¿Quién es Elliott Abrams, el 'halcón' que Trump nombró como su enviado especial para Venezuela?

Unos días después de que Juan Guaidó se declarara a sí mismo como presidente interino de Venezuela el mes pasado, el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, nombró a Elliott Abrams, un veterano republicano y un 'halcón' en política exterior, para manejar las nuevas relaciones con el gobierno naciente.
Abrams es considerado por los partidarios del presidente Donald Trump como un ajuste perfecto para la política agresiva de la istración para terminar con el régimen de Nicolás Maduro, aunque su historia de operaciones encubiertas podría arriesgarse a alienar a la amplia coalición de países latinoamericanos y europeos que respaldan a Guaidó.
Este miércoles hará su primera comparecencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes para responder preguntas sobre la estrategia de Estados Unidos en Venezuela.
Al anunciar el puesto de Abrams, Pompeo dijo que el ex diplomático sería un "una ficha importante para nuestra misión de ayudar al pueblo venezolano a restaurar por completo la democracia y la prosperidad en ese país".
Pero muchos tienen una visión diferente de Abrams, de 71 años, quien ha jugado un papel a menudo controvertido en la política de los Estados Unidos en las últimas cuatro décadas.
Abrams es un veterano de la istración de Ronald Reagan y su controversial política en Centroamérica en los años 80. Se vio envuelto en el escándalo Irán-Contra y se declararo culpable de retener información del Congreso sobre los esfuerzos secretos para ayudar a los rebeldes nicaragüenses, concicidos como 'Los Contras'. Fue indultado por el presidente George H.W. Bush.
El Mozote
Grupos de derechos humanos acusan a Abrams de intentar desacreditar los testimonios de testigos de una masacre de hombres, mujeres y niños desarmados en la comunidad de El Mozote en El Salvador en 1981 por parte de las tropas salvadoreñas. Unos 1,000 personas murieron a manos de soldados que habian sido entrenados por los Estados Unidos.
Abrams también defendió al dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt, quien supervisó una campaña de tierra arrasada en la que miles de personas, principalmente de las comunidades indígenas mayas del país, fueron masacradas o desaparecidas.
"No creo que sea un problema", dijo Abrams a los pocos días de su nombramiento referiendose a los viejos escandalos. "No estamos enfocados en los eventos de la década de 1980. Estamos enfocados en los eventos de 2019", agrego.
Abrams resucitó su carrera en el gobierno de George W. Bush, primero como experto en Medio Oriente en el Consejo de Seguridad Nacional y luego como asesor de estrategia de democracia global.
"Maestro de las operaciones encubiertas"
"Él ha desarrollado habilidades interinstitucionales, el tipo es muy bueno en esto. Es un maestro de las operaciones encubiertas", según el analista de Univision y ex embajador estadounidense, John Feeley. "Para un delincuente condenado que fue posteriormente indultado, Abrams tiene una reputación sorprendentemente alta entre muchos profesionales de asuntos extranjeros, simplemente porque es bueno en lo que hace", dice Feeley.
Como neoconservador, Abrams ha abogado durante mucho tiempo por una política exterior estadounidense de participación activa en el mundo y crítico la plataforma aislacionista de Trump durante su campaña electoral. Eso lo excluyó al principio de consideración para de un puesto en la istración de Trump, hasta el año pasado, cuando uno de sus ex colegas, John Bolton, fue nombrado Asesor de Seguridad Nacional, conocido por sus siglas en inglés como el NSC.
"Es un nuevo equipo en la Casa Blanca que es conocido por ser más agresivo desde el punto de vista de la política exterior", dijo Fernando Cutz, ex asesor principal en América Latina del NSC. “Son más que conservadores, son neoconservadores. "Son de estos tipos a los que les gusta pegar un poco con el bate de béisbol y ver cómo las cosas se arreglan", agregó.
El ex embajador en Venezuela, Otto Reich, trabajó con Abrams y Bolton en la era Reagan. "Entré en la istración Reagan en 1981 con ellos. "Elliott es una persona muy inteligente, muy mesurado, no levanta la voz pero también conoce muy bien la psicología de los dictadores," dijo en una entrevista con el conocido periodista Jaime Bayly para su programa de televisión.
"Conoce la drama venezolana"
Abrams ha establecido rápidamente una buena relación con el equipo de Guaidó en Washington, según un venezolano familiarizado con las conversaciones. “En las reuniones ha mostrado un amplio conocimiento del drama que nos ha tocado vivir en Venezuela”, dijo.
Su nombramiento también proporciona munición ideológica para Maduro, Putin y otros críticos de Estados Unidos en la región a la hora de especular sobre posibles conspiraciones en Washington y Miami para fomentar un golpe de estado.
"Abrams es muy inteligente. Sin embargo, él lleva equipaje que se remonta a la década de 1980 y hace que algunos latinoamericanos desconfíen de su papel actual en Venezuela ", dijo Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano, una organización influyente en Washington que busca guiar la política estadounidense en América Latina.
"Si la istración buscaba calmar cualquier inquietud sobre una posible opción militar en Venezuela, es posible que Abrams no haya sido la mejor opción para el puesto", agregó.
Por otro lado, eso puede ser intencional. "Creo que la istración de Trump quiere crear la impresión de que está dispuesta a ser dura y un poco imprudente cuando se trata de Venezuela, por lo que la designación de Abrams contribuye a ambas impresiones", dijo un ex funcionario del Departamento de Estado que solicitó el anonimato.
Desde que reconoció a Guaido como presidente interino, la estrategia de los Estados Unidos parece empeñada en persuadir a los militares venezolanos para que se vuelvan contra Maduro, como la manera más rápida de poner fin a la crisis. Trump emitió sanciones a la empresa petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, para privar a Maduro de divisas. También espera que un esfuerzo internacional para enviar ayuda humanitaria al país, que Maduro ha rechazado, presione a los militares para que se unan a Guaidó.
Pero Abrams ha reconocido que podría ser más fácil decirlo que hacerlo después de que el ejército de Venezuela bloqueó un puente en la frontera con Colombia. "Moveremos la ayuda a la frontera de Venezuela con la esperanza de que ... podamos hacerla llegar. No creo que nosotros, los colombianos, los brasileños ni nadie más esté planeando intentar forzarla", dijo Abrams la semana pasada en una conferencia de prensa en el Departamento de Estado.
“Hay necesidades extremas, y creo que muchas personas … en el ejército venezolano, sienten esas necesidades para ellos y sus familias. Por lo tanto, tenemos la esperanza de que al menos la decisión inicial por parte de Maduro pueda ser cambiada, si ve una demanda real por parte de la gente de Venezuela. Déjalo entrar. Eso es todo lo que pedimos", agregó.
Maduro debería retirarse a una "playa bonita en algún lugar lejos de Venezuela", han sugerido los funcionarios de los Estados Unidos.
"Su propia situación solo va a disminuir cuanto más tiempo se aferre al poder y a la miseria que hay en Venezuela", dijo Abrams, y agregó que "hay varios países que creo que estarían dispuestos a aceptarlo".