Osiel de Santiago: un dreamer que promueve la salud entre los latinos de Indiana

Osiel de Santiago, hoy de 21 años, descubrió la organización que cambiaría su vida por accidente. Sabía que quería trabajar en el campo médico y, después de registrarse en la Universidad de Indiana, empezó a buscar oportunidades que le darían esa dirección. Así se encontró en las oficinas de Voluntarios en Medicina, una organización que ofrece servicios médicos a la comunidad de Bloomington, Indiana, completamente gratis.
Santiago empezó su trabajo como voluntario en la recepción del centro, pero muy pronto él y el resto del personal de la organización descubrieron que tenía una conexión especial con algunos de los pacientes. “Hablo español y soy de México”, dice Santiago, quien también es indocumentado como muchos de sus pacientes, protegido por sus estatus de DACA, el que se vence en 2019. “Todos se dieron cuenta de que yo podía relacionarme mucho con los pacientes, por nuestro idioma y cultura y estado migratorio. Antes de que llegara a trabajar aquí, la gente no se sentía cómoda como se sienten ahora”, dice.
Muy pronto empezó a suceder que las personas entraban al centro y preguntaban directamente por Santiago. El personal de Voluntarios en Medicina lo notó y decidieron ofrecerle trabajo permanente. Para Santiago, aceptar el empleo no fue una decisión difícil: “Yo me enamoré de cómo pude ayudar a la gente de manera tan personal y hacer un impacto positivo en sus vidas”.
Fue así como Santiago comenzó a trabajar en salud comunitaria para la organización, un puesto que ocupó por unos dos años. Seis veces al año, Osiel recorría toda la comunidad de Bloomington, entrando especialmente a los hoteles y restaurantes, donde trabajan muchos de los latinos que viven en el área. Hablaba con los gerentes y sus empleados, y les explicaba los servicios de Voluntarios en Medicina, asegurándose que no tuvieran que pagar nada. Tambien era claro en decirles que no tenían que preocuparse sobre el estatus migratorio para poder recibir servicios médicos. Eventualmente, hizo entrenamientos para ser un técnico en emergencias médicas (EMT), asistente médico e intérprete médico en el centro. Este último ha sido de gran importancia para Voluntarios en Medicina, porque aunque hay una gran población de pacientes que solo hablan español, solo hay un doctor bilingüe trabajando en el centro.
En agosto de este año, Santiago se mudó a Denver, Colorado, para entrar a un programa de estudios y convertirse oficialmente en asistente médico. Allí, comenzará a tratar de servir una nueva comunidad. Pero, dice Santiago, esto no cambiará su deseo de involucrarse con organizaciones voluntarias con una ética similar al de Voluntarios en Medicina. Quiere seguir haciendo este tipo de trabajo por el resto de su vida.
“Se siente bien poder ayudar a personas, cuando yo también he estado en su posición”, dice Santiago. “Yo me acuerdo como niño, teniendo que traducir cosas para mis padres en el doctor, y que ellos nos preguntaban por el seguro médico que no teníamos. Me motiva contribuir a mi comunidad”.