La Reserva Federal eleva la tasa de interés 0.75% pese a los temores de que el país ya esté en recesión
El comité de política monetaria de la Reserva Federal anunció su decisión de subir este miércoles la tasa de interés referencial en tres cuartos de punto porcentual (0.75%) en un nuevo esfuerzo para combatir la alta inflación.
La medida ocurre en momentos en que una iniciativa de ese tipo empuje al país un poco más hacia una desaceleración de la economía, pero agregue leña al fuego cuando estamos a menos de 24 horas de otro anuncio importante: si la economía de Estados Unidos ya se encuentra en recesión.
El aumento de la tasa de interés referencial a corto plazo lleva a la Fed estadounidense a establecer un hito de cerca del 2.4%, una tasa que, según los expertos ya no fomenta la actividad económica, señaló un reporte de la agencia de noticias Reuters.
La subida de la tasa de interés referencial, es la herramienta clave de la Reserva Federal para tratar de reducir la inflación que se ubica un máximo de cuatro décadas (9.1% en junio).
Aunque el crecimiento parece estar bajo la lupa, las ventas de viviendas están a la baja y los economistas advierten de la posibilidad de una recesión, los consumidores siguen gastando, los negocios siguen generando ganancias y la economía sigue añadiendo centenares de miles de empleos cada mes.
Mientras, los precios se han disparado y la Fed trata de enfriar las llamas de la inflación elevando las tasas de interés. Eso está encareciendo los préstamos para los hogares y los negocios.
La Fed espera desacelerar la economía lo suficiente para frenar la inflación sin causar una recesión, aunque muchos economistas dudan que sea factible conseguir lo que se conoce como un "aterrizaje suave".
Alta inflación, mercado laboral fuerte y más consumo
El repunte de la inflación es más a menudo un efecto secundario de una economía en auge. El momento económico actual trae recuerdos oscuros de la década de 1970, cuando una inflación imparable coexistió en una mezcla tóxica con un crecimiento lento. Se acuñó entonces el término estanflación.
Estados Unidos no ha llegado a ese punto, aunque el crecimiento parece estar titubeando. El producto interno bruto (PBI) del país se contrajo 1.6% en el primer trimestre, los ojos están puestos en cuál será el número del segundo trimestre, cuyo reporte llega este mismo jueves.
Por otra parte, el mercado laboral sigue siendo fuerte y los consumidores, cuyos gastos representan casi 70% de la economía, siguen consumiendo aunque a un ritmo más lento.
La Fed y sus expertos están en un territorio inexplorado: no hay experiencias previas que permitan analizar el daño económico de una pandemia global, los expertos no anticiparon la vertiginosa recuperación de la recesión de 2020, ni la desaforada inflación.
Incluso luego de que la inflación se aceleró en la primavera del año pasado, el director de la Fed, Jerome Powell, y muchos de otros restaron importancia al aumento de los precios, diciendo que era una consecuencia “transitoria” de los problemas de suministros. Pero no se esfumó.
El banco central ha elevado tres veces su tasa de referencia a corto plazo desde marzo. El mes pasado, la Fed aumentó la tasa en tres cuartos de punto porcentual, su mayor alza desde 1994. Se espera que su comité anuncie un alza similar el miércoles.
Temores de que frene el crecimiento
Los economistas temen ahora que la reacción de la Fed termine siendo exagerada, poniendo en peligro el crecimiento. Le han advertido al banco central que no eleve las tasas demasiado enérgicamente.
Sobre la base del PIB, la economía se ha visto sacudida y el alza de las tasas de interés parece amenazar con empeorar las cosas.
Tras crecer 5.7% el año pasado —el mayor nivel en 37 años—, la economía se contrajo a una tasa anual de 1.6% de enero a marzo. Los economistas sondeados por FactSet calculan el crecimiento anual entre abril y junio en apenas 0.95%. El gobierno emitirá su cálculo inicial el jueves.