“Empecé a trabajar de diferentes cosas: de mesera, maquillando, siempre algo para traer a la mesa la comida. Hasta que me di cuenta que en uno de los restaurantes ponían karaoke y la gente me ponía a cantar. Ya de ahí la gente iba al restaurante pensando que iba a cantar, pero no. Un dueño de un restaurante de mariscos me dijo que me contrataba para cantar, no era mucho dinero, pero era más que lo que ganaba como mesera. Ahí descubrí lo que me gustaba hacer”, contó Betty Solís.
Instagram