La economía de EEUU esquivó una recesión al crecer 2.5% el año pasado: qué se espera ahora
La economía de Estados Unidos parece alejarse cada vez más de la feroz batalla de la Reserva Federal contra la inflación.
Este jueves hubo más evidencia de ello. Cifras del gobierno mostraron que la economía del país creció a un ritmo anual inesperadamente rápido del 3.3% entre octubre y diciembre gracias a que consumidores gastaron a sus anchas a pesar de las elevadas tasas de interés y precios que siguen frustrando a muchos.
Con ese desempeño bueno en el último trimestre del 2023, el año cerró con un crecimiento económico de 2.5%, mejor al repunte de 1.9% del 2022.
Ahora, cuando se calienta el período electoral, posiblemente la población tendrá en consideración el estado de la economía antes de las elecciones de noviembre. Después de un largo período de pesimismo, los estadounidenses empiezan a sentirse algo mejor con respecto a la inflación y la economía, una tendencia que podría sostener el gasto de los consumidores, impulsar el crecimiento económico y potencialmente afectar las decisiones de los votantes.
Una medida de la confianza del consumidor realizada por la Universidad de Michigan, por ejemplo, ha registrado en los últimos dos meses el mayor salto desde 1991.
Existe un creciente optimismo de que la Reserva Federal se enfila a lograr un inusual 'aterrizaje suave' o lo que sucede cuando se suben las tasas de interés lo suficiente como para enfriar el crecimiento, la contratación y la inflación, pero sin arrastrar la economía a una recesión.
La inflación alcanzó un máximo de cuatro décadas en 2022, pero desde entonces ha ido bajando constantemente sin los dolorosos despidos que la mayoría de los economistas habían pensado que serían necesarios para desacelerar el aumento de precios.
Una economía de EEUU especialmente "resiliente" frente a la inflación
"El crecimiento económico ha sido más resiliente que el anticipado cuando entramos en 2023", dijo a la agencia AFP Kathy Bostjancic, economista en jefe de Nationwide.
"La mayor sorpresa fue la persistente resistencia del mercado laboral, que fue apoyada por los empleos sólidos y las alzas salariales", agregó.
Esa combinación tuvo un efecto dominó: algunas personas ganaron más dinero y, por ende, gastaron más.
Pero la economía afronta todavía riesgos. Esto porque se ha debilitado el crecimiento del empleo en algunos sectores y porque las tasas de interés permanecen en niveles no vistos en 22 años.
"Esperamos que la economía crezca en 2024, pero a un rimo más lento", dijo a AFP Bernard Yaros, experto de Oxford Economics. "Mientras el mercado laboral se mantenga como está y el desempleo suba solo gradualmente, el consumidor seguirá impulsando esta expansión", agregó.
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