Arrestan bajo sospecha de asesinato a la madre del niño de 10 años que murió en Los Ángeles por duras lesiones
LOS ÁNGELES, California.– La madre de Anthony Ávalos, Heather Barrón, fue arrestada bajo sospecha de asesinato de su hijo. Desde que el pequeño de 10 años falleció la semana pasada en Lancaster, una ciudad ubicada en el norte de Los Ángeles, el caso era investigado como una muerte sospechosa aunque su mamá había asegurado que el niño sufrió una caída para explicar las lesiones por las que perdió la vida.
Las autoridades creen que Anthony fue víctima de abuso y tortura por parte de su madre y el novio de esta, Kareem Leiva, quien también fue detenido esta misma semana.
Barrón, de 28 años, y Leiva, de 32, son acusados de asesinato y tortura. Además, la madre recibió un cargo por abuso infantil y de ser encontrada culpable podría enfrentar de 22 años de cárcel hasta cadena perpetua, según la Fiscalía del condado de Los Ángeles. Mientras que su novio, también es acusado de ataque a un niño causándole la muerte y su condena sería desde 32 años hasta pasar el resto de su vida en prisión.
Leiva fue detenido el miércoles y llevado al hospital para tratarle heridas que tenía en el pecho, al parecer autoinfligidas luego de un interrogatorio con las autoridades en la estación de Policía de Lancaster.
Anthony murió el jueves pasado en el hospital luego de ser encontrado inconsciente el día anterior por paramédicos que llegaron al apartamento de esta familia tras una llamada al 911 hecha por la madre. Ella aseguró que el menor había sufrido una caída, pero los detectives abrieron una investigación por las lesiones que tenía.
De acuerdo con el Departamento de Servicios Infantiles y Familias del condado (DCFS), el niño tenía signos de haber sido fuertemente golpeado y de desnutrición. Además, reportaron que Anthony había dicho en días recientes que le gustaban los niños, por lo que analizan si la homofobia jugó un papel en su muerte.
Ocho menores –con edades de los 11 meses a los 12 años– que encontraron en la casa tras la muerte del pequeño fueron puestos bajo custodia del DCFS mientras avanza la investigación.
¿Pudo evitarse?
En una conferencia de prensa durante la mañana de este viernes, la familia del niño exigió respuestas sobre cómo los trabajadores sociales manejaron este caso, puesto que se supo que el Sheriff angelino y el DCFS ya habían acudido a esta vivienda en al menos una ocasión por acusaciones de abuso infantil.
"Nos hemos enterado de que hubo 16 reportes de sospecha de abuso infantil", señaló el abogado Brian Claypool. "Una de las razones por las que estamos hoy aquí es para saber: ¿Fue el DCFS hasta la casa de Anthony en esas 16 ocasiones? ¿Visitaron la casa o simplemente hicieron una llamada telefónica? ¿Qué seguimiento hubo?", cuestionó.
La Junta de Supervisores aprobó esta semana una moción para revisar por qué el niño seguía viviendo con su madre, teniendo en cuenta que había más de una docena de denuncias desde 2013, incluyendo una acusación de abuso sexual cuando el menor tenía 4 años.
Funcionarios escolares, una profesora, un consejero, de la familia y otras personas llamaron a la Policía o a la línea de reportes de abuso infantil al menos 16 veces desde 2013 para denunciar que Anthony era víctima de maltrato en su casa, de acuerdo a documentos del condado obtenidos por el diario Los Angeles Times.
Esas llamadas reportaron que tanto el niño de 10 años como sus hermanos eran abusados, les negaban comida y agua, eran golpeados, eran colgados de cabeza desde una escalera, forzados a permanecer agachados por horas, encerrados en espacios reducidos sin al baño, obligados a pelear entre ellos y a comer de la basura.
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