Elecciones en Colombia: el 'Pacto Histórico' de Gustavo Petro dice estar listo para el triunfo (y para defenderlo)
BOGOTÁ, Colombia .- Más de 50 jóvenes vestidos con camisetas coloridas de la candidatura de Pacto Histórico trabajan en sus computadoras en una sala luminosa decorada con pósters de sus candidatos a la presidencia, Gustavo Petro, y a la vicepresidencia, Francia Márquez, que compiten este domingo en las elecciones presidenciales de Colombia.
La misión de este equipo es evitar un posible fraude electoral con el que, temen en la plataforma progresista, el establishment de Colombia podría intentar impedir su victoria.
Todas las encuestas rumbo a esta primera vuelta dieron como clara favorita a la lista de Petro quien, durante su juventud, militó en la guerrilla M-19, fue torturado por el Ejército colombiano, estuvo en la cárcel, se sometió a un proceso de desmovilización para convertirse en congresista en los años noventa y fue alcalde de Bogotá.
La victoria de Pacto Histórico, una alianza de partidos de izquierdas y centro, significaría que por primera vez en los 200 años de historia de la república colombiana gobernaría la izquierda. O como prefiere decir Petro, la opción progresista.
Petro ha perdido dos elecciones presidenciales, pero parece que a la tercera puede ir la vencida. Y será, en parte, gracias al tándem que ha creado equipo con Francia Márquez, una abogada feminista afrocolombiana, que trabajó en el ámbito doméstico para sacar adelante a sus dos hijas y cuyo activismo medioambientalista ha sido reconocido con el premio Goldman por su lucha contra la minería industrial.
La estrategia de "defensa electoral"
Pero su equipo teme que se vuelva a repetir lo ocurrido durante las elecciones legislativas de marzo de este año.
Entonces, la ONG Misión de Observación Electoral (MOE) denunció irregularidades en el conteo. La Registraduría, la institución encargada de coordinar los procesos electorales, itió días después que se habían omitido 390,000 votos de la candidatura petrista, lo que le otorgó una mayoría en el Senado, con cuatro asientos más que la oposición del Partido Conservador.
Pero, las sospechas de fraude se extienden también a las anteriores elecciones, las de 2018.
“Nuestras investigaciones encontraron que en, al menos, 20,000 mesas en todo el país hubo posibles alteraciones al comportamiento típico electoral. En Colombia la gente no vota más del 60% y te encontrabas mesas donde había votado más del 90% de los registrados en el censo, por gente de más de 60 años que habían logrado votar con una diferencia de 3 segundos. Esas 20,000 mesas representaron para Iván Duque 2.4 millones de votos”, sostiene Mauricio Rodríguez Amaya, abogado y coordinador nacional de los testigos electorales y jurados de votación de Pacto Histórico.
Los dirigentes de esta campaña, cuyo lema es Cambio por la vida, en un país que lleva más de seis décadas en guerra, no quieren dejar ningún resquicio que permita un fraude electoral.
Para ello, ya tienen registrados más de 65,000 voluntarios, que esperan que antes de que se abran los colegios electorales superen los 100,000, dedicados a supervisar el recuento de votos. Son los conocidos como "testigos".
De ellos, han formado a varios miles que, repartidos en unas 1,000 mesas electorales –que representan entre 200,000 y 300,000 votos, según el equipo de Pacto Histórico– tomarán fotos de los resultados registrados y los enviarán a esta oficina situada en el centro de Bogotá donde se digitalizarán para comprobar que concuerdan con los comunicados al final de la jornada por la Registraduría.
“El software que hemos diseñado tiene un margen de error de un 1% aproximadamente”, explica uno de sus desarrolladores, acompañado de ingenieros e informáticos que pese a los meses de trabajo que acumulan a sus espaldas se muestran exultantes.
“Como director electoral de la campaña de Petro me han preguntado si tenemos certezas de que ha habido fraude electoral en Colombia. Y no es que yo la tenga, es que la Corte Constitucional ha sentenciado que el Congreso modificó, en 2021, de manera espuria la Ley de Garantías para inyectar 5 billones de pesos en las regiones y utilizarlas de manera proterva para tergiversar la intención popular. Eso no lo dice Pacto Histórico, eso lo dice la Corte Constitucional, que tumbó la reforma y obligó a devolver las inversiones”, explica Gustavo García. Lo hace esa misma mañana en un encuentro con de misiones de observación internacional llegados de Estados Unidos, España, Francia y varios países latinoamericanos.
Reunidos en un céntrico hotel de Bogotá, alertaba a los asistentes de la importancia de que la comunidad internacional arrope la legitimidad de los resultados electorales porque hay muchos sectores del país que “temen que llegue el cambio”. Colombia es el segundo país de América Latina más desigual, solo por detrás de Brasil.
Los escenarios electorales en las presidenciales de Colombia
María Angélica Prada, jefa jurídica del equipo de la candidata a la vicepresidencia Francia Márquez, e integrante del equipo de coordinación nacional de la estrategia electoral, llamaba la atención ante el foro internacional sobre otra las cuestiones más controvertidas de las últimas semanas: los softwares contratados por el Gobierno para contabilizar los resultados electorales.
“Durante las elecciones de marzo comprobamos cómo los jueces registraban en el software los votos registrados y cuando nos decargábamos los documentos que tenían que consolidarlos aparecían 0 votos de Pacto Histórico. Tenemos un grave problema con el software que maneja la Registraduría y por eso es tan grave que no se haya itido una auditoría internacional".
"Ayer (viernes), se logró que nos mostraran el código fuente del mismo, pero lo hicieron en una audiencia privada en la que la ONG Carisma, experta en estos temas, se retiró porque no había garantías para hacer un verdadero control”, explicaba ante los visitantes extranjeros.
En esos corrillos, todos daban por sentada una victoria de Pacto Histórico, pero mostraban su preocupación por los posibles escenarios en los que podía desembocar un rechazo violento de parte del poder económico, militar y político del país.
“Hay tres posibles escenarios electorales”, explica Rodríguez Amaya. “Que Petro gane con un 55% de los votos y no haga falta una segunda vuelta. Que gane con un 44% y sí vayamos a la segunda vuelta. Y que Petro saque entre un 49 y un 52%".
En ese punto Rodríguez Amaya plantea un escenario en el que Pacto Histórico sea acusado de fraude y se genere una confusión tal que lleve a las Fuerzas Armadas y otros sectores conservadores a denunciar los resultados, al estilo de lo que ha pasado en otros países latinoamericanos, como Bolivia en 2020, cuando denuncias contra el triunfo del entonces presidente Evo Morales, respaldadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) llevaron a la suspensión del proceso y la convocatria de nuevos comicios al año siguiente
“Y ahí es cuando vamos a necesitar que la comunidad internacional haga respetar los resultados electorales y la democracia”, concluye Rodríguez Amaya.
A su alrededor, los muchachos siguen trabajando en el cuartel de la vigilancia electoral mientras se sienten protagonistas de un momento histórico: aquel en el que el único país de América Latina que no ha tenido un gobierno de izquierda en su historia puede cambiar su rumbo. Es posible que este domingo se despejen parte de sus inquietudes.