La Corte Suprema acaba con las restricciones al aborto en Texas

La Corte Suprema de Estados Unidos emitió este lunes su primer veredicto sobre un caso de aborto desde 2007 y decidió con una votación 5-3 derogar las restricciones para acceder a estos procedimientos en Texas.
Desde que el Congreso de Texas aprobó la ley HB2 en 2013 —con el respaldo de los republicanos— para las mujeres del estado ha sido mucho más complicado practicarse un aborto de manera legal y segura. "Estamos encantados de que estas peligrosas disposiciones hayan sido anuladas. Esta es una victoria para las mujeres. Cada persona debe tener el derecho a tomar sus propias decisiones personales sobre el aborto y vamos a luchar con todas las fuerzas hasta garantizarlas", dijo en un comunicado Cecile Richards, presidenta de Planned Parenthood Federation, tras conocer el fallo.
La ley estatal obligaba a las clínicas de abortos estar equipadas para operar como centros quirúrgicos ambulatorios para atender emergencias. También exigía que los doctores que lleven a cabo estos procedimientos tengan especiales privilegios de isión en hospitales con servicios de obstetricia y ginecología ubicados a menos de 30 millas.
Estas exigencias hicieron mucho más difícil que los pequeños centros que practican abortos en Texas pudieran mantener sus puertas abiertas.
La HB2 asegura que ambos requerimientos tienen como objetivo proteger la salud de las mujeres, pero tanto la American Medical Association como el American College of Obstetricians and Gynecologists aseguran que no hay bases médicas para estas exigencias. En 2012 el índice de mortalidad relacionado a abortos inducidos fue de 0.6 muertes por cada 100,000 abortos.
“No hay evidencia de que las restricciones de Texas protejan la salud y la seguridad de las mujeres", dijo en entrevista previa a la decisión, Suzanne B. Goldberg, profesora de leyes y directora del Center for Gender & Sexuality Law & Sexuality and Gender Law Clinic de la Escuela de Derecho de Universidad de Columbia. "Por el contrario, estas restricciones han hecho que sea más difícil y peligroso para las mujeres recibir atención cuidados seguros de salud reproductiva al volver imposible para la mayoría de las clínicas del estado continuar prestando estos servicios”.
Una de esas clínicas, Whole Woman’s Health, decidió desafiar la ley con la ayuda del Center for Reproductive Rights. John Hellerstedt, el comisionado del Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, fue nombrado como el demandado. De allí el nombre del caso que se revisó en la Corte Suprema: Whole Woman’s Health vs. Hellerstedt.
Los ocho jueces —los restantes tras la muerte del conservador Antonin Scalia y sin la posibilidad de que sea confirmado el nominado del presidente Barack Obama, Merrick Garland— se dividieron de la siguiente manera: Ruth Bader Ginsburg, Sonia Sotomayor, Elena Kagan, Stephen G. Breyer y Anthony Kennedy votaron a favor de derogar la ley de Texas y sus restricciones al aborto. Mientras que John G. Roberts, Samuel Alito y Clarence Thomas, los tres jueces conservadores restantes, votaron a favor de ratificar la HB2.
El voto decisivo que impidió un empate 4-4 fue el de Anthony Kennedy, quien a lo largo de los años ha mostrado comprensión ante los argumentos de reproductivo y ha ratificado la legalidad del aborto en el pasado. En Planned Parenthood vs. Casey en 1992, Kennedy acompañó la opinión plural de Sandra Day O’Connor, que sentó un precedente jurídico de que las restricciones al aborto podían existir solo si no creaban un “obstáculo sustancial” para las mujeres que buscaban practicarse el procedimiento.
Abortar en Estados Unidos es legal desde el año 1973 ( Roe v. Wade), sin embargo, desde entonces, distintas iniciativas han intentado desafiar su legalidad o limitarla. La normativa vigente se rige por el caso Planned Parenthood v. Casey (1992), que asegura que los estados pueden establecer restricciones, con tal de que no representen un obstáculo sustancial para que una mujer pueda abortar.
Acceder a un aborto en Texas será más seguro, menos peligroso
La directora ejecutiva de Planned Parenthood Texas Votes, Yvonne Gutierrez, explicó a Univision Noticias que esta ley que situaba a los políticos entre los pacientes y los proveedores de salud solo deterioraba y hería a las mujeres y su salud. “ Los datos, incluso aquellos provenientes de los CDC, muestran que los abortos son 99% seguros. Estudios calculan que las mujeres solo experimentan complicaciones en el 1% de los casos”.
Según ella, las restricciones impuestas por esta ley ya han provocado el cierre de centros de salud por todo Texas y por ello las mujeres están teniendo dificultades para acceder a abortos seguros y legales. "Tanto investigaciones como trabajos periodísticos han encontrado que en efecto el cierre de las clínicas ha resultado en cargas y agobios significativos para las mujeres: retrasos, distancias y estadías mucho más largas, en los casos en los que consiguen acceder a ellos". Con la derogación de la legislación, se espera que esto deje de ocurrir.
Elizabeth Nash, del Guttmacher Institute, explicó vía correo electrónico que en el caso de una decisión 5-3, tanto las regulaciones impuestas a las clínicas como los requerimientos de privilegios de isión deberán ser derogados, pues el veredicto de la Corte Suprema aplica para todo el país. "Sin embargo, eso no significa que las restricciones similares en otros estados serán anuladas de inmediato. Pero sí representa una victoria para los defensores de los derechos reproductivos de las mujeres: la Corte Suprema ha continuado protegiendo los derechos de los abortos".
(Olivia Liendo contribuyó en esta historia)