La empresa que construyó la valla fronteriza que ya existe no está interesada en construir el muro

Durante la tarde del jueves, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunció que retrasará sus planes de selección de un diseño del muro fronterizo con México. Aunque los proveedores que buscan construir el muro del presidente Donald Trump habían anticipado que la solicitud de propuestas sería publicada el miércoles, ahora no será publicada antes del 15 de marzo.
Es otro pequeño retraso en un proceso que ya ha tropezado con algunos escollos. El martes, la senadora Claire McCaskill, la demócrata de mayor rango en el Comité de Seguridad y Asuntos Gubernamentales del Senado, envió una carta al Secretario de Seguridad Nacional John Kelly pidiendo información acerca de prototipos del muro. Su cuestionario de 16 puntos pide respuestas detalladas sobre el proceso de adquisición y financiación: desde el permiso del departamento para utilizar los fondos existentes para este trabajo hasta "el nivel de riesgo para la seguridad informática que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha asignado a esta adquisición".
La carta de McCaskill expone cuán pocos detalles la CBP ha revelado en su preaviso para el diseño de un prototipo del muro. Nadie sabe quién pagará el muro, puesto que México insiste en que no lo hará y el congreso no ha asignado fondos para ello. De hecho, una actualización publicada el lunes parecía indicar que todo el proceso era más un concurso de diseño que otra cosa.
"El propósito de esta contratación es adquirir y evaluar los prototipos disponibles del muro y proporcionar la construcción inicial de algunos segmentos del muro, pero no está pensada como instrumento para la adquisición de la solución total del muro en la frontera con México", dijo el gobierno en su convocatoria de diseño.
La actualización del lunes también aclaró algunas preguntas persistentes acerca de qué constituye un muro. La CBP dice que la agencia "anticipa" una estructura de un muro de hormigón, "teóricamente, de 30 pies de altura", en otras palabras, un muro, no una valla. La construcción de un verdadero muro de hormigón que cubra parte de las 2,000 millas de frontera con México —incluso uno que no esté a la altura de los sueños más descabellados de Trump— implicará un enorme contrato.
Las explicaciones imprecisas del muro que se les han dado a los constructores podrían ayudar a aclarar por qué ninguna empresa global de ingeniería o construcción ha expresado interés oficial en la licitación. Más de 350 compañías en Estados Unidos han expresado su interés en la construcción del muro, pero las empresas con la experiencia necesaria para el trabajo —contratistas de defensa, empresas de gestión de proyectos internacionales y empresas multinacionales de ingeniería— se han mantenido alejadas hasta ahora.
Eso no quiere decir que ninguna de ellas responderá a la solicitud de propuestas formal una vez que se haya publicado. Todas y cada una de ellas podría hacerlo eventualmente. Pero varias empresas calificadas, las cuales anteriormente habían expresado interés, se han retirado desde entonces, incluyendo Leo A Daly y Raytheon.
Una notable ausencia en la lista de proveedores es Michael Baker International. La empresa de ingeniería global podría tener experiencia más directa y relevante en la construcción de un muro que cualquier otra empresa en el mundo: Michael Baker construyó la valla que actualmente se extiende a lo largo de la frontera.
Michael Baker se adjudicó la licitación para construir la valla fronteriza entre México y Estados Unidos autorizada por la Ley del Cerco Seguro de 2006. Esta legislación requería 225 millas de valla fronteriza, 300 millas de valla contra vehículos, y 70 millas de barreras antipersonales en tramos desde Texas hasta California. "Juntas, las iniciativas representaron el mayor proyecto de infraestructura táctica de la CBP en la historia de Estados Unidos", dice la descripción del proyecto de la empresa.
“Michael Baker International ha apoyado al gobierno de Estados Unidos en todo el mundo durante más de 70 años, incluyendo como ingeniero jefe de programación, planificación, ejecución y apoyo para la construcción de la frontera sur de Estados Unidos en colaboración con la Ley del Cerco Seguro de 2006”, dijo un vocero de la empresa a CityLab mediante una declaración. “Michael Baker también proporciona soluciones para la frontera norte de Estados Unidos, así como aeropuertos, puertos de transporte marítimo y otros puntos de entrada. Nuestra labor de protección fronteriza se ha realizado durante el mandato de tres presidentes y le ha permitido a Michael Baker contribuir a la protección y seguridad de Estados Unidos. Nos comprometemos a continuar apoyando al gobierno de Estados Unidos en diversas capacidades esenciales”.
La empresa declinó profundizar en su trabajo de construcción de la valla existente, el proceso de licitación que condujo a ese encargo o sus razones para no unirse a la lista de proveedores interesados en construir el próximo muro fronterizo.
Si Michael Baker expresara algún interés en diseñar el muro fronterizo, la empresa seguramente sería catapultada a la categoría de finalistas que aún está por determinar. La construcción de la valla fronteriza no fue un proyecto, sino más bien 50 proyectos de infraestructura diferentes, para los cuales la empresa supervisó la logística, los diseños, los cálculos y otros servicios prestados por una multitud de contratistas.
Aunque la empresa no ha descartado esta obra, no ha mostrado, ni siquiera en forma pasiva, un interés real en la consecución de esta licitación. El congreso no apoya el muro fronterizo (al menos, aún no). Los votantes no apoyan el muro fronterizo (según encuestas recientes). Los constructores—los que realmente podrían construirlo—parecen estar, en el mejor de los casos, indecisos.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com.