Deportaciones, cárcel y demandas: las amenazas que más usaron los estafadores de telemercadeo para robar $488 millones

Telefonistas peruanos ya habían engañado varias veces a sus víctimas diciéndoles que llamaban de parte del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) para forzarlos a pagar una deuda inexistente por un curso de inglés. Sus amenazas eran tan fuertes que llegaron a pedirles que escogieran al hijo que deportarían.
Se volvió una mentira muy común. Por eso, Ángel Armando Adrianzen, un distribuidor californiano de 45 años, envió un correo electrónico a sus cómplices en centros de telefónicos de Perú para proponerles un cambio de estrategia. “Nada de inmigración, ni de cortes”, escribió. “Te recomiendo que lo dejes”.
Esta charla que fue intervenida por investigadores del Servicio de Inspección Postal (USPIS) es parte de la evidencia presentada en el caso contra Adrianzen, quien enfrenta cargos de fraude y extorsión por involucrarse con defraudadores peruanos que robaron miles de dólares a hispanos en EEUU.
Adrianzen, quien fue arrestado el 16 de septiembre en California, se encargaba de recibir pagos y entregar paquetes a las víctimas en varias ciudades, incluyendo el sur de Florida.
Los defraudadores se identificaban como empleados de gobierno que ofrecían un programa para aprender inglés elaborado por “la prestigiosa University of Dafer”, una institución que no existe.
Fingiendo ser de ICE
Les decían que solo pagarían el 20% del costo total, unos 600 dólares. Pero después les llamaban fingiendo ser agentes de ICE, abogados o cobradores del gobierno federal. Les advertían que si no pagaban un adeudo falso serían expulsados del país, enfrentarían demandas o podrían terminar en la cárcel. Adrianzen les sugirió que también les advirtieran que dañarían su historial crediticio.
“Los cargos en este caso buscan proteger a víctimas vulnerables y ancianos de un esquema internacional fraudulento”, señaló Ariana Fajardo Orshan, fiscal del distrito sur de Florida del Departamento de Justicia (DOJ), en un comunicado. “Las personas que defraudan a los consumidores estadounidenses serán llevadas ante la justicia sin importar dónde estén”, advirtió la funcionaria.
Las estafas en las que se finge ser un representante del gobierno de EEUU son cada vez más comunes, según un reciente reporte de la Comisión Federal de Comercio (FTC). Las agencias más mencionadas por los delincuentes son ICE, el Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS) y la istración del Seguro Social.
Estos engaños subieron tanto que constituyeron casi la mitad de las 535,000 quejas por “estafas de impostores” que recibió la FTC en 2018. Por primera vez, este tipo de fraudes telefónicos encabezaron la lista de denuncias registradas por dicho organismo federal.
Los afectados reportaron haber perdido por ese delito casi 488 millones de dólares el año pasado, más que cualquier otro tipo de fraude. En promedio les robaron 500 dólares.
Una práctica cotidiana es llamar para advertirles que su número de seguro social ha sido suspendido o que ocurre algún otro problema. En realidad, tratan de obtener su información personal o que paguen cierta cantidad para “reactivar” su cuenta en la istración federal.
“Si recibe una llamada inesperada de alguien que dice ser de una agencia gubernamental como la istración del Seguro Social o el IRS pidiéndole información personal o dinero, es una estafa", dijo Andrew Smith, director de la oficina de protección a consumidores de la FTC. "Debe colgar de inmediato”, aconsejó el funcionario.
Los inmigrantes hispanos son un grupo vulnerable. Por ese motivo, la FTC lanzó a mediados de septiembre varias fotonovelas que ilustrando casos de fraude de "impostores del gobierno", notarios, de telemercadeo y colectores de deudas.
El fraude más popular en EEUU
En total, la FTC recibió en 2018 casi tres millones de quejas de consumidores, en las cuales se reportaron pérdidas de 1,480 millones de dólares por fraude, 38% más que el año anterior. Estas cifras desbancaron a las denuncias por cobro de deudas, que habían encabezado esa lista entre 2015 y 2017.
Las autoridades han desmantelado a varios call centers en Perú que usaban el mismo modus operandi.
Esta primavera fueron extraditados cuatro peruanos que estuvieron ligados a la empresa Fonomundo, con oficinas en Miami y que ofrecía celulares de baja calidad y productos naturales.
Usaban guiones para convencer a sus clientes. Sin embargo, luego les cobraban una “tarifa de liquidación” amenazándolos con demandarlos, meterlos a la cárcel o deportarlos. Les ayudaron tres distribuidoras en Florida y California. La acusación federal menciona a por lo menos 15 víctimas.
En el caso contra Adrianzen, el Servicio de Inspección Postal señala que ha ejecutado varias órdenes de cateo a los servidores que guardaron las llamadas de distintos call centers peruanos que trabajaron con el acusado. La acción judicial más reciente se obtuvo el 17 de julio. Los investigadores obtuvieron los registros de las llamadas entre cómplices y también las que hicieron a las víctimas.
“Los registros confirmaron que estas operaciones de telemercadeo estaban plagadas de fraudes y a menudo de extorsiones”, señala un reporte elaborado por Luis F. Soler, un inspector postal que encabezó las averiguaciones enfocadas en esta banda delictiva.
El 27 de marzo de este año, agentes federales catearon la casa de Adrianzen en Woodland Hills, California, y registraron su iPhone. “Los mensajes de texto también mostraron que Adrianzen era consciente de las tácticas fraudulentas y de extorsión”, señala el informe.
El acusado se quedaba con un pequeño porcentaje de los pagos, pero sus principales ganancias eran por los productos que entregaba. Los envíos a sus cómplices peruanos los hacía a través de un socio que es dueño de una joyería en el sur de Florida. Su nombre no se menciona en la acusación.