Este proyecto está reuniendo virtualmente a indocumentados en EEUU con sus familias en su tierra natal

A Álvaro Morales, uno de los dos creadores principales del Proyecto de Reencuentros Familiares ( Family Reunions Project), siempre le sorprende cuando la gente trata de conversar o tocar a quienes ven cuando se ponen los aparatos de realidad virtual. A través de ellos ven a sus familiares y les cuesta contenerse. “Saben que el video ha sido previamente grabado y que no están viendo a sus familias en vivo, que no están junto a ellos. Pero es una respuesta natural a lo que ven”, dice Morales.

Morales, originario de Perú, y su compañero Frisly Soberanis, nacido en Guatemala, han creado una manera de transportar a los inmigrantes que no tienen la posibilidad de un reencuentro con sus familias. Usando realidad virtual, ellos pueden verlos, así como su casa y el vecindario que dejaron atrás. Empezaron el proyecto en septiembre de 2016 y han facilitado casi 15 reencuentros en cuatro países (México, Perú, Guatemala y El Salvador). Actualmente están buscando otros participantes.

Los creadores graban video para simular el entorno visual envolvente de la tierra natal de un inmigrante. A través de gafas que bloquean la realidad existente, los participantes se sienten como si estuviesen en ese lugar. “Idealmente lo usamos en situaciones en las cuales sería peligroso viajar para algún miembro de la familia”, dice Morales. Por ejemplo, se trata de casos en que los padres han sido deportados y no pueden regresar a EEUU y los hijos son indocumentados y no pueden salir. También han grabado ocasiones importantes, incluídas dos bodas.

Lo que hacen es crear una ‘postal virtual’, como lo llaman ellos. Traen las cámaras y grabadoras de voz, salen del cuarto y dejan que los parientes comparten su mensaje. Cuando lo editan crea una experiencia que incluye el sonido y una mirada de 360 grados, lo cual el verá en los Estados Unidos dentro de las gafas de realidad virtual. Como no está limitado al cuadro de una pantalla, el espectador puede perderse en la experiencia. “En ningún momento una llamada de Skype crea en tu mente la ilusión de que estás en ese lugar. Con realidad virtual, si por lo menos es por un segundo, puedes sentir que estás en otro sitio, lo cual es muy importante dado las restricciones actuales”, dice Morales.

Esta tecnología tiene un potencial urgente para indocumentados, los cuales enfrentan más riesgos después de la elección del presidente Donald Trump. La iniciativa de la ley de Kate aumentará las penas de cárcel para indocumentados que regresan a los Estados Unidos sin autorización después de ser deportados. En una época en el cual la ley no deja posibilidad para que familias se reúnan, el proyecto permite acercarse a estas experiencias. “El potencial para realidad virtual como herramienta radica en la gente que más necesita movilidad, como los migrantes”, dice Morales.

Morales acota que el que el video no sea en vivo es a veces difícil para familias, pero esto cambia el tipo de mensaje que mandan. “Si en algún momento has recibido una carta escrita, sabes que a veces en esas notas la persona se expresa de manera diferente, tal vez con más honestidad. Da la oportunidad de compartir mensajes que son muy conmovedores”.

En todo caso, pronto tratarán de hacer reencuentros en vivo. Esto ha sido difícil a causa de la conexión a Internet en los lugares que han visitado. En el futuro la tecnología también permitirá que la realidad virtual será capaz de recrear un entorno aún más real. La resolución se aproximará a la de tus ojos y los aparatos tendrán sistemas hápticos, es decir que van más allá del sentido de la vista, incorporando, por ejemplo, el tacto. “Si alguien se acerca para darte un abrazo, podrás sentirlo. Podrá cambiar fundamentalmente lo que es vivir lejos de los seres queridos” .

Las postales virtuales también vienen con sus propios desafíos. Como este servicio es gratuito para las familias, los realizadores deben ingeniárselas para conseguir financiarmiento. El proceso es muy costoso ya que el equipaje tiene que viajar a los países natales. El equipo no es barato y Morales y Soberanis dedican mucho tiempo a la edición. Aunque los proyectos son completamente apoyados por fondos, es una experiencia difícil de replicar masivamente.

Para Morales, estos desafíos subrayan el hecho de que esta tecnología no es la solución, lo que plantea otra meta importante para él : mostrar al público lo difícil que es vivir separado por una frontera (o varias). Han publicado tres reencuentros para el público y esperan que esto dé otra perspectiva a conversaciones sobre inmigración y que den luz a los efectos de política migratoria que dificulta la movilidad de los inmigrantes.

“Cuando la gente piensa en inmigración, se enfocan en la experiencia de los inmigrantes en los EEUU y no en lo que han dejado atrás. No resienten ese sentido de ser desplazadas y desarraigadas”, dice Morales.

Si te interesa apoyar al Proyecto de Reuniones Familiares, puedes donar haciendo clic aquí. Si te interesa participar en el proyecto como familia, a a Álvaro Morales en [email protected].