El subsidio federal por desempleo sería de solo $300 porque los estados ya no tendrán que contribuir con una parte
El subsidio federal por desempleo será de solo $300 semanales, menos de lo anunciado por Donald Trump, reconoció un asesor de la Casa Blanca mientras algunos estados aseguraron que sus maltrechas finanzas les impiden poner una parte como fue sugerido el fin de semana.
Uno de los principales asesores económicos del mandatario, Larry Kudlow, dijo en una entrevista con Trump.
"Los estados aún pueden, si ponen otros $100, elevar el beneficio de forma más general, eso está bien", precisó.
Tras las fallidas negociaciones entre la Casa Blanca y los líderes demócratas en el Congreso, el presidente reveló este sábado En esta nota abundamos en los alcances de esas medidas.
Ese día, los gobernadores supieron que Trump les sugería contribuir con una parte del beneficio adicional por desempleo entregado durante la pandemia. Ese subsidio extraordinario de $600 venció formalmente el 31 de julio sin que hubiese un acuerdo en Washington para extenderlo por más tiempo.
Pero gobernadores, como el demócrata Andrew Cuomo de Nueva York, refutaron tajantemente la posibilidad de poner un porcentaje del monto ofrecido por Trump sin consultarle.
"La orden ejecutiva de Trump sobre el desempleo no tiene ni punto de partida. Los estados no pueden afrontarla. Será desafiada en la corte", escribió en Twitter. "Ningún estadounidense que lo necesite obtendrá algo y la situación simplemente empeorará", agregó.
Fondos para apenas unas seis semanas
La iniciativa del mandatario también encara otras complicaciones.
Un funcionario del Departamento del Trabajo dijo al diario The Wall Street Journal que el fondo del cual el gobierno federal pretende sacar el dinero para proveer la ayuda adicional por desempleo –$44,000 millones de la oficina para el manejo de emergencias FEMA que usualmente se usan en momentos de desastres– posiblemente sea suficiente para apenas cinco o seis semanas de alivio económico.
Asimismo, gobernadores, como el demócrata Phil Murphy de Nueva Jersey, dijeron que a sus departamentos les puede tomar tiempo modificar la manera en la que habían estado entregando los subsidios por desempleo hasta ahora.
Esto cuando algunos estados aún sufren demoras en el procesamiento de las solicitudes en medio de la avalancha de personas que perdieron sus empleos al arreciar la crisis.
Hasta el más reciente informe del gobierno, cerca de 16 millones de personas continúan necesitando el beneficio. Si se suman los trabajadores independientes que pueden acceder a los subsidios durante la pandemia, esa cifra se eleva a casi 30 millones.
"Estos son nuevos programas que deberán ser puestos en pie a un costo enorme", dijo Murphy citado por The Wall Street Journal.
El beneficio extraordinario por la pandemia se acabó tras negociaciones con amargos cruces de palabras entre los legisladores demócratas y republicanos, y de opiniones lejanas una de la otra sobre lo que esos $600 significaron para las personas desempleadas.
Los republicanos propusieron recortar el subsidio adicional a $200 semanales por dos meses y luego poner a funcionar un esquema en el que las personas recibirían el equivalente al 70% de su ingreso perdido. Para ellos, este subsidio ha alentado a las personas a quedarse en sus casas y no buscar otro trabajo, porque en ocasiones ha hecho que reciban más dinero que en sus empleos previos.
Sin embargo, estudios como uno realizado por la Universidad de Yale contradicen ese argumento. "Encontramos que trabajadores con la mayor ampliación de los beneficios por desempleo regresaron a sus trabajos previos en el transcurso del tiempo a tasas similares a las de otros", precisó el sondeo.
Los demócratas, en tanto, presionaron sin éxito para extender el monto en su totalidad hasta inicios de 2021, como aparece en el proyecto HEROES Act que aprobaron en mayo en la Cámara de Representantes, porque consideran que son demasiadas las personas que siguen desempleadas.
Los beneficios por desempleo promedio (si se toma en consideración el ingreso medio en el país) ascienden a $340 semanales, que representan el 44% del salario semanal promedio. Ese porcentaje se conoce como la tasa de reemplazo y en algunos estados es de apenas el 25%, de acuerdo con información del National Employment Law Project.
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