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Art Basel

Art Basel contado por una insider

Recorrer los pasillos de esta feria es tan seductor como visitar cualquier museo de renombre; el crowd es tan atractivo como el arte.
8 Dic 2015 – 03:16 PM EST
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Por  Brenda Díaz de la Vega



La semana pasada tuve la fortuna de visitar Miami para asistir a la 13va edición de Art Basel Miami Beach. Desde el 2002, aproximadamente 70,000 personas viajan cada año a la costa estadounidense caribeña para presenciar lo que se ha convertido en la feria de arte contemporáneo más importante de América. Atrayendo a 250 de las principales galerías de arte del mundo, incluyendo alrededor de 50 provenientes de Latinoamérica, recorrer sus pasillos es tan seductor como visitar cualquier museo de renombre mundial. Y me atrevo a decir que el crowd que se reúne es tan atractivo como el arte que cuelga de sus paredes.


Desde hace varios años, y con el pesar de muchos snobs de la industria, el arte y la moda han convergido, inspirándose mutuamente para crear obras, eventos y colecciones interponiendo ambas disciplinas. Un ejemplo que se me viene a la mente es la serie Front Row del artista conceptual californiano John Baldessari, en la que intervino varias imágenes de las pasarelas Otoño-Invierno 2014.


Por otro lado, podemos recordar la icónica colección Mondrian creada en 1965 por Yves Saint Laurent, que homenajeó la obra de varios artistas contemporáneos de su época –incluyendo por supuesto Mondrian. Un caso más reciente es el de la colección Primavera-Verano 2014 de la diseñadora venezolana Carolina Herrera, quien se inspiró en el arte cinético de los artistas venezolanos Carlos Cruz-Diez y Jesús Rafael Soto para crear experiencias visuales al momento que sus vestidos entran en movimiento.

Ejemplos hay cientos, pero la conclusión es que cada vez vemos a más marcas de moda y belleza apoyarse en las plataformas de las ferias de arte como lo es Art Basel, para celebrar sus lanzamientos y aperturas más importantes del año. Esta temporada, Miami no fue la excepción y durante toda la semana fui testigo de un sinnúmero de eventos de moda, dando la sensación de estar más en un fashion week, que en una feria de arte.

Uno de los principales eventos de la semana para el fashion flock fue la fiesta de MAC Cosmetics para celebrar el lanzamiento de su colaboración con la británica Ellie Goulding.  Con un exclusivo concierto de la cantante en el Edition Hotel, la marca presentó su colección efímera de labiales, rubores y brillos para esta temporada de fiestas.

Otro festejo que se ha convertido en tradición durante Art Basel es el de la revista de moda W Magazine. Este año se llevó a cabo en la playa frente al recién inaugurado Hotel Faena, el lugar más hot de la semana. El escenario fue una pista de patinaje en ruedas al ritmo de los DJs españoles Miranda Makaroff y Pascal Moscheni, con la presencia de personalidades estrellas de la industria como Stefano Tonchi, Karla Otto, Giovanna Battaglia y Laure Heriard-Dubreuil, fundadora de The Webster. También la cena de ACRIA, fundación a favor de la lucha contra SIDA, se ha convertido en emblema de Art Basel, y contó con la presencia de la mexicana Alexa Rodulfo, el perfumero Carlos Huber, Clara Le Fort y el diseñador George Sotelo, por nombrar sólo algunos.

Además de esto, se celebró la apertura de la nueva boutique Fendi en el Design District, la firma del libro Where´s Karl  en The Webster,  lanzamientos de fragancias, relojes, colecciones de joyería, entre muchas cosas más. Fue imposible verlo todo. Dicen por ahí que el arte es sobre todo un estado del alma. Yo regresé a México eufórica de tanta estimulación visual, a la vez que exhausta por la falta de sueño. Arte, tal vez, pero de vivir.

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