Qué se sabe del secuestro en Tamaulipas de 4 estadounidenses que cruzaron a México para una cirugía estética
Un incidente violento ha puesto en vilo una de las comunidades fronterizas más concurridas entre México y Estados Unidos: un grupo de hombres armados secuestró el pasado viernes a cuatro ciudadanos estadounidenses que cruzaron desde Texas para una cirugía estética.
“Los cuatro estadounidenses fueron colocados en un vehículo y secuestrados por hombres armados”, informó el FBI, que no ha revelado detalles sobre la identidad de las víctimas.
Desde entonces se desconoce el paradero de las víctimas, su estado de salud o si los secuestradores han pedido algún tipo de rescate.
Medios en EEUU los identificaron como los primos Latavia McGee y Shaeed Woodard, y sus amigos Zindell Brown y Eric James Williams.
Un informe de la organización no gubernamental México Evalúa indica que en México solo un 5.2% de todos los delitos se resuelven. El resto quedan impunes.
Según un informe del Departamento de Estado, citado por el diario The Washington Post en enero pasado, el gobierno mexicano no tiene control sobre un tercio de su territorio.
¿Qué pasó durante el secuestro de los estadounidenses
en Tamaulipas?
Un video que circula por redes sociales desde el viernes muestra a hombres armados con fusiles de asalto y chalecos antibalas subiendo a cuatro personas en la parte trasera de una camioneta pick-up a plena luz del día.
Uno aparece vivo y se sienta pero los otros están heridos o muertos. Uno parece levantar su cabeza del pavimento antes de ser arrastrado a la camioneta.
La escena muestra el terror que domina desde años Matamoros, una ciudad dominada por facciones del poderoso cartel del Golfo, en cuyo seno se suelen dar enfrentamientos armados.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sin entrar en detalles, dijo el lunes que los estadounidenses se encontraron con un enfrentamiento entre grupos y fueron detenidos. Antes, había mencionado la versión de que estaban en México para comprar medicamentos.
Las cuatro personas viajaron en una minivan blanca con placas de Carolina del Norte.
Fueron atacados el viernes, poco después de ingresar a la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas, desde Brownsville, el extremo sur de Texas, cerca de la costa del Golfo, informó la oficina de la División de San Antonio del FBI en un comunicado el domingo.
La agencia AP pudo verificar fotografías de la minivan en la que presuntamente viajaban los estadounidenses. El vehículo, que yace al costado de una carretera, tiene una ventanilla rota por tiros y tiene todas las puertas abiertas.
Un grupo de personas, armados con rifles, aparecen junto a la camioneta. Sus posturas concuerdan con algunos videos que circulan en redes sociales desde otro ángulo, que muestra a los estadounidenses mientras son llevados por los presuntos criminales.
¿Para qué fueron los cuatro secuestrados a Matamoros?
Zalandria Brown de Florence le dijo a AP que ha estado en o con el FBI y funcionarios locales después de enterarse de que su hermano menor, Zindell Brown, era una de las cuatro víctimas.
“Esto es como un mal sueño del que desearías poder despertar”, dijo en una entrevista telefónica. “Ver a un miembro de tu familia tirado en la parte trasera de un camión y arrastrado, es simplemente increíble”.
Brown explicó que el grupo, todos muy cercanos, acompañaba a McGee a México para una cirugía estética de abdomen.
La madre de McGee, Barbara Burgess, le dijo a ABC News que su hija tenía la cirugía programada para el viernes y que la última vez que habló con ella le dijo que estaba a 15 minutos de la oficina del doctor que la iba a operar.
Un médico que anuncia este tipo de cirugías en Matamoros no respondió a las llamadas en busca de comentarios.
Brown dijo que el grupo estaba muy unido y que todos hicieron el viaje en parte para ayudar a repartir las tareas de conducción. Estaban al tanto de los peligros en México, agregó, y su hermano había expresado algunas dudas.
"Zindell seguía diciendo: 'No deberíamos bajar'", dijo Brown.
¿Qué dijo el gobierno de EEUU sobre el secuestro?
El presidente Joe Biden había sido informado de la situación, aseguró este lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Jean-Pierre se negó a responder otras preguntas, argumentando cautela para la privacidad de las personas.
El FBI ofrece una recompensa de $50,000 por el regreso de los secuestrados y el arresto de los criminales.
La policía estatal de Tamaulipas dijo que hubo personas muertas y heridas el viernes, pero no aclaró cuántas.
Indicó, además, que ni las fuerzas del orden ni los militares estuvieron involucrados en “dos incidentes armados entre civiles no identificados”.
Las víctimas de la violencia en Matamoros y otras grandes ciudades fronterizas de Tamaulipas a menudo no se cuentan, porque los cárteles tienen un historial de llevarse sus propios cuerpos con ellos.
¿Cuáles son los riesgos en Tamaulipas?
Los muchos cruces fronterizos del estado de Tamaulipas con Texas lo hacen lucrativo para los cárteles que mueven drogas, migrantes y armas entre México y Estados Unidos.
La advertencia de viaje del Departamento de Estado para Tamaulipas alerta a los ciudadanos estadounidenses que no viajen allí.
Matamoros, una ciudad de 580,000 habitantes, es la segunda más grande de Tamaulipas, uno de los seis estados mexicanos que se sitúan en el nivel máximo de seguridad según el Departamento de Estado, que advierte del riesgo de sufrir robos y secuestros.
“Los grupos criminales atacan transporte público y privado en todo el estado, en muchas ocasiones cometen secuestros a cambio de dinero”, señala el Departamento de Estado.
Sin embargo, al ser una ciudad fronteriza, los ciudadanos estadounidenses que viven en Brownsville o en cualquier otro lugar de Texas cruzan con frecuencia para visitar a la familia, asistir a citas médicas o hacer compras. También sería un punto de cruce para las personas que viajan más adentro de México.
Anteriormente, como sede del poderoso cártel del Golfo, Matamoros estaba relativamente tranquila. Durante años, una salida nocturna en Matamoros también fue parte de las “vacaciones de dos naciones” para los turistas en spring break, que acudían en masa a South Padre Island en Texas.
Pero el aumento de la violencia de los cárteles en los últimos 10 a 15 años ahuyentó gran parte de ese negocio.
