Presidente peruano le pidió ayuda a Trump para capturar y deportar a Toledo

El presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, sostuvo el domingo una comunicación con su homólogo estadounidense Donald Trump en la que, entre otros asuntos, le planteó que estudie la posibilidad de deportar al exmandatario Alejandro Toledo para que sea procesado en Lima por supuestos delitos de los que se le acusa.
Varios medios señalan que Toledo, buscado por la justicia peruana por presuntamente recibir sobornos de la constructora Odebrecht, está en San Francisco, California, donde tenía previsto tomar un vuelo con destino a Israel este sábado que nunca abordó.
"El presidente Kuczynski solicitó a Donald Trump evaluar, en el marco de las competencias que la ley de migración de ese país brinda al Departamento de Estado, la opción de deportar a Toledo al Perú con el fin de que sea sometido a la justicia", informó la Presidencia peruana en un comunicado.
La conversación entre Kuczynski y Trump se habría producido, desde el Air Force One, cuando el mandatario estadounidense se trasladaba de vuelta a Washington desde West Palm Beach (Florida) la tarde del domingo.
La justicia peruana emitió una orden de captura internacional y prisión preventiva de 18 meses para Toledo por recibir supuestamente 20 millones de dólares de Odebrecht para favorecerla con la construcción de la carretera interoceánica, que une Perú con Brasil.
Toledo es la primera gran figura de la política peruana inculpada por el caso Odebrecht, cuyos responsables confesaron a la Justicia estadounidense haber pagado 29 millones de dólares a funcionarios de Perú entre 2005 y 2014, período que comprende los Gobiernos de Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
Más tarde en un mensaje a la nación, el presidente peruano anunció que por una ley de su gobierno empresas corruptas como Odebrecht "no podrán transferir sus recursos fuera del país, sin antes cumplir con sus obligaciones", entre ellas sus indemnizaciones con el Estado.
Agregó que las empresas sentenciadas por corrupción no podrán tener negocios con el gobierno y que los funcionarios sentenciados por corrupción no podrán volver jamás a trabajar en el servicio público.
Toledo se hace ver, pero en Twitter
Perú sospecha que Toledo, profesor visitante de la Universidad de Stanford, está en San Francisco (oeste) y ofrece 30,000 dólares a quien ayude a capturarlo.
Se le acusa de tráfico de influencias y lavado de activos. La Fiscalía se basa en testimonios y documentos del exrepresentante de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, quien aseguró que entregó el dinero a Toledo a través de las cuentas de un amigo de éste, el empresario peruano-israelí Josef Maiman.
Con ese dinero, según la Fiscalía, se pagó hipotecas y propiedades en Perú vinculadas a Toledo a través de una empresa off shore.
En una publicación en Twitter el domingo en la noche, sin precisar su paradero, el expresidente aseguró que nunca se fugó, ya que no estaba procesado cuando dejó el país.
"El juzgado en Lima no solicitó mi testimonio para ayudar con su investigación. Al contrario, me acusó de delitos que no he cometido y que el juzgado no puede comprobar", comentó. El exmandatario no precisó si retornará al Perú.
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Tampoco fue a Tel-Aviv
Pese a que Interpol lanzó una alerta roja para ubicar a Toledo en 190 países, Estados Unidos ha solicitado a Lima que justifique los motivos por los que debe detener al exmandatario para que un juez local proceda a pedir su captura.
"Las autoridades de Estados Unidos pidieron a la Fiscalía (peruana) la fundamentación de por qué un juez de Estados Unidos debería dar una orden para detener al expresidente. Ese pedido de captura se encuentra en 'stand by', a (la) espera de que se complete la información", precisó a la AFP el ministro del Interior, Carlos Basombrío.
Una fuente del Ministerio Público explicó a la AFP que el Departamento de Estado reparó que faltaban algunas precisiones para que la solicitud sea aceptada por un tribunal estadounidense y que será el juez Richard Concepción, el que ordenó la prisión de Toledo, quien resolverá ese nuevo requerimiento en las próximas horas.
Sin una orden que lo retenga, Perú temía que el exgobernante viaje a Israel, país del que su esposa Eliane Karp tiene la ciudadanía.
Pero el gobierno israelí, a través del portavoz del Ministerio de Exteriores Emmanuel Nahshon, precisó que "Toledo será autorizado (a ingresar) en Israel únicamente cuando sus asuntos pendientes en Perú estén solucionados".
Las autoridades peruanas presumían que Toledo había abordado el vuelo 954 de la compañía United Airlines que cubría la ruta San Francisco-Tel Aviv y que aterrizó la noche del domingo en el aeropuerto Ben Gurion.
"El expresidente peruano Alejandro Toledo no estaba en el avión que aterrizó en Ben Gurion desde San Francisco esta noche [por domingo]", escribió Nahshon en Twitter.
Kuczynski agradeció al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, por la decisión de impedir el ingreso de Toledo, según informó la presidencia.
A sus 70 años, Toledo podría convertirse en el segundo expresidente peruano en ir a prisión en las últimas tres décadas por un caso de corrupción, después del autócrata Alberto Fujimori, de quien fue un férreo opositor a fines del año 2000.
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