Cómo se pudo dar por muerta a la niña que fue velada viva en México, un especialista explica
El fallecimiento de Camila Roxana Martínez, de 3 años de edad, después de que su familia detectara signos vitales durante su velorio, llevado a cabo tras ser declarada muerta en un hospital del estado mexicano de San Luis Potosí, levantó la duda de ¿cómo es que una persona es declarada muerta?
La madre de la menor, Mary Jane Mendoza, afirmó que, después de recorrer varios sanatorios con su hija con diarrea y fiebre, volvieron al Hospital Básico Comunitario de Salinas, donde ya habían estado por recomendación de un médico particular.
Ahí, un doctor identificado como Horacio N, quiso colocarle suero y oxígeno a la niña; sin embargo, en el hospital carecían de material por lo que la familia tuvo que ir en busca de él.
Después de ser suministrado el suero y el oxígeno, Mendoza pidió el traslado de su hija a la capital del estado sin que el personal del hospital atendiera su petición. Unos minutos más tarde, la menor fue declarada muerta.
Al respecto, Karla Montoya, doctora especialista en salud pública y miembro del Programa de Donación de Órganos y Tejidos con fines de Trasplantes de México de la Secretaría de Salud, señaló en entrevista con Univision Noticias que un hospital que no tiene suero y oxígeno “es una clínica, no un hospital”.
Montoya explicó que cuando los médicos se encuentran en comunidades alejadas en donde no tienen equipos necesarios, “lo único con lo que trabajamos es con nuestros cuerpos. A nosotros, aquí en México, nos enseñan a ser clínicos”.
Muerte por dos situaciones
La muerte, indicó la doctora, se da por dos situaciones: “porque ya no hay electricidad en el corazón o ya no hay electricidad en el cerebro. Esas son las únicas dos formas que nosotros podemos comprobar que hay una pérdida de la vida y eso lo marca la ley general de salud”.
“Para poder determinar una parada cardiaca necesitas un equipo que haga un electrocardiograma que lo que está buscando es la electricidad que hay en el corazón”, continuó.
Montoya contó que hace algunos años todavía podían asentar en los certificados de defunción de México que una persona había fallecido por un “paro cardiorespiratorio”.
“Hoy eso no es legal porque nosotros sabemos que cuando una persona muere es porque el corazón no tiene electricidad y se para, o porque el cerebro no tiene electricidad y se para”, comentó. “Lo que a mí me importa como médico es saber qué llevó a esa persona a que su corazón se parara que es la causa real de defunción”.
Montoya comentó que habría que investigar si en el hospital regional de Salinas había un aparato para realizar electrocardiogramas al no haber siquiera suero u oxígeno.
Tres puntos para determinar una muerte
Para determinar la muerte clínica, es decir sin aparatos, Montoya afirmó que se debe utilizar el estetoscopio. Este equipo corrobora si el latido cardiaco se escucha o no. Con el mismo instrumento se debe revisar los pulmones, si hay entrada y salida de aire. También se debe palpar los distintos puntos del cuerpo para saber si hay o no pulso. En caso de que no existan estos tres elementos, el doctor puede determinar el fallecimiento.
“Como médico puedes hacer una nota que diga: ‘clínicamente la paciente está muerta’. Es decir, yo, con mi pericia, estoy buscando signos vitales de una persona y con mi pericia y con lo que tengo no tiene signos vitales”, acotó.
“Nosotros trabajamos con el método científico, nosotros planteamos una hipótesis, pero si estás en un lugar en donde no tienes un electrocardiograma para identificar que no haya electricidad en el corazón, entonces el diagnóstico es clínico”.
Para la especialista, la niña estaba deshidratada, "tanto que ya no pudo tomar el suero oral, ya no tenía tolerancia a la vía oral, ya no pudieron darle líquido y murió por deshidratación, los niños se mueren por deshidratación”.
Montoya agregó que lo más importante a investigar en el caso de Camila Roxana Martínez es “con qué elementos la declararon muerta. Si no tenían en el hospital un electrocardiograma, entonces, como en muchos hospitales regionales, declaran la muerte con la clínica”.
No existe obligación de retrasar el traslado
Montoya dijo que no hay una obligación ni ninguna cláusula en la Ley General de Salud de México que diga que debe pasar determinado tiempo hasta que una persona es removida del hospital después de ser declarada muerta.
En el caso de Martínez, según contaron sus padres, la niña fue entregada en cuestión de horas a través de una funeraria que ó el Hospital Básico Comunitario de Salinas.
“La ley te dice que la muerte cardiaca se diagnostica con un electrocardiograma y la muerte encefálica con un electroencefalograma. Cada uno tiene su aparato para que te dé la electricidad que hay en el cuerpo. En ningún apartado (de la ley) te dice que el paciente deberá permanecer en vigilancia y después ya se determinará la muerte”.
En el caso de la pequeña Camila Martínez, no pudo haber tenido una muerte encefálica porque, como explicó la doctora Montoya, ésta se da con pacientes que se encuentran en terapia intensiva con asistencia de máquinas.
“Si hubieran hecho un electrocardiograma a lo mejor hubiera tenido (la niña) una mínima actividad en el corazón. Si hubieran tenido un estudio de esa naturaleza no la hubieran podido declarar muerta. Pero cuando trabajas en un lugar que no hay esos aparatos, lo tienes que realizar clínicamente”, finalizó.
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