Por qué sin Florida el camino de Trump a la Casa Blanca es prácticamente imposible

A horas de que abran las urnas para votar en la soleada Florida, el resto del país contiene el aliento ante la incógnita de si el estado dará o no un camino viable para que Donald Trump llegue a la Casa Blanca.
Con 29 votos electorales de los 270 necesarios para ganar, sería muy poco probable que el candidato republicano se imponga frente a Hillary Clinton si no suma Florida a su columna.
A continuación, explicamos por qué su suerte depende del crucial estado sureño.
Si no gana Florida...
Partimos de una base: Florida es un estado sumamente disputado donde todo puede pasar. El promedio de encuestas de Real Clear Politics le da una ventaja ínfima a Donald Trump de 0.4 puntos porcentuales frente a Clinton.
Si se toman en cuenta a los dos candidatos independientes (Gary Johnson y Jill Stein), la ventaja de Trump se reduce a 0.2 puntos porcentuales. En los dos casos es un empate técnico.
Si el aspirante republicano pierde en el estado, tiene que ganar en otros estados disputados como Ohio, Iowa, New Hampshire y Nevada. En Ohio y Iowa tiene mejores perspectivas. En New Hampshire y Carolina del Norte los sondeos muestran un escenario muy reñido.
Pero Trump también tendría que ganar Nevada y un voto electoral del segundo distrito de Maine. Y lo más importante, tendría que arrebatarle Pennsylvania a Clinton.
Pennsylvania da 20 votos electorales y ha votado por los candidatos demócratas desde 1992. Según el promedio de Real Clear Politics, Clinton tiene una ventaja allí de 1.9 puntos porcentuales, dentro del margen de error.
Así se vería el mapa electoral si Trump gana todos esos estados:
Si Trump pierde Florida, gana Pennsylvania pero no gana 1 voto electoral en el segundo distrito de Maine, habría un empate con Clinton. Cada candidato tendría 269 votos electorales.
En ese caso, tal como explica esta nota, la responsabilidad pasa a la Cámara de Representantes, que hoy es de mayoría republicana: