De 'pro-choice' a 'pro-life': Trump participa en la 'Marcha por la vida' aunque antes defendía el derecho de la mujer a decidir

El presidente Donald Trump dice estar comprometido con construir "una sociedad donde la vida se celebra y se proteja". Así lo aseguró este viernes en un discurso transmitido vía satélite a los miles de activistas antiaborto que participaban en la edición número 45 de la protesta anual bautizada como la Marcha por la Vida. "En mi istración siempre defenderemos el derecho a la vida, sabemos que es el mayor regalo de todos".
Su participación marca distancia de sus días como magnate de bienes y raíces en Manhattan cuando solía decir que defendía el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Se trata del mayor evento antiaborto en el país y sus organizadores han alabado las acciones emprendidas por el mandatario para restringir el a esta práctica, como lo ha sido el eliminar el financiamiento federal a Planned Parenthood. Trump también ha prometido seleccionar a más jueces que apoyen un posible cambio de la decisión de la Corte Suprema de 1973 en el caso Roe vs. Wade que aprobó el derecho de las mujeres a someterse a un aborto en casi cualquier etapa del embarazo, lo que en efecto legalizó el procedimiento en todo el país.
"Como todos saben, Roe vs. Wade ha resultado en una de las leyes más permisibles de todo el mundo", dijo el mandatario, quien luego agregó que EEUU es "solo uno de los siete países del mundo en permitir elegir un aborto con un embarazo avanzado, al igual que China y Corea del Norte. "Eso está mal y debe cambiar".
Trump también destacó la firma de una nueva propuesta que busca defender la libertad religiosa de los trabajadores de la salud y permitiría que los doctores no deban realizar procedimientos a los que se oponen éticamente. "Protegemos la santidad de la vida y la familia en la sociedad", destacó.
"Es refrescante tener a un presidente que defienda la vida", dijo Tim Curran, un vendedor de 66 años originario de Kentucky: "Parece estar llevándonos de vuelta a una dirección que defiende la moralidad y la familia tradicional", agregó.
La Marcha por la Vida suele realizarse cerca del aniversario de esta histórica decisión (el 22 de enero) y en ella los manifestantes se reúnen en el National Mall y desde allí van hasta los escalones de la Corte Suprema. En 2017, Trump delegó al vicepresidente Mike Pence que hablara en su nombre. Este año también participó destacando que Trump "ha hecho una diferencia para la vida" y asegurando que "es el presidente más pro-life de la historia". Se espera que Paul Ryan, líder de la Cámara de Representantes, también ofrezca un discurso en esta marcha.
"El presidente está comprometido a proteger la vida de los no nacidos y está emocionado de formar parte de este evento histórico", coincidió horas antes la secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders durante una rueda de prensa el miércoles.
No es el primer presidente republicano en hacerlo (Ronald Reagan participó en la marcha vía telefónica y George W. Bush hizo lo mismo en 2003 y 2004), pero sí el primero en cambiar radicalmente su postura en torno al tema.
No siempre Trump fue un férreo defensor del movimiento en contra del aborto. Por el contrario, en 1999 durante una entrevista en Nueva York, aseguró que aunque "odiaba el concepto de aborto", era "muy pro choice", lo que quiere decir que defendía el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.
Pero ya en 2016 cuando se postulaba a la presidencia, aseguró que su postura había "evolucionado" y se definió como "pro vida con excepciones", como en casos de violaciones o incesto.
¿Por qué los médicos defienden el a abortos legales y seguros?
Aunque durante su discurso de este viernes Trump afirmó que cada vez más estadounidenses defendían el derecho a la vida, las opiniones en torno el al aborto continúan muy divididas. La agencia de noticias Reuters cita una encuesta realizada por Gallup en 2017 en la que 49% aseguró que lo apoyaba y 46% se le oponía.
En este momento, tras los ocho años del gobierno de Barack Obama, la tasa de abortos en el país alcanzó su mínimo histórico: 14.6 abortos por cada mil mujeres (de 15 a 44 años) en 2014, la más baja desde la aprobación de Roe vs. Wade, la decisión de la Corte Suprema que legalizó el aborto en 1973. También ha ocurrido una disminución en la tasa de natalidad, lo que sugiere que más mujeres están previniendo los embarazos no deseados.
Nunca antes en los últimos 40 años había habido tan pocos abortos en EEUU. ¿Y cuál es la usa de la baja? Los expertos aseguran que es una consecuencia del éxito que han tenido las medidas para impulsar la planificación familiar, así una mejor educación sexual y un mayor a los anticonceptivos.
La evidencia científica prueba que cuando se limita el al procedimiento aumenta el número de abortos caseros y el de mujeres que mueren a causa de ellos. Se sabe que limitar estos procedimientos impacta desproporcionadamente en las mujeres más jóvenes, negras e hispanas y de bajos recursos.
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