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Elecciones 2016

El caso de los ciudadanos sentenciados a no votar por haber cometido un delito

Bajo diferentes leyes de privación de derechos civiles quienes cometieron un delito mayor pierden su derecho a votar. Millones de personas están excluidas de los puestos electorales, incluso después de haber cumplido sus condenas.
1 Nov 2016 – 05:45 PM EDT
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Estados Unidos se precia de ser una de las mejores democracias del mundo, pero cuando se trata de prohibir la entrada a las urnas a los ciudadanos que salieron de prisión, es el país con las leyes más estrictas y excluyentes: aquí quienes cometen un delito mayor pierden sus derechos civiles, aún después de cumplir su sentencia.

La práctica conocida en inglés como felon disenfranchisement (privación del voto a exconvictos) es generalizada en casi todos los estados de la nación y afecta a más de 6.1 millones de personas, algo así como todos los habitantes de Nebraska, Iowa, Dakota del Norte y Dakota del Sur juntos.

En la actualidad, solo dos estados, Vermont y Maine, permiten que los exconvictos e incluso los prisioneros puedan votar, mientras que en Florida, Iowa y Kentucky las personas condenadas por un delito mayor pierden sus derechos civiles de por vida, sin importar si el delito no fue violento, si cumplieron la totalidad de su sentencia, periodo de libertad bajo vigilancia ( probation) y libertad condicional.

Simplemente no pueden votar nunca más.

En este gráfico te mostramos cuántas personas en cada estado no podrán votar este 8 de noviembre porque están privados de sus derechos civiles. Solo debes poner el cursor sobre el mapa.

Univision Noticias visitó Florida y Virginia, dos estados cruciales en estas elecciones y en donde los actuales gobernadores tienen posiciones totalmente opuestas sobre la privación del voto a exconvictos. En nuestro viaje conversamos con varias personas que cumplieron sus sentencias y ahora luchan por participar en el sistema electoral. Lo que la mayoría de ellos describieron como la posibilidad de ser "un ciudadano completo de nuevo".

Cumplieron su condena pero no pueden votar

Un hombre que esperó 35 años para poder votar, mujeres que cayeron en las inclementes leyes de la guerra contra la droga y dos activistas en Virginia que luchan por dar voz a los menos privilegiados: estas son las caras de ciudadanos que fueron despojados de sus derechos civiles tras cumplir sus sentencias.

De dónde vienen estas leyes

"El tatarabuelo de Cotton no podía votar porque era un esclavo. Su bisabuelo fue asesinado a golpes por el Ku Klux Klan por intentar votar. ...Su padre no pudo votar por el impuesto al sufragio y la prueba de alfabetización. Hoy en día, Jarvious Cotton no puede votar porque, al igual que muchos hombres negros en Estados Unidos, ha sido estigmatizado como delincuente y está en libertad bajo palabra", The New Jim Crow: Mass Incarceration in the Age of Colorblindness, por Michelle Alexander .


La historia de la privación de derechos a los exconvictos ha estado estrechamente ligada a la opresión racial y la discriminación.

Estas leyes nacieron casi al mismo tiempo que nació el país, pero se extendieron después de que la Enmienda Quince le dio el derecho al voto a los afroestadounidenses tras la Guerra Civil.

Entonces varios estados del sur, incluyendo Florida, usaron la práctica de privación de derechos para bloquear el poder político de los negros.

En el periodo post- Reconstrucción, cuando comenzaron las odiosas leyes de Jim Crow que buscaban reafirmar la supremacía blanca y establecer la segregación racial en instalaciones públicas, los legisladores jugaban de tal forma con las leyes, que para excluir a los nuevos votantes afroestadounidenses separaban los crímenes en dos categorías: los delitos de los blancos y los de negros.

La lógica racial de ese momento creó situaciones tan disparatadas como que un hombre condenado por golpear a su esposa perdía el derecho al voto, pero no lo perdía el que era condenado por asesinarla.

Los otros mecanismos de supresión más representativos de esa época, como los impuestos para votar o los exámenes de alfabetización, han sido talados por los tribunales y el Congreso durante los últimos cien años, pero la privación del voto a personas que cometieron delitos mayores continúa

Impacto electoral

Bueno, por si te falla la memoria: en el 2000 Florida le entregó sus 25 votos electorales, y de paso la Casa Blanca, a George W. Bush con apenas 537 boletas más del voto popular que el demócrata Al Gore.

Para entonces, en el crucial estado sureño había un estimado de más de 600,000 personas privadas del derecho al voto por haber cometido delitos mayores.

Hoy en día el número la cifra es de 1.7 millones.

Los investigadores que buscan determinar los patrones de votación de los exconvictos los comparan con el comportamiento electoral de las poblaciones que son similares a ellos en su género, raza, edad, ingresos, educación, estado civil y situación laboral.

La investigación del sociólogo, Christopher Uggen, autor del informe de The Sentencing Project, muestra que de haber podido participar en las elecciones de Bush vs. Gore, aproximadamente tres de cada cuatro perosonas que cumplieron su sentencia por una delito mayor habrían apoyado al candidato demócrata. Esto habría duplicado margen de Al Gore en la votación nacional y por supuesto, le hubiera dado la presidencia.

Pero la politóloga y profesora de la Universidad Northwestern, Traci Burch, dice en un estudio que debido a que la población de exconvictos en Florida era en gran parte personas blancas, la mayoría habría votado por Bush, y el resultado de la elección habría sido el mismo.

Aunque es difícil predecir si las personas que tienen derecho a votar realmente van a ejercerlo, lo cierto es que en una competencia apretada como ocurre en Florida, cada voto cuenta.

¿Y en estas elecciones?

A nivel nacional, los afroestadounidenses, un electorado crucial para los demócratas, conforman el 40% de la población encarcelada y el 36% de las personas privadas de votar por haber cometido un delito mayor. Aunque no hay datos sobre el número de latinos—que también suelen ser demócratas—privados de sus derechos civiles, se puede tomar en cuenta que representan el 22% de las personas en prisión.

Los exconvictos blancos por otro lado, son una población generalmente de bajos ingresos. El sueldo medio es de $21,000 antes de entrar a prisión, según la organización Prison Policy. Y las personas blancas de ingresos bajos tienden a favorecer a ambos partidos.

En estas elecciones, Donald Trump ha atraído a los votantes blancos que no tienen educación superior, pero solo el 12% de sus seguidores tienen un sueldo menor a $30,000, según el portal de encuestas FiveThirtyEight.

El mismo portal muestra que Hillary Clinton tiene un 83% de los votantes afroestadounidenses y Trump está en el cuarto lugar después de los candidatos de terceros partidos, Gary Johnson y Jill Stein.

Aunque en la mayoría de estados las personas que cumplieron sentencia por haber cometido un delito mayor son blancos, últimamente está tendencia está cambiando hacia poblaciones más diversas.

Pero si queremos estimar el impacto que podría tener el voto de exconvictos en estas elecciones, tenemos que retomar el ejemplo de Florida en donde 1.7 millones de personas están privadas del voto por cometer un delito, y donde Trump tiene una ventaja virtual de 0.8 puntos porcentuales sobre Clinton, según Real Clear Politics.

Más allá de las urnas

"Si eres un exconvicto en Estados Unidos hay un alto número de obstáculos que te niegan la oportunidad de reintegrarte exitosamente a la sociedad", dice a Univision Noticias el profesor de leyes de la Universidad de Missouri, David Mitchell.

Según el experto, en el primer año de haber salido de prisión un tercio de las personas reinciden en algún delito, y en los tres primeros años, la cifra aumenta a dos tercios debido a las restricciones existentes para conseguir a vivienda, un empleo estable, sueldos dignos e incluso prestamos estudiantiles y asistencia social.

"Perder el derecho al voto se suma a los sentimientos de ser estigmatizados, la desconfianza en el sistema gubernamental y la impotencia que tienen que enfrentar estos individuos diariamente cuando tratan de volver a sus comunidades", agrega Mitchell.


Univision Noticias ofrecerá los resultados en vivo de las elecciones presidenciales el próximo martes día 8 a partir de las 07:00 pm EST.


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