escribió.

Para costearse la escuela de derecho, obtuvo una codiciada beca de la Fundación Jack Kent Cooke, con un valor de más de 200,000 dólares.

Quienes lo apoyan dicen que se ha ganado más que su derecho al voto. "Ángel Sánchez es el mejor ejemplo que conozco de una vida completamente cambiada", dijo el presidente del Valencia College, Sandy Shugart. "Se ha restablecido su carácter, su espíritu de servicio, su ética de trabajo, su respeto por los demás, su dedicación a la familia y su capacidad para contribuir a la sociedad. Por supuesto, también debe restablecerse su derecho al voto".

"Es una joya", agregó Cynthia Schmidt, directora del Centro de Derecho y Política de la UCF. "Estoy muy orgullosa de él", agregó, recordando que él fue miembro de su equipo de Moot Court que compitió con otras universidades en procesos judiciales simulados. Obtuvo el quinto lugar en la final nacional en 2016. "Es un orador increíblemente talentoso. Fue todo un espectáculo ver cómo venció fácilmente a los chicos de la Ivy League".

Sánchez dice que existen una serie de razones que se pasan por alto para permitirles a los 'exconvictos' votar, que tienen sentido tanto desde el punto de vista de la seguridad pública como financiera. Los estudios muestran que las personas que han recuperado su elegibilidad para votar son casi dos tercios menos propensas a cometer delitos. Y señala, si recuperar el derecho al voto puede reducir la reincidencia, eso también reduciría los costos por encarcelamiento y podría resultar en que más delincuentes se conviertan en útiles de la sociedad que pagan impuestos.

“No se trata de ser duro o permisivo con el crimen. Se trata de ser inteligente con el crimen", dijo Sánchez. "¿Es una política inteligente mantener sin derecho ni elegibilidad al voto a las personas que se reintegran, o no es inteligente hacerlo?"

Cargando Video...
Años luchando por votar tras ser condenado por un crimen
Comparte
RELACIONADOS:Voto Hispano