null: nullpx
Univision Noticias
América Latina
    Criminalidad y Justicia

    Detienen al expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández luego que EEUU pidió su extradición

    El exmandatario fue llevado con esposas y grilletes, y portaba un chaleco antibalas para su protección. Fue transportado al cuartel de las Fuerzas Especiales en las montañas que rodean Tegucigalpa. (Read this article in English)
    Publicado 14 Feb 2022 – 10:01 PM EST | Actualizado 16 Feb 2022 – 10:57 AM EST
    Comparte
    Cargando Video...

    El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández fue detenido el martes por la policía hondureña, un día después de que Estados Unidos solicitara su extradición para enfrentarse a cargos de narcotráfico y armas.

    Hernández fue llevado con esposas y grilletes y portaba un chaleco antibalas para su protección. Fue transportado al cuartel de las Fuerzas Especiales en las montañas que rodean Tegucigalpa.

    Está previsto que un juez comience a juzgar su caso en las próximas 24 horas.

    Hernández, quien siempre ha negado con vehemencia las acusaciones de narcotráfico, emitió una declaración por Twitter en la madrugada del martes diciendo que estaba dispuesto a "colaborar y llegar voluntariamente" en el momento que así lo decida el juez designado por la corte.

    Lo hizo poco después de que saltara la noticia de que la solicitud de extradición de EEUU había sido entregada a la Corte Suprema de Justicia de Honduras.

    El gobierno hondureño, por medio del ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, confirmó la solicitud de extradición y que Hernández se encontraba en su casa con su familia.

    Según dijo Sabillón desde las afueras de la casa de Hernández, las acusaciones que pesan contra el expresidente son delitos de conspiración para importar drogas a EEUU y usar y portar armas de fuego.

    El ministro dijo que era "lamentable" y "una vergüenza para el país". Añadió: "Un presidente extraditado es sumamente vergonzoso para nosotros, pero estamos dando la cara como país, que podemos hacer las cosas, que en el futuro no ocurran estas cosas".

    La existencia de una solicitud de extradición significa que se ha presentado una acusación en un tribunal estadounidense contra esa persona.

    El cargo de conspiración para el tráfico de drogas conlleva una posible condena a cadena perpetua.

    Una portavoz del Departamento de Justicia declinó hacer comentarios.


    La solicitud de extradición de Hernández es una conclusión extraordinaria de una profunda investigación de la DEA sobre el narcotráfico en el país centroamericano, que los fiscales han descrito como "tráfico de drogas patrocinado por el Estado".

    La extradición de Hernández era ampliamente esperada después de que fuera nombrado co-conspirador en tres casos en Nueva York, uno de los cuales implicaba a su hermano menor, el exlegislador Juan Antonio 'Tony' Hernández, que fue condenado por tráfico de drogas y cargos de armas relacionados, y cumple una sentencia de cadena perpetua.

    Pero como presidente, Hernández estaba protegido de ser procesado por una política del Departamento de Justicia de no acusar a jefes de Estado en ejercicio.

    Si Hernández es arrestado en Honduras, se someterá a lo que podría ser un largo proceso de extradición que tendría que ser aprobado por la Corte Suprema, cuyos fueron nombrados durante los ocho años de gobierno de Hernández.

    Hernández no ha aparecido en público desde que dejó el cargo. No asistió a la toma de posesión de la nueva presidenta de Honduras, Xiomara Castro, el 27 de enero.

    Los críticos de Hernández habían expresado temores de que acabara refugiándose en Nicaragua -que ya ha dado asilo a dos expresidentes de El Salvador buscados por la justicia- para evitar su procesamiento.


    El último en ser acusado en calidad de exjefe de Estado por la justicia estadounidense fue en 2019 el venezolano Nicolás Maduro, cuya legitimidad en el cargo no reconoce Washington. La lista también incluye al exdictador filipino Ferdinand Marcos y a su esposa Imelda.

    Corredor de drogas

    Hernández, de 53 años, comenzó su carrera política en 1998 cuando ganó un escaño en el Congreso por el Partido Nacional en representación de su departamento natal, Lempira, situado en la frontera montañosa cerca de Guatemala, un corredor favorito para los traficantes de drogas.


    Según el testimonio en el juicio de su hermano, cuando se presentó a un tercer mandato en 2005, supuestamente recibía el apoyo de los traficantes.

    En 2010, Hernández se convirtió en presidente del Congreso, presuntamente con la ayuda de traficantes que financiaron la campaña del Partido Nacional y sobornaron a otros legisladores para que apoyaran su candidatura a la dirección de la cámara.

    En enero de 2012, ayudó a impulsar en el Congreso una reforma constitucional que allanó el camino para que los traficantes hondureños fueran extraditados a Estados Unidos, un hecho que suele citar en su defensa. "Una persona coludida con el narcotráfico no habría aprobado la extradición", dijo en febrero de 2021 ante el Congreso.

    'El Chapo'

    En 2014, fue elegido presidente de Honduras, supuestamente ayudado por millones de dólares en sobornos de los traficantes, incluyendo un millón de dólares del notorio exjefe del Cártel de Sinaloa Joaquín 'El Chapo' Guzmán.

    Durante la campaña, los fiscales alegan que se reunió con el traficante Geovanny Fuentes para conspirar para "meter la droga en las narices de los gringos". Fuentes fue condenado el año pasado por tráfico de drogas y cargos relacionados con las armas.

    Fue en esa época cuando Hernández fue investigado por su implicación en el tráfico de drogas por la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA), mientras que el gobierno estadounidense seguía elogiándolo públicamente por la cooperación de su istración en asuntos como la extradición.

    Esa aparente contradicción ha sido planteada a menudo por Hernández, pero hay una larga historia de la DEA construyendo un caso contra un objetivo mientras mantiene públicamente las apariencias. Tal fue el caso del exlíder panameño Manuel Antonio Noriega, que en su momento fue considerado un aliado de la DEA pero que luego fue condenado por narcotráfico.

    Durante su primer mandato, las acusaciones de narcotráfico comenzaron a acumularse contra su hermano Tony Hernández, a quien se le vinculó con un laboratorio de drogas y un helicóptero que había transportado cocaína, además de ser acusado en un proceso judicial de haberse reunido con uno de los traficantes más buscados del país.

    En octubre de 2016, Tony Hernández viajó a Estados Unidos para reunirse con agentes de la DEA y supuestamente limpiar su nombre, pero los agentes lo sorprendieron mintiendo sobre sus actividades, lo que alimentó las sospechas sobre él.

    Sin embargo, el hermano del presidente no pareció darse cuenta de su situación y a menos de un año del segundo mandato de Hernández, fue arrestado mientras visitaba nuevamente Miami. Su arresto en octubre de 2019 cautivó a la nación y reveló las profundidades de la connivencia del Estado hondureño con los narcotraficantes que ayudaron a convertir al país en uno de los más violentos del mundo.

    Juan Orlando Hernández fue nombrado posteriormente co-conspirador no acusado en otros dos casos de narcotráfico, entre ellos el de Geovanny Fuentes y el del exjefe de policía Juan Carlos 'El Tigre' Bonilla, que actualmente está prófugo. Según los fiscales, Hernández encomendó a Bonilla "tareas especiales, incluyendo el asesinato".

    Loading
    Cargando galería
    Comparte
    RELACIONADOS:Departamento de Justicia