Por qué es un fastidio jugar Pokémon Go si uno es pobre

Esta semana, el Instituto Urbano publicó un informe sobre la distribución equitativa de los recursos, o falta de los mismos, en Pokémon Go. Podría ser algo no digno de estudios serios, pero en realidad Pokémon Go se vuelve muy interesante a la hora de analizar dónde se juega este.
Hay una gran disparidad entre los vecindarios en cuanto a las características basadas en la ubicación que hacen funcionar a Pokémon Go. Según donde usted viva o pase su tiempo libre jugando, el juego es o bien un éxito descomunal o bien algo aburrido e incluso potencialmente caro. El informe, que se enfoca en Washington DC, muestra que hay más "portales"—gimnasios y pokestops, para los profesionales— en los vecindarios más ricos y con mayoría de personas de raza blanca que en los vecindarios más pobres con mayoría de personas de raza negra.
"En los barrios que son de mayoría blanca, hay 55 portales en promedio, en comparación con 19 portales en los barrios que son de mayoría negra", dice el informe de Shiva Kooragayala y Tanaya Srini. Esos resultados controlan la densidad de población y la distribución de los Millennials, dos factores que, naturalmente, distinguen un pokevecindario de otro.

El informe del Instituto Urbano hace uso de los datos de portales de Ingress, el juego original de Niantic Labs en el que está basado Pokémon Go. Aunque Niantic no ha publicado mucho relacionado con los datos de Pokémon Go, la distribución de los gimnasios y las pokeparadas en el juego utiliza la misma base de datos de portales generados por los s, basados en la ubicación que los jugadores ayudaron a desarrollar para Ingress. Una diferencia importante entre los juegos está en que los jugadores no pueden (aún) generar sus propias paradas en Pokémon Go. Ahí está el problema.
"Ingress solía permitirles a los jugadores sugerir ubicaciones importantes para portales en sus áreas, pero como los jugadores de Ingress tendían a ser más jóvenes y angloparlantes, y como los criterios para la ubicación de los portales de Ingress favorecían los distritos comerciales y las zonas turísticas, no es sorprendente que los portales terminaron en vecindarios de mayoría blanca", dice el informe.

Al desglosar las ubicaciones de los portales según las secciones del censo de Estados Unidos, los investigadores del Instituto Urbano descubrieron un problema de inclusión en el juego. Los investigadores no fueron los primeros en darse cuenta: en julio, Christopher Huffaker de McClatchy describió los problemas con la distribución de los recursos en el juego, señalando cómo los efectos de red de los primeros s (jugadores blancos) y las personas con más tiempo libre (jugadores pudientes) dieron pie a portales concentrados en los barrios de gente pudiente de mayoría blanca.
Mi colega Laura Bliss detectó el mismo patrón en los marcadores de "áreas de interés" de Google Maps, lo que obliga a preguntase:¿áreas de interés para quién?
Algunos jugadores se refieren a la disparidad como "Discriminación Pokémon" (sí, todavía estamos hablando de un juego donde uno de los personajes se llama Jigglypuff). El "privilegio Pokémon" podría ser el mejor término específico, al menos se refiere directamente a un aspecto de la creación de espacios que es la base del aspecto del juego basado en la ubicación. Así lo explica el Instituto Urbano:
Proyectos más tradicionales de creación de espacios, como la creación de parques, instalaciones de arte, o mercados públicos, enfrentan problemas similares. Estos esfuerzos están sujetos a varios retos: los proyectos deben cumplir con un gran número de normas y reglamentos; que llevan mucho tiempo, recursos y capital, y a menudo están en sitios con escasos recursos financieros e intelectuales; y por lo general son difíciles de iniciar, frecuentemente debido a la falta de motivación del público. Como consecuencia, muchos proyectos de creación de espacios que no logran pasar empezar desde los procesos colaborativos e inclusivos de planeación han excluido a los barrios desfavorecidos.
Sin embargo, aún hay más. No sólo los recursos culturales tienen que estar bien distribuidos y mantenidos en todas las comunidades geográficas (¡por razones ajenas al juego!), tienen que ser accesibles a las comunidades de personas de raza negra. La proximidad no es el único factor limitante. Como ya mi colega Brentin Mock ha explicado, las personas de raza negra son menos propensas a usar parques, incluso parques cercanos, donde "la amenaza o la presencia real del racismo afecte su capacidad para tener una experiencia agradable".
Una vez que Niantic les dé a los s la posibilidad de editar los puntos de interés del juego (de la forma que sea), el juego será más fácil de jugar para las comunidades de bajos ingresos o de minorías (y menos costoso: para tener la misma experiencia de juego, los jugadores en lugares con menos pokerecursos tienen que gastar más en compras en la aplicación para compensar la diferencia). Lo mismo podría decirse de las comunidades suburbanas o rurales que pueden carecer de marcadores culturales identificados previamente por los jugadores de Ingress.
La disparidad de los recursos podría ser resuelta fácilmente en Pokémon Go. Lástima que esto sólo sea así en los videojuegos.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.