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Abuso Infantil

Azotes contra el piso y salsa picante en su cara: los 5 días de tortura que llevaron a la muerte de Anthony

“En un momento Anthony no podía caminar, estaba inconsciente acostado en el suelo de su dormitorio durante horas, no recibió atención médica y no podía comer solo”, indicó Jonathan Hatam, fiscal del condado de Los Ángeles.
4 Jul 2018 – 06:11 PM EDT
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LOS ÁNGELES, California.- La Fiscalía del condado de Los Ángeles ha dado a conocer inquietantes detalles del presunto abuso que condujo a la muerte de Anthony Ávalos, de 10 años. Su madre y el novio de esta lo torturaron de manera continua durante cinco días, hasta que paramédicos llevaron al niño a un hospital, donde falleció el pasado 21 de junio, según documentos judiciales.

En una moción presentada en la corte esta semana, el fiscal Jonathan Hatam argumenta que la madre del menor, Heather Barrón, y su novio Kareem Leiva azotaron al niño contra el piso y muebles, lo golpearon con un cinturón y una cuerda, y hasta le prohibieron usar el baño.

Como parte de ese maltrato desmedido, ellos también le echaron salsa picante en la cara, lo obligaron a arrodillarse sobre arroz durante largos períodos y lo forzaron a pararse por varias horas en una esquina de su casa en Lancaster, en el norte del condado de Los Ángeles.

Además, ellos sujetaron boca abajo al niño y varias veces lo dejaron caer sobre su cabeza.

Tantos castigos, señala el fiscal, terminaron afectando severamente la salud del menor.

“En un momento Anthony no podía caminar, estaba inconsciente acostado en el suelo de su dormitorio durante horas, no recibió atención médica y no podía comer solo”, indicó el fiscal Hatam, agregando que en esa situación alimentaron por la fuerza al menor.


Los ocho hermanos del niño no solo fueron testigos del maltrato, sino que fueron obligados a participar en estos, incluyendo pelear contra Anthony y vigilarlo para que “permaneciera de pie o de rodillas”.

Aunque Barrón aseguró que su hijo sufrió una caída para explicar las lesiones por las que perdió la vida, las autoridades creen que el menor fue víctima de abuso y tortura por parte de los dos acusados.

Poco antes de morir Anthony le dijo a su madre que era gay o al menos que "le gustaban los niños", por lo que el Departamento de Servicios Infantiles y para Familias del condado de Los Ángeles (DCFS) analiza si la homofobia jugó algún papel en su deceso.

Anthony sufrió una lesión cerebral traumática, según los fiscales. También tenía los ojos enrojecidos y numerosos hematomas, así como cortes, costras y rasguños en la frente, nariz, boca, mejilla, cuello, piernas, hombros, caderas, espalda, nalgas, estómago, tobillos, piernas y pies.

La madre de Anthony es acusada de asesinato, tortura y abuso infantil y de ser encontrada culpable podría enfrentar una condena de 22 años de cárcel hasta cadena perpetua. Su novio es señalado de lo mismo, más un cargo por ataque a un niño causándole la muerte y puede ser sentenciado a desde 32 años hasta pasar el resto de su vida en prisión.

Ambos permanecen bajo custodia y se presentaron en la corte este lunes, pero no presentaron ninguna declaración de culpabilidad. Su siguiente audiencia se ha programado para el 3 de agosto. Se les fijó una fianza de 2 millones dólares.

Un patrón de abuso infantil

Los hermanos de Anthony también sufrieron del infierno en su hogar, terminando con golpes serios, sin comer o bajo castigos severos debido a una madre que ha sido descrita como una persona que “se frustra fácilmente” y que parecía “completamente despegada” de sus hijos. También los maltrataba su novio, quien descargaba su furia contra los niños sin medir consecuencias.

El fiscal Hatam señaló que en una ocasión Leiva golpeó con tanta fuerza la cabeza de uno de los hermanos de Anthony que tuvieron que llevarlo a un hospital para que le pusieran puntos de sutura.

Ocho denuncias telefónicas reportando supuesto abuso en la casa de Anthony han sido descritas por la Fiscalía angelina. Dichas llamadas ocurrieron entre abril de 2014 y abril de 2016, pero los trabajadores sociales fueron a investigar y las catalogaron de “inconclusas” o “sin fundamentos”.

Documentos oficiales indican que hubo 16 reportes de sospecha de maltrato infantil contra Anthony desde 2013. Por eso, ahora se alega que el niño también fue víctima de la negligencia del DCFS.

La primera denuncia relacionada con este caso se registró en abril de 2014, en la cual se indicó que Leiva golpeó a Anthony y a sus tres hermanos con varios objetos, incluyendo una manguera. El reporte señala que la madre también le gritó a los menores y los encerró en sus cuartos durante varias horas.

Una persona que llamó a las autoridades en octubre de 2014 afirmó que Barrón agredió verbalmente a sus hijos y arrastró a uno de estos por el brazo. Tras este incidente, el denunciante reclamó que la mujer no mostró afecto y parecía “completamente desapegada” de sus hijos.

Un mes después, alguien reportó que Barrón “se frustra fácilmente” y golpea a los niños.

A mediados de 2015, dos personas reportaron que Barrón lastimó e hirió a un hermano de Anthony.

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En septiembre de 2015 las autoridades recibieron tres llamadas telefónicas sobre abuso infantil. Una advertía que Anthony y sus hermanos estaban siendo golpeados por Leiva y que un hermano estaba colgado boca abajo de la escalera. Otra mencionó que Leiva y Barrón hicieron que los niños se sentaran en cuclillas por largos períodos. La tercera dijo que Leiva golpeó a Anthony y a uno de sus hermanos contra el piso y que luego encerró a los niños en una habitación donde les arrojó pañales sucios.

En un momento, indicó una de estas denuncias, Leiva no les dio alimentos a los niños hasta por 10 horas y uno de los hermanos de Anthony se atragantó “porque no estaba seguro de cuándo volvería a comer”. También se reportó que uno de los menores no estaba registrado en la escuela para que sus maestros no se enteraran del maltrato.

Aunque Anthony se fue un tiempo a vivir con sus tíos en septiembre de 2015, él regresó poco después a su casa en Lancaster por una razón que no ha sido mencionada.

La última llamada que describe la Fiscalía angelina data de abril de 2016, cuando una persona afirmó que Leiva estaba golpeando a los niños y no les daba de comer.

El DCFS no han comentado sobre esta moción sometida en el tribunal, pero su director Bobby D. Cagle dijo la semana pasada en una entrevista con Univision 34 que colaboran en la investigación.

“Estamos tratando de entender qué fue lo que pasó, ya que estuvimos en o varias veces con esa familia. Revisaremos cada situación para saber si tomamos las acciones debidas y si referimos a la familia a los lugares adecuados", dijo el funcionario.

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