Este proyecto está mapeando los espacios LGBTQ y ayudando a mantenerlos seguros

Hay un árbol en el parque Jeanne-Mance, en el vecindario Plateau de Montreal, que tiene un significado especial para Lucas LaRochelle. Es donde el diseñador y estudiante de 22 años de la Universidad de Concordia conoció a su primera pareja seria. Tiempo después, ambos tuvieron una memorable discusión en ese mismo lugar. En los años posteriores, el mismo lugar seguía viniendo a su mente.
"Un día estaba yendo a casa en bicicleta desde la escuela y pasé por este árbol, por el que paso todos los días cuando regreso de la escuela", dijo LaRochelle. "Mientras pedaleaba, estaba pensando en todos los otros lugares, objetos o arquitectura que tenían esa sensación para mí, esa sensación de no pertenecer al mundo hétero".
Desde entonces, LaRochelle comenzó a pensar en los rincones de Montreal que podrían mapearse según las experiencias queer –del inglés que refiere a prácticas, experiencias e identidades fuera de la heterosexualidad tradicional– suyas y de otros. De esta pregunta surgió Queering the Map, un proyecto interactivo que les permite a s anónimos colocar marcadores en un mapa y escribir notas sobre los momentos que han pasado relacionados con sus propias experiencias queer.
La primera entrada del mapa dice asi: "Te empujé con mi enojo, sin restricción, cuando me dijiste que te gustaban los hombres masculinos. Mi inseguridad feminina pulsaba".
LaRochelle comenzó a armar el mapa hace aproximadamente un año como parte de un proyecto de la universidad y luego continuó desarrollándolo de forma independiente. Lentamente, comenzó a abrirse camino a través de las redes LGBTQ en Canadá. Después de que el DJ de Montreal Frankie Teardröp compartiera el mapa en Facebook la semana pasada, el número de marcadores se multiplicó rápidamente de alrededor de 400 a más de 1,600 antes de extenderse desde Canadá al territorio continental de Estados Unidos y al resto del mundo. Para el 8 de febrero, el mapa contaba con más de 5,000 entradas.
Desde el principio, LaRochelle estaba preocupado por la seguridad del sitio y la privacidad de sus s. Al igual que con cualquier proyecto de datos con colaboración social, Queering the Map es vulnerable a las reacciones de quien lo encuentra y decida poner un marcador. De hecho, a medida que el mapa comenzó a hacerse más popular, LaRochelle descubrió que estaba siendo atacado cada vez más por s maliciosos, spammers y piratas informáticos. Luego, el 9 de febrero, al despertarse descubrió una densa multitud de marcadores idénticos a lo largo de la costa este de Estados Unidos, todos con mensajes en apoyo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"Fue algo frustrante ver eso", dijo LaRochelle. Rápidamente bajaron el mapa, publicando un mensaje que alertaba a los s y les pedía a programadores y desarrolladores web que ayudaran a proteger la interfaz. Varios s ofrecieron ayuda, lo cual culminó en un esfuerzo conjunto de ocho personas que trabajaron juntas mediante GitHub, una plataforma de colaboración para programadores y diseñadores de HTML. LaRochelle espera que una nueva versión más segura del mapa vuelva a ponerse en línea pronto.
"Queering the Map fue hackeada por partidarios de Donald Trump. Estamos trabajando para arreglar este asunto, y poder volver a subir todas sus historias hermosas de resistencia lo antes posible", decía la página tras el ataque.
"Ése es el lado positivo. No es que fuera necesario [el hackeo del sitio], pero ahora tenemos la oportunidad de hacer que [el mapa] sea mejor y más seguro. Que nos hayan brindado esa ayuda es increíble", dijo LaRochelle. Para proteger a los s, el mapa no registra los datos geográficos de los colaboradores, y pronto tendrá un de moderación que revise los marcadores antes de que se publiquen, para evitar el lenguaje homofóbico y transfóbico.
En cierto modo, esta especie de hackeo sigue la línea de ataques históricos a los espacios LGBTQ, los cuales a menudo han sido peligrosos de navegar, debido al riesgo de exposición o persecución. En la década de 1970, las lesbianas en Francia utilizaban el Minitel —un servicio de mensajería e información previo a la existencia del Internet, que operaba a través de líneas telefónicas— para conectarse entre sí. Sigue habiendo muchos lugares en todo el mundo que no son seguros para las personas LGBTQ, incluyendo aquellos países en las que ser homosexual es un delito punible. Y hay muchos otros más donde las identidades LGBTQ son fuente de aislamiento social.
"Nos tiraron una biblia por estar besándonos, pero no nos importó. ¡Queers, a luchar!", dice un punto en Montreal.
LaRochelle puede dar fe de esto personalmente. "Como una persona queer de la zona rural de Ontario, donde durante mucho tiempo sentí que era el único individuo así. Diría que el Internet me salvó la vida, en términos de ver representaciones de mi mismo... y saber que había otras personas en el mundo que tenían experiencias similares", dijo. "Cuando me encuentro con Queering the Map, me produce el mismo tipo de sentimiento".
Al aprovechar el ciberespacio, el mapa también puede recuperar algunos de los lugares tradicionalmente de personas LGBTQ que se han perdido, como los bares que han ido cerrando lentamente durante la última década. "A medida que la vida de las personas LGBTQ se vuelve cada vez menos centrada en vecindarios específicos y los edificios dentro de ellos, las nociones de 'espacios LGBTQ' se vuelven más abstractas", dice el sitio web de LaRochelle. "La intención del proyecto Queering the Map es marcar tanto espacio LGBTQ como sea posible, desde bancos de parques hasta estacionamientos, marcar los momentos LGBTQ donde quiera que ocurran".
"Julio de 2017, cambié mis pronombres de género neutro", dice una de las entradas cerca de Oakland, California.
Cada marcador tiene una historia que contar. Algunas son descripciones tristes de confusión, vergüenza y angustia. Otras son relatos alegres de felicidad y orgullo, así como de amor, sexo y relaciones. Todos son íntimos, y actúan como un sitio de aterrizaje para personas queer de todo el mundo que pueden alternar entre los mapas y ver que no importa la experiencia que tengan, no están solas. "Lo que sea que constituye el ser, el actuar, la geografía y el espacio queer cuenta para este proyecto", dijo LaRochelle.
"Ella estaba demasiado avergonzada de contarle a sus amigas sobre nuestra relación, así que salimos hasta aquí y pasamos el día juntas mirando el agua, besándonos en el auto antes de que me tuviera que ir", dice otra entrada al norte de San Francisco.
A medida que Queering the Map crece, tiene el potencial de documentar cómo estos espacios han evolucionado con el tiempo. "Ha sido increíble aprender más sobre la historia LGBTQ a medida que las personas [agregan] más información histórica ... una generación anterior de personas queer [ha estado añadiendo marcadores] dentro de las mismas áreas, pero detallando una experiencia completamente diferente de esos espacios", dijo LaRochelle. De esta forma, el mapa puede ser un poderoso instrumento para la historia de las personas LGBTQ, la cual a menudo ha sido descuidada, no documentada o derechamente borrada por completo.
Y esa historia está ocurriendo. En Australia, por ejemplo, donde el matrimonio homosexual fue legalizado hace solo dos meses, el mapa refleja una serie de marcadores alrededor de Sydney que celebran la decisión. En esa misma área, también hay marcadores escritos por aquellas personas que se alinean más con una tradición homosexual radical, que típicamente no adopta la idea del matrimonio. "Hubo muchísimos puntos que hablaban sobre una política en favor del matrimonio, en los mismos espacios exactos hay una gran política anarco-homosexual ... que tal vez [siente que] el matrimonio homosexual [no es] por lo que tenemos que luchar", dijo LaRochelle. "Es interesante tener todo eso bajo el paraguas de la homosexualidad, cohabitando en la misma geografía".
LaRochelle espera que, al mostrar la forma en que los mismos espacios físicos pueden albergar experiencias tan diferentes, esto ayudará a los s—y a los observadores—a desarrollar una comprensión más dinámica del lugar en el que viven. Con este fin, el mapa también incluye un marcador advirtiendo el nombre original de Montreal —Kanien'kehá: ka— y los pueblos indígenas que vivieron allí en primer lugar.
"Existen implicaciones coloniales inherentes a cualquier proyecto de mapeo", dijo LaRochelle. " Queering the Map es intencionalmente político, pero esa política necesita ser de coalición, especialmente con una política indígena, si hablamos de tierra y geografía. Ése es uno de los próximos pasos: descubrir cómo hacer que esos enlaces sean más evidentes y más activos".
"Le dije a mi mamá que me gustaban las mujeres. Me dijo que nunca me iba a poder casar con una mujer. Me fui a llorar a un árbol cerca de mi casa, y mi hermana subió y me dijo que me creía".
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.