“Era mi hermanito. ¿Por qué nos lo tenían que quitar?”: la hermana de un joven de 15 años baleado en los disturbios en Venezuela
"Mi mamá mandó a mi hermanito a comprar una harina para la cena, al rato nos llamaron diciendo que estaba herido de bala y lo iban a ingresar a pabellón", cuenta entre lágrimas María Contreras, mientras espera en las afueras de la morgue del Hospital Central de San Cristóbal, en los Andes venezolanos, que ingresen el cuerpo de su hermano de 15 años de edad.
José Francisco Guerrero murió al ser baleado, según sus familiares, por un agente de la Guardia Nacional Bolivariana, al quedar en medio de saqueos en Sabaneta, a las afueras de San Cristóbal. Es la víctima número 43 de las protestas contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro que empezaron a principios de abril, de acuerdo con datos oficiales, aunque los medios cifran las muertes por encima de 50.
Cuando se encontró con las alteraciones del orden público, el joven corrió para resguardarse y en ese momento recibió un impacto de bala que le entró por la espalda y le salió por la parte baja del abdomen, explica una nota del diario El Nacional. El martes en la noche fue intervenido dos veces este miércoles y murió a causa de las heridas.
“Era mi hermanito. ¿Por qué nos lo tenían que quitar? Es que ellos no tienen hijos, no tienen corazón. Él llegó diciendo que lo salvaran, que fue un guardia que le disparó”, dijo desconsolada Isabel Contreras, otra hermana del adolescente.
El ministerio público informó que abrió una investigación por este caso e imputará a funcionarios policiales que dispararon también el miércoles a un hombre de 46 años, en Tucapé, otra población del mismo estado.
El presidente Maduro ordenó la noche del miércoles a militarizar el estado, donde aparte de los disturbios callejeros fue arrasada una veintena de negocios y atacadas dos estaciones de policía y un destacamento militar.
"He ordenado el traslado de 2,000 guardias y 600 tropas de operaciones especiales", anunció el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López.
Maduro denunció en la noche del miércoles que "paramilitares" de la oposición intentaron asaltar una unidad militar en el mismo estado.
"No son manifestaciones. Es un accionar subversivo para desestabilizar al gobierno (...), que está rayando en la fase de insurgencia armada", advirtió Padrino López.
Protestas nocturnas
Mientras caía la noche el miércoles, cientos de opositores se concentraron en distintas ciudades del país para hacer vigilias en honor a los fallecidos en las protestas.
Con velas, linternas o la luz de celulares, miles de opositores honraron a los muertos en las protestas, en concentraciones en el este y oeste de Caracas pese a la inseguridad de la noche, en un país con 70 asesinatos por cada 100,000 habitantes, ocho veces el promedio mundial.
"Hemos estado en la calle por más de 40 días protestando pues este Gobierno ha roto cada ley, cada derecho del ser humano y no podemos soportarlo más", dijo Eugenia, quien pidió no revelar su apellido.
"Esta congregación es importante porque tenemos que retomar las noches, hemos tenido miedo de la noche por demasiado tiempo", agregó.
El presidente del Parlamento de mayoría opositora, Julio Borges, rechazó la medida de militarizar el estado Táchira y pidió a la Fuerza Armada "ponerse del lado del pueblo y no dejarse utilizar por Maduro".
Las protestas tienen como combustible un grave deterioro económico y social en el país petrolero, con severa escasez de alimentos y medicinas, la inflación más alta del mundo y una criminalidad desbordada.
La oposición exige elecciones generales y rechaza una Asamblea Constituyente convocada por Maduro, al señalar que es un "fraude" para perpetuarse en el poder. Pero el presidente asegura que con ello traerá la paz al país.
Las protestas dejan unos 700 detenidos, de ellos 159 presos por orden de tribunales militares, según la ONG Foro Penal.
La situación de Venezuela prendió las alarmas en la comunidad internacional. El Consejo de Seguridad de la ONU abordó la crisis, a petición de Estados Unidos, lo cual según la canciller Delcy Rodríguez evidenció "un plan de intervención" de parte de Washington.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, advirtió que Venezuela podría seguir el camino de países como Siria. Hay "una grave inestabilidad", dijo a la prensa.
