El juicio del enfermero que "inyectó aire a sus pacientes" para verlos morir
Donna Thedford narró este martes al jurado en una corte de Texas la última conversación que tuvo con su esposo Chris Greenaway, quien se recuperaba de una cirugía en un hospital de Tyler. “Dijo que se sentía muy bien, que le dolía, pero que era normal”, relató ella, según informa el canal KLTV. “Te veré mañana por la mañana”, le prometió ella. Pero su marido falleció misteriosamente al día siguiente.
Greenaway es uno de los cuatro pacientes presuntamente asesinados por el enfermero William George Davis, de 37 años. La Fiscalía afirma que les inyectó aire en las arterias mientras estos esperaban ser dados de alta tras someterse a cirugías cardíacas en el centro médico Christus Trinity Mother s.
El testimonio de Thedford se escuchó después de los argumentos iniciales de los fiscales y de la defensa en el inicio de un juicio que podría durar dos meses. El enfermero se ha declarado inocente. El gobierno, por su parte, considera la opción de pedirle al juez que lo condene a cadena perpetua o a muerte.
“Resulta que un hospital es el lugar perfecto para que un asesino en serie se esconda”, dijo este martes en la corte el fiscal del condado de Smith, Jacob Putman, de acuerdo con KLTV.
El funcionario describió al jurado cómo Davis supuestamente se las ingenió para asesinar a estos pacientes. “De 2017 a 2018, entró en los cuartos de varios pacientes sin que nadie mirara, sin que nadie lo supiera, e inyectó aire en sus arterias para matarlos”, detalló Putman, según el mismo medio.
En su intervención en el tribunal, el abogado defensor de Davis, Phillip Hayes, reiteró que su cliente no es el responsable de esos fallecimientos. "Lo que pasa con las embolias es que no son infrecuentes en un entorno hospitalario", declaró Hayes, informó el canal ya mencionado.
“El problema de estar en la unidad cardiovascular de cuidados intensivos es que ellos estaban muy enfermos. No te someten a una cirugía de corazón cuando estás muy saludable. Estas personas tenían enfermedades”, agregó Hayes.
El modus operandi en el hospital
Este miércoles se reanudó el juicio. Ya testificaron Robert Campbell, quien trabaja en el departamento de informática de cardiología del hospital donde ocurrieron las muertes; y Elizabeth Melon, directora de recursos humanos del mismo centro médico.
El acusado trabajó en el hospital Christus Mother s durante cinco años y fue despedido el 15 de febrero de 2018, unos días después de que sus superiores lo denunciaron a la policía. De 2011 a 2013, este enfermero estuvo en la nómina del centro médico Christus Good Shepherd en Longview, donde hasta ahora las autoridades no han encontrado posibles víctimas.
Su licencia profesional fue suspendida en marzo de 2018 por la Junta de Enfermería de Texas, afirmando que este hombre ingresó a los cuartos de al menos tres pacientes y “realizó una intervención” que los mató o lesionó gravemente.
Davis fue arrestado el 10 de abril de 2018 y desde entonces permanece en la cárcel del condado de Smith, porque no ha podido pagar una fianza de casi nueve millones de dólares.
Una de las presuntas víctimas, Chris Greenaway, tenía 47 años y se había sometido a una cirugía exitosa, pero inexplicablemente su salud fue empeorando. Desarrolló coágulos en el cerebro, bloqueando su flujo sanguíneo hasta alcanzar síntomas similares a los de una embolia. Al ser revisado en una tomografía computarizada se descubrió que su espacio arterial tenía “mucho” aire. Murió en agosto de 2017.
Otro paciente que pasó por algo similar es Joseph Kalina, de 58 años. Él perdió la vida el 25 de enero de 2018. En su caso, las autoridades pudieron analizar un video de seguridad en el que se observa a Davis entrar en su cuarto. Más tarde se le ve en el pasillo del hospital mientras las enfermeras corrían para ayudar a Kalina, señala la acusación.
Fue el mismo modus operandi que Davis usó para matar a John Lafferty y Ronald Clark, afirman los fiscales.