¿Le debe la campaña de Bernie Sanders su existencia a Occupy Wall Street?

Zucotti Park es una plaza de asfalto sucio y concreto maltratado en el centro de Manhattan. Por allí pasan cientos de miles de botas, tenis y tacones, duermen los que no tienen a donde más ir, transitan las ratas de noche, descansan los policías de día, y los ejecutivos de Wall Street salen al almuerzo a tomar el sol.
Es una plaza como muchas más de Manhattan. Excepto que aquí, en septiembre de 2011, nació Occupy Wall Street, el movimiento que pedía un fin a la influencia desmedida de Wall Street en la política, entre otras cosas
De aquí saldrían los movimientos progresistas más significativos de los últimos años: Black Lives Matter , o Las Vidas Negras Importan, que lucha por acabar la brutalidad policial desproporcionada que sufren los jóvenes negros, y el movimiento por subir el salario mínimo a $15 la hora.
Esas demandas también inspirarían y alimentarían una de las campañas más 'subversivas' que han vivido los grandes partidos estadounidenses en las últimas décadas: la de Bernie Sanders.
El “candidato” Occupy
“Hay una línea directa entre ese momento hasta ahora… Bernie es un logro de Occupy Wall Street”, le dijo a Univision Noticias Mariano Muñoz-Elías, coordinador de familias inmigrantes para el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York, quien estuvo involucrado con Occupy Wall Street desde su concepción.
“Para muchos de nosotros es claro: muchos de los chicos que se politizaron con Occupy Wall Street han canalizado esa conciencia política hacia la campaña de Bernie”, dijo Muñoz-Elías. “Bernie ha tomado los valores de Occupy y los volvió campaña”.
Occupy Wall Street, en español
Muñoz-Elías llegó a los 12 años a Estados Unidos, de Lima, Perú, como turista, y luego vivió indocumentado por 15 años. Cuando llegó a Occupy, días después de la primera convocatoria el 19 de septiembre de 2011, solo había una mesa de traducción. Allí se distribuían volantes en español y si se acercaba alguien que no hablara inglés interesado en saber qué estaba ocurriendo, se le explicaba en español.
“Inmediatamente nos dimos cuenta de un problema grande que era que no había latinos, no había inmigrantes”, comentó Muñoz-Elías. Faltaba el punto de vista de una población que, según activistas latinos de Occupy, se ve desproporcionadamente afectada por el problema de la desigualdad y por un sistema económico que fomenta la explotación de los trabajadores más vulnerables, como los inmigrantes.
“Occupy recibió mucha critica de que era un movimiento poco diverso”, le dijo a Univision Noticias Liliana Gómez, quien llegó desde el principio a Zucotti Park, en septiembre de 2011, al igual que Muñoz-Elías.
Gómez, de gafas y cabello crespo y negro, de piel oscura y manos endurecidas a punta de tambor, es profesora en Nueva Jersey, donde nació, y es parte de un grupo de música afrocolombiana que apoya causas activistas. Sus padres son colombianos, y ella vivió en Santa Marta, Colombia, por 9 años, hasta mudarse a Estados Unidos en 2007.
“Los que estaban liderando—aunque se suponía que no tenía líderes—muchas veces no querían escuchar las opiniones o lo que estaban ofreciendo las comunidades más marginadas”, comentó Gómez, “no les estaban realmente dando una voz”.
“En parte porque muchos de los de Occupy eran hombres, blancos, de clase media, graduados de la universidad, con maestrías y doctorados”, añadió Gómez. “Entonces por más que quieran ser inclusivos se tomaban muchas veces la palabra”.
Junto con otros líderes comunitarios latinos tradujeron la publicación oficial de Occupy, el Occupy Wall Street Journal, al español, titulada Indignación. También crearon la Asamblea en Español y la Asamblea del Trabajador Inmigrante.
Ésta sigue activa hoy en día y se llama Immigrant Workers Justice Group, el Grupo de Justicia para Trabajadores Inmigrantes, o IWJ por sus siglas en inglés.
Los latinos de los $15
Un tema clave de la campaña de Sanders que salió de Occupy y del IWJ fue el movimiento por subir el salario mínimo a $15 la hora. Es además un punto central de rivalidad con su contrincante demócrata Hillary Clinton, quien propone una subida “gradual” a $12 para eventualmente llevarlo a $15.
Este es sobre todo un tema clave en el estado de Nueva York, donde en noviembre de 2015 el gobernador Andrew Cuomo aprobó una acción ejecutiva para subir el salario a $15 para empleados públicos, el primer estado en tomar una decisión de ese tipo.
Esto fue el resultado de fuertes protestas y ‘ocupaciones’ en las cadenas de comida rápida con la ayuda de Occupy y del IWJ, le contó a Univison Noticias Diego Apaza, quien estuvo involucrado con Occupy, con IWJ, y con el movimiento de los $15 desde que éstos comenzaron.
Todo comenzó en Hot and Crusty, un restaurante de comida rápida de Nueva York, cuya historia fue detallada en The Guardian, por un documental financiado por Sundance, The Hand That Feeds, y un video editorial de The New York Times.
En 2012, trabajadores de Hot and Crusty, muchos de ellos indocumentados, se reunieron para pedir, por lo menos, un salario mínimo, y mejor trato y horas laborales, según la página web del Laundry Workers Center, un grupo de trabajadores.
Los trabajadores formaron su propio sindicato, dijo Apaza, hicieron peticiones formales y marcharon junto con Occupy Wall Street, que a través del IWJ, apoyó su causa.
La gerencia cerró el restaurante, los de Occupy se tomaron la tienda por varias horas, y después de casi dos meses de protestar y marchar el restaurante reabrió y ganaron un contrato de tres años con beneficios.
Otros grupos comenzaron a protestar para que McDonald's, Wendy's, Burger King, KFC, y Taco Bell, entre otros, subieran su salario mínimo, dijo Apaza.
La principal razón por la que fue exitosa esa iniciativa fue porque el IWJ apoyó la campaña de Hot and Crusty, comentó Muñoz-Elías, al tiempo que fue esencial para insertar el punto de vista latino, inmigrante, dentro de las ideas de Occupy Wall Street.
También fue clave para que el tema cobrara importancia nacional, y para que hablar de subir los salarios de los trabajadores de clase baja no fuera un tabú.
Ahora los $15 se discuten abiertamente en un debate presidencial como el de Brooklyn de este jueves pasado, pero “ en esa época sugerir un salario mínimo de $15 sonaba absurdo”, recuerda Gómez.
Varios sindicatos que trabajan para el movimiento de los $15, como Lucha en Arizona, y Trabajadores de Comunicaciones de América, o CWA por sus siglas en inglés, en Nueva York, se reunieron con Sanders y le dieron su apoyo oficial.
La Batalla de Nueva York
A dos semanas de las primarias, un grupo de lideres de Occupy decidió publicar una nueva versión del periódico que publicaban en esa época, el Occupy Wall Street Journal, esta vez titulado The Battle for New York, o La Batalla de Nueva York.
Entre los escritores voluntarios de la publicación se cuentan Cornel West, académico y activista para Black Lives Matter, y Glenn Greenwald, periodista ganador del Pulitzer.
El ejemplar incluye una entrevista a Erika Andiola, secretaria de prensa latina nacional para la campaña de Sanders.
“Occupy le dio un empuje a Bernie Sanders… y al mensaje que están dando políticos como [él], y Elizabeth Warren, que han estado hablando desde hace tiempo de esto”, le dijo Andiola a Univision Noticias. Antes de Occupy “ellos estaban conscientes de este problema pero nadie los escuchaba”.
No hay una alianza oficial entre Occupy y la campaña, aclaró Andiola, pero muchos de Occupy son voluntarios en ésta, hacen llamadas, y van de puerta en puerta pidiendo votos.
“Que Bernie Sanders le haya hecho eco a Occupy Wall Street, haya hecho un llamado a la justicia racial, y haya hablado de la paz como si fuera algo posible, significa que nos oyó”, dice la carta de la Junta Editorial.
Recientemente las diferentes células que se fracturaron de Occupy se están volviendo a juntar para eventos y marchas en apoyo a Sanders, ayudando a atraer participantes a través de sus redes sociales.
El sábado, a tres días de las primarias del estado, 1,000 personas marcharon desde el extremo sur de Manhattan hasta Union Square, según estimados de varios oficiales de la policía. El evento, organizado por activistas post-Occupy, tenía el mismo tipo de gente y el mismo ambiente liberal, artístico, hippie, de los campamentos de Zucotti Park.
Zucotti Park, antes la sede de Occupy Wall Street, donde durante semanas acamparon docenas de personas, vio protestas, bailes indígenas, debates, arrestos, llantos y canciones.
Hoy, vuelve a ser una esquina como las miles más de Manhattan. De esa ocupación no queda ni rastro, pero lo que pasó allí sigue vivo en la campaña electoral de este año.
Lea más:
- Nunca antes unas primarias en Nueva York habían sido tan importantes
- La batalla por las primarias de Nueva York en 25 imágenes
- La fuerza política de los latinos de Nueva York crece fuera de la 'Gran Manzana'
- Sanders da la pelea (y la fiesta) en Nueva York
- ¿Le hizo el Daily News las "preguntas incorrectas" a Bernie