Es un “depredador sexual”: arrestan a exempleado de la Embajada de EEUU en México acusado de violar a 24 mujeres
Brian Jeffrey Raymond se presentaba en un sitio de búsqueda de parejas como un hombre maduro, agradable y con mucha experiencia viajando por el mundo. Por su empleo en el gobierno de Estados Unidos durante 23 años radicó en varios países, donde aprendió mandarín y español. Este año trabajó para la Embajada estadounidense en la Ciudad de México y vivía en un apartamento alquilado por la Cancillería.
Pero esa imagen se derrumbó en mayo pasado, cuando la Policía de la Ciudad de México llegó a su vivienda por los reportes de una “mujer desnuda que gritaba desesperadamente pidiendo ayuda”. En junio, agentes federales estadounidenses lo esperaron afuera de su apartamento para interrogarlo sobre el incidente y le confiscaron dos celulares y otros dispositivos electrónicos.
En esos aparatos y en su cuenta de iCloud, los investigadores encontraron varias fotos y videos de mujeres dormidas y sin ropa, algunas de las cuales datan de 2011. Allí había imágenes de quien supuestamente fue agredida sexualmente en la Ciudad de México, de una mujer de Virginia y de otras 22 posibles víctimas.
Al momento hay dos denuncias en su contra alegando que las drogó durante una cita para fotografiarlas desnudas sin su autorización y violarlas.
Agentes federales arrestaron a Raymond el 9 de octubre en San Diego, California. Había vuelto a casa de sus padres tras renunciar a su empleo en el gobierno de Estados Unidos debido al hecho ocurrido en México.
Sigue recluido en el Centro Correccional Metropolitano de San Diego y será trasladado a una prisión en Washington DC, donde se origina la acusación federal que pesa sobre este. Enfrenta un cargo de agresión sexual y los fiscales advierten que por ese caso podrían condenarlo a 20 años de prisión.
La Fiscalía indica, sin embargo, que hay evidencias de otros delitos aún por imputar “que involucran al menos a otras 23 víctimas”, incluyendo a una mujer que habría sido abusada sexualmente dentro de una jurisdicción del gobierno estadounidense, refiriéndose al apartamento alquilado por la Cancillería en la Ciudad de México, lo cual conlleva a una sentencia máxima a cadena perpetua.
Al describir el supuesto modus operandi del acusado, los fiscales lo consideran un “depredador sexual experimentado”, así como “un peligro para la comunidad y un riesgo de que se fugue”. Acatando tales advertencias, un juez federal le negó pagar una fianza para esperar su juicio en libertad.
No se ha informado para qué departamento federal trabajaba Raymond y no fue posible localizar a su abogado. Los fiscales indican que no tiene antecedentes penales, ni existen indicios de que consuma drogas. También se informó que es dueño de una propiedad en Las Vegas, Nevada, que tiene ahorros de sus años como funcionario federal y que posee “una amplia experiencia” viviendo en el extranjero.
“A juzgar por todas las apariencias, él ha llevado una vida ejemplar. El hecho de que muchas víctimas no supieran sobre su comportamiento hasta que se les mostraron los videos y fotos tomadas mientras estaban inconscientes es evidencia de su habilidad única para retratar un rostro público muy diferente”, señalan documentos judiciales revisados por Univision Noticias.
El modus operandi de Raymond
Tanto el testimonio de la presunta víctima de la Ciudad de México como el de la mujer que habría sido agredida en Virginia coinciden en que lo conocieron en el sitio para búsqueda de parejas Tinder, que se desmayaron poco después de que les dio una bebida alcohólica y despertaron acostadas en una cama sin saber qué había pasado. Ninguna consintió tener relaciones sexuales con Raymond.
En el caso de México, la mujer le contó a los investigadores que durante la cita en mayo de este año ellos fueron al apartamento de Raymond, donde comieron bocadillos y bebieron “una copa de vino” que él le dio. Relató que se desmayó y no supo qué le ocurrió. Hasta que le practicaron un análisis médico supo que tenía lesiones propias de una violación.
La mujer de Virginia describió una situación similar: que lo vio en dos ocasiones y pasó un rato agradable en un restaurante y un bar. La última vez que se vieron, en mayo de 2017, llegaron hasta el apartamento de ella. Mientras le daba sorbos a la bebida que le dio, ella comenzó a sentirse “mareada” y se desmayó en el balcón. Al despertar estaba acostada en su cama y vestida; y Raymond también. Pero ella sintió que algo extraño pasó esa noche porque jamás había perdido el conocimiento de esa manera.
Esta mujer, identificada por las autoridades como ‘Víctima 4’, dijo que nunca se sintió intimidada por Raymond, ni supo que este trató de tomar ventaja. Creía que en las citas no había pasado nada más allá de un abrazo. Se sorprendió cuando los agentes federales le mostraron dos videos y ocho fotos en las que aparecía desnuda y acostada en su recámara. Ella se identificó en esas imágenes por su tatuaje, la decoración de su apartamento y las sábanas de su cama.
Al revisar los celulares de Raymond, encontraron que en la internet había hecho estas búsquedas en febrero de 2020: “niña negra desmayada” y “sueño profundo”. Años atrás buscó información sobre un potente sedante y observó múltiples videos en YouTube de mujeres desmayadas.
A pesar de que sabía que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) le estaba siguiendo los pasos, el acusado continuó saliendo con varias mujeres en San Diego, según la Fiscalía federal.
“Una mujer entrevistada por el gobierno relató que había tenido varias citas en septiembre de 2020 donde se emborrachó mucho y tuvo relaciones sexuales con el acusado”, señalan los fiscales.
Cuando los detectives hablaron con los padres de Raymond, quienes viven en San Diego, ellos dijeron que sentían “que no conocen a su hijo”, porque este jamás les dijo que se había divorciado, que perdió su empleo, ni que lo operaron del corazón. Afirmaron que no supieron sobre él durante todo un año.
Mira también: