El fin de semana de 'Memorial Day' es una prueba de fuego de la reapertura en la pandemia
Millones de estadounidenses se preparan para dejar definitivamente sus cuarentenas por la pandemia del nuevo Memorial Day, para el que muchos se desplazarán a las playas o las casas de sus familiares y amigos.
Lo que es una bienvenida oportunidad de esparcimiento en la fecha que marca el inicio 'oficial' del verano boreal, es una gran preocupación para los expertos que consideran la temporada conlleva un alto riesgo de nuevos brotes de contagio.
Funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan quedarse en sus hogares, evitar multitudes y disfrutar este fin de semana largo de otra manera, descansando en casa y conectando con la familia a través de internet.
En medio de una pandemia global que ya ha acabado con la vida de más de 335,000 personas, este promete ser un fin de semana distinto.
Puede que las playas estén concurridas, pero no atestadas como solían estarlo, tampoco se realizará la mayoría de desfiles y actividades multitudinarias típicas de esta celebración con la que los estadounidenses recuerdan a los caídos en las guerras en las que ha participado el país.
Muchos conciertos y espectáculos de fuegos artificiales, parques, campamentos y piscinas permanecerán cerrados en buena parte del país.
Sin embargo, las ansias de muchos por salir después de un largo encierro y cuando las temperaturas favorecen las actividades al aire libre, hacen que este esperado fin de semana se convierta en una prueba de fuego que indicará hasta qué punto el país está preparado o no para una reapertura, mientras los funcionarios advierten que saltarse las medidas de seguridad puede provocar un aumento considerable de nuevos contagios.
Esperando la reapertura con ansias
Tras la gradual disminución de las restricciones por la pandemia, en California el gobernador, Gavin Newsom, dijo que cerraría las playas por seguridad, ante la gran afluencia de personas que empezaron a concurrirlas, pero luego rectificó y dijo que permanecerían abiertas para el uso "activo", que no incluye estar tumbado en una toalla tomando el sol.
David Spatafore, propietario del grupo de restaurantes Blue Bridge Hospitality, esperaba con ansias la reapertura de las mesas exteriors de su asador en Coronado, al otro lado de la bahía de San Diego.
"Creo que la gente estará muy feliz de poder salir y no comer de un recipiente de plástico o una caja de cartón", dijo a la agencia AP. "Al menos a mí me pasa".
Por otra parte, en Virginia Beach, Virginia, se reabrió el famoso paseo marítimo de 40 cuadras y la costa arenosa, pero con pautas de espacio y grupos limitados a 10, mientras los deportes grupales, las carpas y el alcohol siguen prohibidos.
El alcalde Bobby Dyer dijo que cerca de 150 "embajadores de la playa" estarán rondando con sus camisas rojas y le pedirán "diplomáticamente" a las personas que sigan las reglas.
En vacaciones se baja la guardia
El doctor William Schaffner, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Vanderbilt, advirtió que estar de vacaciones puede hacer que algunas personas bajen la guardia.
"Se olvidan de usar máscaras", dijo Schaffner a la AP. "No les gusta tanto el distanciamiento de 6 pies".
Las playas de Jersey Shore estarán abiertas, pero no habrá fuegos artificiales, montañas rusas, go-karts ni juegos de arcade. Los casinos de Atlantic City permanecen cerrados.
Los que viven en estas zonas turísticas temen un aluvión de visitas de residentes de las ciudades, que podrían desencadenar brotes de contagios.
"Lo desafortunado es que todas las personas de fuera de la ciudad han estado encerradas la misma cantidad de tiempo que los locales han estado aquí", dijo Christine Barthelme de Point Pleasant, Nueva Jersey, a la agencia AP. "Mi familia hará principalmente lo que hacemos en cada fin de semana de vacaciones aquí: relajarnos en nuestro patio trasero, hacer una barbacoa y encender la fogata".
Una esperanza de recuperación
Para la muy afectada industria del turismo y la hostelería existe una modesta esperanza de que este fin de semana marque el comienzo de algo parecido a la recuperación.
"Este fin de semana es un indicador temprano de cómo se sienten los consumidores acerca de regresar y participar en el comportamiento social normal", dijo a la agencia AP Jason Guggenheim de Boston Consulting Group, que ha encuestado a los consumidores.
Por su parte, la firma de datos y consultoría Tourism Economics proyecta que los viajeros gastarán solo $4,200 millones en el fin de semana del Memorial Day, un tercio de los $12,300 millones del año pasado.
Mientras tanto, las aerolíneas han descartado en gran medida la esperanza de un rápido rebote. Los viajes aéreos en los EEUU se mantienen reducidos en un 90% con respecto al año anterior, según cifras de la istración de Seguridad del Transporte.
La mayoría de los que salen de casa lo harán en carro y sobre todo para excursiones relativamente cortas.
George Cruz, cliente en el restaurante al aire libre en una playa de San Diego junto a su esposa y su hija de 6 años, disfruta el lugar antes de que este fin de semana sea invadido por una multitud de visitantes. Para entonces él prefiere quedarse en casa.
"Por eso decidimos venir ahora", dijo. "Definitivamente habrá un excedente de personas en la playa. "Solo espero que todos sean inteligentes sobre cómo lo hacen", agregó.
Sin una guía federal clara, los funcionarios estatales y locales han tenido que definir cómo celebrar esta festividad de manera segura. El distanciamiento social y las prohibiciones de las reuniones masivas siguen vigentes en gran parte del país pero se teme que estos días de fiesta echen por tierra los frágiles logros alcanzados tras varias semanas combatiendo al virus a un alto costo económico y de vidas humanas.